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ABC MADRID 30-03-1969 página 129
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ABC MADRID 30-03-1969 página 129

  • EdiciónABC, MADRID
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OS seres humanos y cierto tipo de gada, en sí mismo. Para éstos, nada jus- asa o en el colegio, capacitan al niño parí roedores son las pocas criaturas que tifica la fuerza, ni siquiera la invasión, de aceptar que hay n su naturaleza un latís! en ocasiones destruyen a miembros nuestra nación por un enemigo. Es posi- negativo y un lado positivo, y que es re de su propia especie. Y los humanos son ble que aleguen qus la agresión no es un ponsable de ambos. Puede amar, y odia los únicos animales que se torturan entre rasgo innato; que los niños nacen sin él y volver a amar. Puede verse abrumado sí o se matan a sí mismos deliberadamente. y sólo aprenden a enfadarse o a ser agre- con una furia criminal y. sin embargo. La historia está llena de guerras, crí- sivos al enfrentarse con la frustración o que nadie muera o incluso sea seritiíner! menes, conquistas y genocidios. La ma- porque les adultos alientan las actitudes te herido. tanza de campesinos rusos bajo Stalin, agresivas. Es esencial que el niño aprenda de est: i los crímenes masivos en las cámaras de manera que la rabia no es algo de lo que gas hitlerianas, Hiroshima, los bombar- EL INSTINTO AGRESIVO DEL HOM- haya de aterrarse o sofocar o negar. Puedeos de Dresde, todos aparecen como tesde aprender que, en ciertas circunstanBRE PUEDE DOMINARSE timonios de que el siglo XX, como cualcias, tiene derecho a enfurecerse, como quier otro siglo, no ha conseguido soluPor fortuna para las especies, el ins- también lo tienen sus padres. El niño que cionar el problema de la agresión y de la tinto agresivo del hombre puede domi- ha aprfndido esta útil lección en casa es destrucción humanas. narse. Las personas pueden así dirigir sus capaz da hacer amistades fuera de ella: El lado más benigno de nuestra natu- vidas de modo que la energía y la fuerza amistades en las que puede s. er franco y raleza se sobrecoge ante la inhumanidad que caracteriza la agresión sea usada de honrado respecto a lo que siente, afir- del hombre con el hombre. Y sin em- forma constructiva. Normalmente e s t e mandóse saludablemente y dejando notar bargo, la mayoría ds nosotros tenemos la largo proceso de deminio tiene lugar en su personalidad. No necesita congraciarse suficiente honradez y perspicacia para co- la familia o en el colegio. Las súbitas ex- o estar a la defensiva. A una tisma edad el niño llega a acepnocer que también nosotros hemos tenido plosiones de rabia son típicas del princinuestros momentos de ciega rabia o de piante al enfrentarse con pequeñas frus- tar que los extremos de los sentimientos furia violenta, lo cual nos obliga a admi- traciones. Cogerá un berrinche y atacará son permisibles- -al amor y el odio, la fetir que hay elementos agresivos en nues- a su madre con una inequívoca furia u licidad y la pesadumbre- -y qus puede obtra propia constitución. odio. Ella comprende esas explosiones y tsner concesiones para esos extremos en su familia y amigos. Puede comprender y Cuando Harold Pinter dice que la otra sabe hacerles frente fácilmente. perdonar, así c: mo ncohe vi hablar en s e r comprendido y ia televisión sobre el perdonado. Vietnam a algunos Los niños v i v e n politices. Y sentí decon sus cuerpos y seos de irrumpir en muestran sus ssnla pantalla c o n un timientcs más direclanzallamas y quetamente que les adulmarles los ojos astos. Un resultado de ta poniendo de mae s t o es que de la nifiesto, no sólo sus misma manera q u e sentimientos sobre la muestran una inclijusticia del conflicto nación a m i s t o s a del Vietnam, s i n o abrazando al nuevo también que dentro amigo, exteriorizarán de sí tenía él mismo su desagrado empula semilla de la vioj a n d o golpeando o lencia q u e condsna d a n d o puntapiés a en les demás. alguien que tes desaEnfrentados con! a grada. Los maestros amenaza de la vioparvulistas dan, por lencia individual y supuesto, que habrá colectiva, es c o m muchos agarrones prensible que sa hae n e! patio, especialyan