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ABC MADRID 19-04-1969 página 36
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ABC MADRID 19-04-1969 página 36

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página36
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LOS tan tranquilas. Más fácil. El mundo progresa mucho y jemas ya nadie lleva ligas redondas. De eso no hace mucho, pero los tiempos han seguido camándo y ahora las jóvenes ye- ye vuelven a llevar ligas re ndas adornadas con pasacintas y lazos como las artistas pimtes de finales de siglo. ¿Para guardar en ellas la vieja y digrosa navaja ibérica y defenderse de algún melenudo demaado apasionado? Nada de eso. Sólo con objeto de suprimir al) lso y guardar allí todo lo necesario para la vida. El dinero, barra de labios, los polvos, un billete de metro usado, la carta Pepe y un peine diminuto cardaflequillos. Las manos libres ira conducir, para fumar, para aplaudir, para escribir a máíina, para llevar siete sortijas en cada una que está de moda para lucir los guantes. Es gracioso que sea ahora precisamente cuando las mujeres lardan cosas bajo los vestidos. Si no llevan prácticamente nada, ropa interior ha desaparecido casi por completo, no hay mear de veinte años que sepa lo que es una combinación, usa los otar dos sobre la piel, una minifalda y ya está. Murieron las íaguas con cintas y perifollos de la Brigitte Bardot en sus bueas tiempos y las fajas con ballenas en la tripa que disimulaban mtos nefastos platos de cocido a la española tomados desde la fancia. Hoy nada se puede disimular, ni los sentimientos, ni s michelines en el estómago, ni las copas que se toma- de más íestro novio, ni las piernas gordas, ni el niño enfermo, ni el ispenso anual del hermanito chico. Se vive, se piensa, se desuda uno delante de todos. Ko hay chica guapísima sólo de cara, ene que ponerse en traje de baño más que sucinto y usar panilones en las excursiones. Se acabaron los zapatos de cuña o de con aguja que disimulaban la falta de estatura. Hay que encinar las piernas de arriba y abajo con las faldas cortísimas. Y ner cultura de verdad. Ya no se lleva el muchacho burro pero acioso con sus finas bromas: -Volvíamos de cazar y dijo aquel tío, que era guarda: ¿No ¿ben que hay veda y está prohibido matar animales? y yo íé le contesto: Pues aquí es usted el único animal a la vista aún no le hemos disparado... ¡Ja! i Ja! ¡Ja! Semejante barbaridad hoy produciría indignación, gracias a ios. A las mujeres tes gustan ahora los hombres audaces, culis y capaces de ganarse la vida, pero quieren que se lo demuesen. El sabio casero ha pasado de moda y el dilettánte inteleclal, los amateurs ya no sirven, ni los hombres callados y quie s por mucho que valgan. Si uno es culto da conferencias; si oa es guapa mejor que mejor, lucirá como nadie el bikini el ombre listo lo demuestra ganando mucho dinero lo mismo que el lerte llegando el primero a la meta en la competición deporva. La que sabe guisar hace arroz y filetes fritos, ternera al orno y macarrones todos los días, no un postre de tarde en irde cuando vienen invitados. Ahora lo oculto es como si no sistiese, no hay buen paño guardado en el arca, ni bellas encordadas desde los hombros hasta los muslos; tampoco muchachos ne no llegan a nada por mala suerte o circunstancias de la ida los listos tienen miles de oportunidades y el que no sabe rovecharse de ellas deja de ser considerado listo. Los jóvenes in no ocultan nada, ni las piernas, ni los conoimientos, ni las taras, ni las virtudes, ni lo bueno, ni lo malo, n los armarios empotrados de las casas funcionales no queda tio para ningún esqueleto. En el mundo de hoy hay un lugar ara el subnormal y un lugar para el supsrdotado. Si alguien scribe una buena comedia se la estrenan seguro, cuando se esidia se saca la oposición y la msjor novela es la que gana el remio literario. Pero tenemos siempre que explicar lo que nos asa, lo que nos duele, quién era nuestro padre y si nos operaron las amígdalas cuando éramos pequeñas. Sólo así podrá ayuarnos la magnífica comunidad humana áe nuestro tiempo. Y a las mujeres siempre nos gustó ocultar cosas. Estar locas or Juan y disimular flirteando con Pepe. Ser muy tímidas y resumir de lanzadas. Saber de todo y hacernos las tontas. Dároslas de pacatas luego de haber vivido demasiado. Inventar venturas fabulosas que jamás nos ocurrieron. Hacernos las ingresantes, las cansadas, las difíciles, las originales, cuando SOLOS en el fondo más infelices que cubos. Ocultar, engañar, disazarnos. Todo lo que no se hace en la moderna sociedad acial. Tenemos que enseñar las piernas y hacer una carrera, conar ternera con guisantes y decir siempre la verdad. No se resignan las muchachas, estaba tan dentro de su natuieza disimular los sentimientos, jugar al tira y afloja, mentir ccenteniente... Si no pueden ocultar su cuerpo, ni sus conoci- mientos, ni- su neurastenia, ni su demasiada afición a los dulces ¿dónde ha ido a parar el misterioso encanto femenino y las armas sutiles de las mujeres para la eterna lucha entre los sexos? Claire Peers, de veinte años, nos enseña en estas fotos las ligas extrañas que ha inventado para consolarse: -Al menos llevaré un escondite secreto con mis cosas. El colorete que los hombres suponen buen semblante natural, esa carta de Pepe que en mi casa no saben que salgo con él... Pobre Claire. Anticuada Claire. Ingenua Claire. Claire que no Uegai á a nada. Su falda es tan corta que no cubre en absoluto el escondite secreto. Al contrario, ló pone en evidencia con el dobladillo rozando la tira bordada del adorno qtte recubre la liga. Porque hoy no se puede ocultar nada, nunca, en ningún sitio, jamás. Ni navajas en la liga, ni angustia en el alma, ni amor en el corazón. Begoña GARCIA- DIEGO

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