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ABC MADRID 07-03-1969 página 32
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ABC MADRID 07-03-1969 página 32

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. VIERNES- DE MARZO BE 1989. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG, 18, ABC PRENSA ESPAÑOLA, Sí. A, REDACCIÓN, ADMINISTRACIÓN Tf TALLERES: SERRANO, 61. MADRID. APARTADO NUM. 43 TELEF, 235 17 10 RAZONES DE OPINIÓN SOLA CASA DE LA ¡ja La Real Academia de la Historia, en escrito a los periódicos del cual hemos ya dado cumplido resumen, apela a la opinión pública- -a quien va dirigido especialmente el escrito- -para evitar el derribo de los dos pabellones neoclásicos de la vieja Casa de la Moneda, los cuales quedarían en pie, tal y corno muestra el dibujo que ilustra este comentario, en la ordenación nueva de la plaza de Colón. Naturalmente, es fuero de la Real Academia apreciar, en el grado que sea, el valor histórico que estos pabellones tengan o la estimación, también histórica, que merezcan. Tanto como puede corresponder a los periódicos, en nombre de la opinión convocada, comentar libremente si conviene o no al interés urbanístico de Madrid que la nueva plaza de Colón sea ajardinada en la totalidad de su superficie o deba soportar la doble limitación de los pabellones citados. Se trata, en el fondo, de un problema de transigencia, de comprensión, de acuerdo lo cual supone siempre el sacrificio de algún valor o el abandono de algún criterio. Comprensión han demostrado el Patrimonio del Estado y el Ministerio de Hacienda al ceder el solar, renunciando a todas las posibilidades de utilización del mismo. Acuerdo ha existido entre ambos citados organismos y el Ayuntamiento, cuando se pactó y consumó la cesión. Y hubo lógico sacrificio por parte municipal, pues el Ayuntamiento se ha comprometido a desprenderse, en favor de los cedentes, de una superficie de solares equivalente a la recibida. ¿Es tan difícil que ahora muestre su transigencia la Academia? Los dos pabellones- -véase el dibujo- mantenidos a modo de castillos roqueros sobre la zona ajardinada de la plaza, impedirían la realización de una parte muy importante del proyecto de reordenación de la plaza: el ensanche del primer tramo de las calles de Goya y Jorge Juan. Así, con su permanencia, el fin de descongestión circulatoria y racional organización del tránsito por la plaza quedaría frustrado, en todo o casi todo, antes de empezar. La permanencia de los dos pabellones neoclásicos achicaría la futura plaza en mayor proporción que esa dicha del 10 por 100. Porque cada uno de ellos, y los dos conjuntamente, crían tina servidumbre de posición capaz de alterar la ur- banización nueva en espacio mucho más considerable que el sumado por sus solas superficies. Cosa distinta sería, en cualquier caso, si los dos edificios fueran bloques móviles susceptibles de ser colocados en la posición más conveniente. Cierto es, por otra parte, que aún sería peor, m u c h í s i m o peor, unirlos- -doble puente levadizo- -con una escalinata monumental ¿Qué puede ser verdaderamente monumental entre la distancia que los separa? Salvados, en fin, los dos torreones del derribo de la Casa de la Moneda, quizá fuese notado su neoclasicismo sobre todo por su inconveniente emplazamiento, pero seguiría sin notarse, cosa más grave, el neoclasicismo, más apreciable y digno de la fachada lateral del palacio de AllE DE COLON GUITARRAS ARTESANÍA. ECONÓMICA T DE XDXOMAot T O C A D I S C O S Todo; prcctw Sí desde i. ppj Pías, xv kCARMON Calis Cclón, 15 iJADRID- 10 1 s PISOS DE LUJO Oficina y local comercial Paseo Habana, 29, c v Concha Espina LEY CASTELLANA. RENTA LIBRE 254 y 282 m 2. Garaje TOTALMENTE CONSTRUIDOS PARA Sü ENTREGA INMEDIATA FACILIDADES A CONVENIR Información en la finca: Tel. 250 10 64 Bibliotecas y Museos, privada para siempre de la despejada y hermosa perspectiva que merece. Alude el escrito de la Real Academia de la Historia a la plaza de la Concordia de París, preguntando si allí, sin meditado estudio, osarían las autoridades municipales emprender su reforma. Salvadas las naturales diferencias, no parece aventurado pensar que con criterios de conservación análogos a los aducidos en favor de los dos torreones de la Casa de la Moneda, jamás hubieran tenido en París una plaza de la Concordia. Sin contar otro dato: en el caso que nos ocupa no se trata de reformar una plaza; se trata de hacerla ¿Hasta qué punto es suficientemente considerable el valor histórico- arquitectónico de los dos pabellones para prevalecer sobre la necesidad, ciudadana, madrileña, de la nueva extensa plaza ajardinada, en lo que es, hasta ahora, apenas poco más que glorieta de Colón? La desaparición de otros palacios y edificios, si en ellos se perdió parte del patrimonio artístico de Madrid, no es argumento para continuar una política de indebidas demoliciones. Pero este no es el caso. En su día se acordó, en instancia competente, la paralización del expediente de declaración de monumento histórico- artístico de la antigua Casa de la Moneda. Extremo que no parece abonar una tesis de valor arquitectónico indiscutible, ni mucho menos, de la misma, incluidos todos sus elementos. El caso es, insistimos, problema de transigencia, problema de comprensión. Y, por supuesto, de subordinación de relatividades estimativas a urgentes necesidades ciertas. ¿Utilitarismo ciudadano? C a d a siglo tiene el suyo. También fue, en su construcción y destino, edificación utilitaria (industrial) la Casa de la Moneda.

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