ABC MADRID 12-04-1969 página 75

ABC. SÁBADO 12 BE A B R I L BE 19 S 9. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 57. EL COMERCIO EXTERIOR ESPAÑOL EN FEBRERO Los resultados generales del comercio exterior de España en el mes de febrero último, según datos hechos públicos hoy por la Dirección General de Aduanas, son los siguientes Importaciones, 19.373 millones de pesetas; exportaciones, 9.863 millones; déficit, 9.510 millones: tasa de cobertura aparente, 50,9 por 100. Por grupos, los productos alimenticios mantienen en febrero un saldo positivo muy similar al de enero, mientras que los bienes de consumo intensifican notablemente, en el 79,8 por 100, el superávit registrado en el mes anterior. Los déficit de los restantes grupos retroceden sensiblemente, con excepción de los productos petrolíferos, cuyo déficit se incrementa en 241 millones de pesetas. -CijnH EL CAMPO Y LASNEGOCIACIONES DE ESPAÑA CON ELMERCADO COMÚN OFERTAS DE 1967 Naranjas: Silencio Tomates; Rebaja del T. E. C. del 50 en enero y febrero Conservas vegetales: Silencio Viñas Jerez y Málaga: Rebaja 50 V o Otros vinos denominación de origen: Silencio Uvas de mesa: Silencio Aceite de oliva: Silencio OFERTAS DE 1968 Inclusión trato mediterráneo, rebaja del T. E. C. del 20 Vi al 12 como a Israel y Turquía. Se amplía a marzo. Posibilidad rebajar 50 Vt Se amplía al 75 Posible 50 entre diciembre y marzo. Posible 50 Vo. Igual trato mediterráneo. El 25 de marzo de 1957 se íirmó en Roma ed Tratado que reglamentaba la libre circulación de personas, capitales y mercancías entre los seis países del Mercado Común. Doce años después, los Seis tenían que estar integrados en una misma área socio- económico- política. Aquella fecha la considerarán las generaciones que nos precedan como trascendental para la Historia La firma del Tratado de Roma señala el fin de una serie d guerras fra- tricidas entre hombres pertenecientes a una misma raza, a una misma cultura y con unos mismos principios religiosos y políticos. Se pretende que los seis países de la pequeña Europa constituyan el núcleo alrededor del cual se van a conglomerar el resto de países del Continente, constituyendo lo que un día será la Federación de los Estados Europeos. Ante este hecho, España no podía permanecer aislada. En el año 1959 estabiliza su moneda, el 9 de febrero de 1962 pide la iniciación de conversaciones para lograr una integración al Mercado Común y el 1 de enero de 1964 estrena el I Plan de Desarrollo, cuyos promotores miran con simpatía hacia Europa. El 11 de junio de 1967 el Consejo de Ministros de la Comunidad Económica Europea autoriza la apertura de conversaciones por medio de un mandato que confiere a la Comisión. Los catorce miembros que componen dicha Comisión, una vez examinado, lo trasladan a la Dirección General de Asuntos Extranjeros de la misma. Esta última, dentro de las líneas que confiere dicho mandato, hace una oferta a la Delegación negociadora española. Después de cuatro reuniones muy laboriosas, dado lo inaceptable de la oferta comunitaria por el hecho de estar excluidas la casi totalidad de las exportaciones agrícolas tradicionales españolas, se redactó una contraoferta Examinada esta última por la Dirección General de Asuntos Extranjeros de la Comisión de la C. E. E. hace un tercer documento modificando la oferta inicial. Este tercer documento se entregó a la Comisión de la C. E. E. ere julio de 1958. Recientemente, en el mes de noviembre de 1968. la Comisión ha examinado dicho documento y lo ha trasladado, debidamente informado, al Consejo de Ministros de la C. E. E. En estos momentos los ministros de Asuntos Exteriores de los seis países de la pequeña Europa están examinando este tercer documento, el cual servirá de base para que, bajo las directrices de un nuevo mandato, se reúnan de nuevo ambas partes y redacten un Acuer- LA L. E. C. E. Y ULLASTRES La Liga Europea de Cooperación Económica (L. E. C. E. fundada en 1946, es la más antigua de las organizaciones europeístas. Agrupa a representaciones de once países, entre ellos España. Su idea pivote es clara: no somos solamente españoles; por tanto, hemos de esforzarnos en conseguir las bases de una convivencia europea. La L. E. C. E como otros organismos existentes de análogo talante, estudia problemas de interés general y lleva a cabo una labor de asesoramiento y ambientación con respecto a los objetivos de la Comunidad Económica Europea. Barcelona ha sido la sede de la participación española en este movimiento. Desde ayer, el Comité de Madrid ha iniciado públicamente sus actividades y a fe que con el niás rotundo de los éxitos. La presencia del embajador Ullastres congregó en esta primera reunión madrileña de la L. S. C. E. una asistencia personal extraordinaria en calidad y cantidad. A fe también que Alberto Ullastres diseccionó con tal precisión y brillantez nuestro momento negociador con el Mercado Común que su exposición, casi telegráfica por su concisión y casi deslumhrante por la lucidez de sus planteamientos, representó una lección espléndida para todos. Reconfortante, además, al despejar una serie de preguntas- -todas muy bien formuladas- -que, por escrito y verbalmente, fueron sometidas a su consideración. Ullastres contestó todas ellas, insistiendo, una vez más, en el principio del equilibrio que preside nuestra negociación, siempre bajo la idea positiva de nivelar por arriba, aunque con la posibilidad abierta de una desescalada en las concesiones reciprocas para desembocar en un mini- acuerdo. Tranquilidad y prudencia, por tanto, con respecto a lo que se arriesga, pero con el gran interés de lograr el empujón psicológico de un acuerdo preferencUA de sustaneial contenido que nos haga sentirnos ante un proceso en marcha e irreversible de convivencia con Europa y dote de certidumbre al empresariado español. Dijo muchas cosas Ullastres. No estaría mal que la L. E. C. E. facilitara un resumen sistematizado de conclusiones, que estoy seguro interesaría profundamente a todos. Los fogonazos de las ideas vertidas por nuestro embajador fueron demasiados para resumirlos al aire de la calle. Al aludir al Plan Mansholt y a sus problemas- -en contestación a una pregunta- los calificó de espejo anticipado de la evolución agrícola española, en una linea de pensamiento coincidente con la expuesta. por GarcíaMoneó en su reciente discurso de Zaragoza. Realismo, en suma, que a nadie ha de parecerle mala receta. Pero realismo que no excluye el optimismo, sino todo lo contrarío. Como optimista para la L. E. CJS. fue la reunión de ayer en Madrid. El marqués de la Vega Inclán, el barón de Grado, Arturo Fierro y demás responsables hicieron diana. Que hagan muchas. -Nemesio FERNANDEZ- CUESTA.