h e c h o muchos mente entre los chiintentes- -a nivel ficos, que nec e s i t a n iesófico. religioso y más que las chicas político- -de condenar demostrar que no son tajantemente todas cobardes físicamenta. las formas de sentiEl. peoueñín no quiemientos y conductas re ceder a la fuerza, agresivas. Los visionarics b u s c a n un Las destrucciones ocasionadas por la guerra se deben a la agresividad. tiene que aprender a defenderse y poner mundo en e! que las Pero esta misma agresividad, orientada hacia el trabajo, puede producir a prueba su a ánimo. espadas se transfor- milagros como el de la reconstrucción de Berlín, en pocos años, por un La mayoría de los exmen en arados y la pueblo que, después de la derrota, supo dominar y encauzar la violencia. pertos están de acuerpaz se extienda por do en que a esa edad la proeza física es El niñito enfurecido no es una amenaza por lo menos tan importante como la cala faz de la Tierra. Para ellos, tedas las para nadie. Si su madre pierde la pacien- pacidad de sumar. formas de agresión sen aborrecibles. cia sólo tiene que llevarle a la cama y Michael Argyle. profesor de Psicología Social en la Universidad de Oxford, en su decirle que baje cuando se ls haya pasaibro Piychology and Social Problems do el genio. Ordinariamente el niño baja- EL VALOR CATÁRTICO DE LA COLERA ieíine la agresión como una conducta rá de nuevo las escalaras a los pocos mi ¡us pretende dañar a las personas o a nutos con cara compungida. A medida que Siempre existirá el chico que teme las as propiedades, física o moralments. o se desvanece su rabieta, su primer deseo peleas y que retrocede ante un reto diia cualquier otro modo Definida de esta es restablecer las aísctiosas relaciones recto. Es posible que sea afable y sonnansra limitada, la agresión sólo será que normalmente existen entre él y su riente, reacio a tomar parte en juegos y. onsiderada como algo básicamente antí- madre; y mostrará algún gesto concilia- en caso de ser atacado, obsequioso y apador- -una sonrisa o una caricia- -a la cual ciguador. Saría un errer, sin embargo, ocial e indeseable. Pero sen muchos, tal vez la mayoría, la madre responde rápidamente; y la bre- pensar que este tipo de niño carece de agresividad. Gran cantidad de estudios is psicólogos y filósofos que encontra- ve tormenta emocional habrá pasado. muestran que estos niños pacífiban s. a definición inaceptable. InsistiEn el curso d este breve episodio el clínicos sólo son exageradamente temerolan en qus gran parte de los comporta- niño ha experimentado y aprendido cier- cos no lientos agresivos no son intencionados to número de cosas importantes, Ha ex- sos de la expresión directa y dura de la ino rssultado de motivos inconscientes perimentado la frustración, la rabia y la agresión en los demás, -sino que también de actitudes; e incluso es posible que furia, el sentimiento de culpabilidad y de temen su propia agresión. Al no haber l individuo no sea consciente de que está psEar. Pero también ha aprendido que la aprendido a experimentar su propia rabia, se convierten en las víctimas de sus erjudicando a otra persona. No les gustiene que durar mucho y desees agresivos, por aría limitar el uso del término agresión rabigía no ha aprendido que esos tiempo. propias fantasíasexpresen. No han descusenti- más que no ss ¿mplemente en sentido peyorativo, sino También negativos pueden enderezarse. bierto, como los demás niños, que uno se lo ven. como un impulso humano in- mientos Ha descubierto que las relaciones afec- puede sentir criminal y, sin embargo no ito que pueda emplearse bien o mal. matar nadie: se Los pacifistas, al usar la palabra en su tuosas sobrevivirán a estas interrupcio- furioso acon un y que uno sin puede sentir amigo y. embargo, la nes temporalea y que él tiene, en sí misor sentido, participan en la creencia de mo, la capacidad para que las cosas estén amistad pueda sobrevivir. la mejor manera de hacer frente a A nivel de la conciencia, este tipo de agresión es mediante ia sofocación. bien de nuevo. Los repetidos incidentes de este tipo, en n i ñ o posiblemente piense que continúa bs mantenerse dominada, e incluso ne- L 17

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