ABC MADRID 26-03-1969 página 8
- EdiciónABC, MADRID
- Página8
- Fecha de publicación26/03/1969
- ID0000885311
Ver también:
¿POR QUE VAMOS A LA MONTAÑA? su morral a la espalda, el monta- ras malas y la serenidad y belleza de las ñero se interna en el mundo maravi- presentes pugna ajeno a nosotros. lioso de la aventura descubriendo el Bajo la amenaza de falta de recursos, embrujo y el misterio del paisaje alpino de niños, oímos el cavilar de nuestros nevado. Una existencia, apasionante e in- padres por el dinero, dejando una improntima llena de sugerencias se abre ante sus ta amarga e incomprensible entonces. (pausados pasos sobre la nieve. Bajo la ne- Tienes que estudiar, pues si no lo haces vada todo esfuerzo es más agotador, pero te morirás de hambre el día de mañana. todo es más bello y más silente. La nieve La niebla se deshace en un impalpable hawe más irreales los contornos del pai- tul sobre los Horcados Rojos, velando la saje. En este solitario mundo físico se luz del sol con bellísimos matices. El cielo, destapan tumultuosamente recuerdos le- por encima de las afiladas crestas, es azul janos de nuestra existencia, como si tra- purísimo, las nieblas sumergen el valle y tasen de acompañarnos y de hacernos creemos caminar entre las nubes grises comprender cómo fuimos o como somos. en un inundo etéreo, casi inmaterial. Un paralelo entre nuestras múltiples hoSiempre la angustia ibérica de subsistir: nuestra primera novia era pobre. Sus padres le mandaban empeñar el modesto ajuar a una casa de préstamos. Más de una hora subiendo; en algunas rampas la nieve está más endurecida y las pisadas se hunden menos. En el Monte de Piedad dan menos, pero es más fácil rescatar lo que se empeña. En América, cuando ganaba dinero y podía comer lo que quisiera, apenas probaba becado y no tsnía gana; me sonrío al pensar cuando antes me sucedía lo contrario. En la primera quincena de noviembre la tarde cae rápidamente y la poca luz que le queda al cielo, al reflejar sobre la