ABC MADRID 18-04-1969 página 48
- EdiciónABC, MADRID
- Página48
- Fecha de publicación18/04/1969
- ID0000887715
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EL ARTE Picasso, ¿acqueline. S indudable que toda obra de arte, por lo que entraña y significa y por su carácter liberal e independiente, sin sujeción a normas fijas, a tendencias determinadas, libre en su expresión, unque a veces con ciertas influencias insirativas, responde o es producto y conseuencia de la exaltación de un estado de nimo, de una conmoción interna, de una upersensibilidad agudizada y sistemática el espíritu y del entendimiento. El arte es cerebro y corazón a un mismo tiempo. El concepto de belleza, diferente para cada uno, es, al fin de cuentas, una forma de sensibilidad. En el arte pictórico- -línea, forma y color- esta inquietud, más o menos enfervorizada y latente, es también una forma expresiva de una apetencia necesaria de superación o de mejoramiento- -de evolución, podríamos más concretamente decir- aunque ella anule preceptos y sistemas anteriores. Todo proceso creativo en el arte, por ley natural, está sujeto a modificaciones, a cambios más o menos visibles con arreglo a las exigencias impositivas del momento estético. El quietismo es una forma negativa del espíritu creador. lia negación de sí mismo. A la historia del arte va seguida o paralela la historia de los estilos, de üa que es consustancial. Lá modificación estética y progresiva no sólo supone la alteración de la técnica de oficio, sino también de la libertad de los modos expresivos. Podríamos llamarle la fisiología del gusto. No es la época la que hace al hombre, sino el hombre, con sus manifiestas reacciones, el que fija las características esenciales y significativas de la época. El arte como movimiento y como impulso experimenta de continuo h o n d a s transformaciones a compás de las distintas inquietudes creati-