ABC MADRID 23-03-1969 página 125

es y tíc dp- acantos, se llega a revelar ícluso en ciaras palabras del propio Roin señalando cómo ve él la colocación sus obras. Ello ocurre, por ejemplo, en i ciudad de Calais, que le había encarado un monumento para glorificar la meíoria de seis burgueses muertos durante asedio de la villa por Eduardo m de íglaterra en 1347, y que Rodin concebirá e manera audaz urne; ido el drama indidual de cada una de las figuras con la sión total del grupo, conectados dentro é él todos los gestos. A la ciudad que le S hecho el encargo, Rodin pide que Los brgueses de Calais (1884- 1886) queden ispuestos, o bien sobre un alto pedestal, i la manera de los calvarios bretones, o ien muy bajos para ejar al público peetrar en el corazón e la obra, como en is misas celebradas ti las criptas, donde grupo suele estar isi sobre la tierra ESTATUA DE U. ZAC: UN ES NDALO EN 1898 Aparte del monufento de Víctor Hu -preparado miíciosamente a tras de sucesivas maletas, desde el procto inicial que derá ser ejecutado en ármol hasta las viitudes que le llevan exponer la estatua ilada del poeta en jardines del Pas- Royal, mientras a versión destinaai panteón el pro Rodin no la calia con excesivo eloi- aparece en el lo de vida del aria su famoso Bal (1892- 1897) engo que le hace el nité de la Socie 1 de Gentes de Les por indicación de presidente, Emilio a. Aquí Rodin, cotantas veces se señalado, expresasi devenir de la Lira desde lo amor Este es el resulte de toda mi viel a p o y o misde mi estética i el escultor, al fin, ido después de inmerables estudios él realiza para íar el cuerpo y el ije del novelista, una polvareda de estas y de risas, una batalla entre tos y adversarios cubre durante ocho i la crónica artística de París. a exposición de la estatua de Ba lzac el salón de la Sociedad Nacional en provoca un escándalo célebre ya en tstoria de la escultura. El mismo proque h a vivido Rodin al preparar su- -recreando primero a un Balzac que o ha conocido, gracias a la acumulade recuerdos literarios y a una docitación escrupulosa, para luego irse ando de todo y eliminar cuanto no cial- va a sufrir y se va a revelar onumento. Balzac parece salir del la piedra, informe aún, confunuerpo con el manto que le envuela poco, mientras se asciende el caos va permitiendo que de los primeros contornos de la ritió Vta iritrirlr D i- ír oí twanomuí oí i Hay quien defiende a Rodin con firmeza, respondiendo a ciertas opiniones que acabamos de citar y en las que sólo se quiere ver en el artista francés formas esbozadas y una patética evocación de fugaces estados anímicos Entonces, para precisamente defenderlo, recuerdan algunos que no sólo es Aristide Maillol el padre del siglo XX en la escultura. Maillol, recobrando el sentido de la forma robusta y quieta, aportando la calma, despertando en la zona de las formas clásicas y serenas la energía que Rodin proyectaba hacia- la Inquietud romántica, aporta una ruta esencial y una imagen del universo que, en el sentir de muchos críticos, marca toda la evolución de la escultura en los últimos cincuenta años. Y, sin embargo, otras autorizadas opiniones señalan la importancia de Rodin con su espectáculo de cambio y de mutación y s u s aportaciones de gran modelador. Sin olvidar sus defectos, entre los que puede contarse su inclinación a la a m p u 1 o sidad, al sentimiento y a la declamación, Rodin supone un ejemplo vivo de actitud abierta hacia toda novedad, revolucionando la escultura en aquel momento con el sentido que él tenía de extender su capacidad expresiva a lo largo de todos los matices, desde lo bello hasta lo feo, dramatizando el proceso del nacimiento de la forma al que antes nos hemos referido y concibiendo en su arte la fluidez del mundo, la movilidad del universo. La lista de quienes han sido influidos p o r Rodin en uno o en muchos sentidos se haría muy larga. Iría desde los m á s próximos a él- -los colaborad o r e s que empleó en su etapa de escultor y de empresario a la vez- desde la propia Camille Cl a u d e 1. esa mujer de genio como la llamaría Octave Mirbeau, que sería compañera del escultor ofreciéndole belle Los burgueses de Calais monumento realizado por el escultor za, inteligencia y juentre 1884 y 1886, por encargo del Municipio de Calais, para ventud y serviría de rememorar la rendición de esta plaza a los ingleses en 1347. inspiración para obras como Aurora (1385) y Francia (1304) forma y ellos sean cada vez más definidos, hombros y rasgos del rostro emergiendo con todo el vigor de una pasión. Esa estatua, tan discutida entonces, que obligó a Rodin a escribir: cuidadoso ante tcdc de mí dignidad de artista, retiro del salón mi monumento, que no será erigido en ninguna parte esa estatua que durante años presidió en Mendou el jardín de esa Villa de los Brillantes donde Augusto Rodin murió en noviembre de 1917, se la puede ver ahora en el ángulo del boulavard Raspail y del boulevard Montparnasse levantándose como anticipo genial de movimiento y luz de la escultura del siglo XX. hasta Jules Desbois. Casos como el de Bourdelle en el que se mezclarían influencias- -puesto que este escultor trabajó con Rodin de 1893 a 1907- -con personalidad ¿Qué ha supuesto Rodin? ¿Qué vigencia propia. La proyección de Rodin en Aletiene hoy en Francia y en la historia de mania se hace a través de la mujer de la escultura? Realista y romántico ha sido Rilke; en Europa central con la exposicalificado por unos, recordando los confu- ción de 1902 presentada en Praga, la que sos contornos de sus figuras a la pintura precisamente ahora se vuelve a recordar impresionista. Otros toan insistido en la con motivo de la presentación de pintura permanente preocupación que él mantuvo checoslovaca que estas semanas tiene lupor captar la vida realizando instantáneas gar en el Museo Rodin de París. Joseph en que se ofrece más la impresión momen- Maratka, Bohumil Kafka, Jean Stursa. nombres de tánea de la forma que la forma misma: el Otakar Spaniel, estos son lossu momento escultores checos que sn liberarse cada vez más de la imitación de la sintieron la influencia del artista franrealidad para llegar a unos intentos cer- cés. En Francia mismo, Gauder- Brzeska; canos a los de las escuelas de pintura, en Austria, Antón Hanak; en Alemania, queda anotado cuando se enjuicia, a par- tanto por el peso de Rodin como por e) tir del autor de Balzac el principio de de Maillol, se señalan Albiker, Kolbe, los movimientos de la escultura posterior. Lehmtoruek, Haller... continúa LA HUELLA DE UN REVOLUCIONARIO DE LA ESCULTURA A n j ¿x t j 21