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ABC MADRID 25-02-1969 página 17
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ABC MADRID 25-02-1969 página 17

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C M A R T E S 25 DE F E B R E R O ABC EN BRUSELAS DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 17. JORNADA TRIUNFAL DE NIXON EN SU PRIMERA ETAPA EUROPEA El presidente norteamericano insistió en la necesidad de preservar la Alianza Atlántica y de modernizar su estructura LA FUTURA NEGOCIACIÓN CON RUSIA DEBE MANTENERSE DESDE UNA POSICIÓN DE FUERZA Y DE SOLIDARIDAD ATLÁNTICAS KIESINGER ESTUDIA LA PROPUESTA SOVIÉTICA SOBRE BERLÍN A cambio de garantías de circulación, Moscú exige que las elecciones se celebren en otra ciudad Bonn 23. S e g ú n declaraciones oficiales del portavoz del Gobierno Federal, el canciller Kurt Georg Kiesinger, que ha mantenido hoy conversaciones con el embajador soviético. S e m i o n Tsarapkin, en Stuttgart, e s t i m a alentadora la propuesta soviética de ofrecer un reglamento s o b r e salvaconductos entre los dos sectores de Berlín a cambio de que el Gobierno Federal traslade a otra ciudad alemana la reunión de la Asamblea federal convocada en Berlín occidental el 5 de marzo próximo. El canciller Kiesinger considera indispensable para que pueda trasladarse esa Asamblea a otra capital la existencia de una reglamentación permanente con garantías de circulación entre los septores berlineses -Efe. za que los Estados Unidos consideran indispensable para la paz del mundo. La necesidad de la alianza, convertida en un proceso continuo de cooperación donde los Estados Unidos estudien y compartan las ideas de sus aliados, puede considerarse como el núcleo central del pensamiento nixoniano sobre el futuro de la Alianza Atlántica. Está claro que los Estados Unidos no piensan abandonar la alianza ni debilitar su esfuerzo ni imponerse brutalmente a sus compañeros. Nixon quiere révitalizar el viejo cuerpo atlántico inyectándole esa dosis de colaboración sincera que reclama todo organismo multilateral para funcionar correctamente. Lo impc rtante de la declaración presidencial es que Nixon rompe deliberadamente con una mala tradición de la últvina Administración demócrata, olvidadiza de Europa Por culpa de sus preocupaciones asiáticas. Nixon por eso abre su mandato con un detenido viaje a Europa, donde viene- -según dice- -a escuchar y aprender y donde ha comenzado a cumplir su proyecto después de haber advertido a los miembros del O. T. A. N. que pretende con todos ellos buscar los medios capaces de sintonizar las relaciones entre América y Europa al ritmo de la época presente. El segundo plinto capital del discurso del presidente americano puede centrarse en lo que considera precisamente como ritmo de la época El O. T. A. N. de hace veinte años tenía evidentemente fundamentos muy distintos de los que mueven el mundo actual, necesitado de establecer de alguna manera y a través de negociaciones bien meditadas, concretas y efectivas, un equilibrio entre los dos bloques que dividen el mundo y cuyo enfrentamiento equivaldría a la desaparición de la Humanidad. La distensión que el mundo necesita y debe seguir tratando de alcanzar sólo será posible partiendo de una posición de fuerza y de solidaridad occidental y del mantenimiento de sus efectivos militares. No es desmantelando la defensa occidental del O. T. A. N. sino al contrario, reforzándola, como el diálogo podrá iniciarse con Rusia de bloque a bloque, para disminuir la tensión que padece Europa. Por eso las iniciativas desordenadas y guerrilleras al estilo gauüista, o las peticiones utopistas de desarme o retiradas militares acogidas al bien acreditado patrocinio de Santa Rita, o las tentaciones del neutralismo, son MERIDIANO MUNDIAL Madrid, (toe nuestra Redacción. No ha cejado, sino que se ha llegado a recrudecer, la tensión política entre Londres y París a la arribada del presidente norteamericano a la capital británica. Que ayer mismo Stewart insistiera ante los Comunes en la oportunidad de revelar la conversación- -ya histórica- -del general De Gaulle con el embajador Soames bien puede interpretarse como el deseo del Gobierno laborista de marcar el énfasis, ante su huésped, sobre cuan distinta es su concepción de la del Elíseo sobre la forma correcta de entender la cooperación occidental. Sin embargo, según el tenor del discurso- -importante- -pronunciado por Nixon en Bruselas, parece de muy discutible oportunidad política cargar el acento sobre el acoplamiento o desajuste de la posición francesa a la antigua ortodoxia euroatlántico, en cuyo rechace encontró París los rasgos más diferenciadores de su actitud. Los tiempos, como ha señalado el presidente norteamericano, son de renovación; de revisión de los esquemas y propósitos sobre los que se articuló hasta ahora la solidaridad occidental. Un aire de diálogo, pacto y compromiso parece sacudir el mundo de parte a parte- -si exceptuamos, claro está, las cuestiones de Vietnam y Oriente Medio- -desde que el presidente republicano entró en la Casa Blanca... Hasta el mismo canciller de la República Federal de Alemania ha dejado entrever, en sus declaraciones posteriores a su entrevista celebrada con el embajador soviético, posibilidad de que Bonn, en aras de una distensión de sus relaciones con la Unión Soviética, renuncie a que la próxima elección de presidente alemán tenga lugar en Berlín Oeste. La atmósfera, por tanto, no es lo que se dice la más propicia para los ardores combativos que Londres viene esgrimiendo en su etapa de redoblados fervores europeístas. París, por el contrario, desde la base de un diálogo entre iguales, significa un puente político de primera importancia para los planes negociadores que Nixon alberga cpn respecto a Rusia. En cierta manera, los papeles se han invertido. Mientras Francia podría pasar desde su calificación de hereje político occidental a la función mediadora, Inglaterra ha perdido, desde la nueva filosofía de Washington, su papel de puente entre los Estados Unidos y las demás naciones de Europa... Bruselas 24. (Crónica telefónica de núes- tro redactar, enviado especial. Nixon ha ganado largamente la primera etapa de su viaje europeo en todos los terrenos donde puede ser juzgado un ilustre visitante norteamericano cuando desembarca en el Viejo Mundo. Nixon ha sabido presentarse ante las muchedumbres que escoltaron su paso con simpatía, como un hombre sonriente, modesto y digno. Ha sabido escapar ai enrejado de la Policía para apretar las manos que le tendían por encima de las barreras gentes amigas. Ha tenido una frase amable para cada personalidad que le presentaban, para cada autoridad- -grande o pequeña- -con la que debía cruzar unas palabras. Muy lejos del atractivo casi mágico que poseía Kennedy, pero supliéndolo todo con una sonrisa franca y transparente que apenas desaparecía de su rostro, Nixon ha caído bien en Bélgica. A la gente de la calle y a los círculos políticos más sofisticados; a los periodistas, que en número de 500 seguimos sus pasos, y a los representantes de Bélgica, del O. T. A. N. y del Mercado Común, que formaban las tres etapas parciales de su primera jornada europea. Él resultado es una excelente calificación para el recién elegido presidente de los Estados Unidos en su primer ejercicio europeo. Políticamente hablando, la calificación también puede ser considerada como excelente, porque Nixon ha dicho justamente lo que hacía falta decir, adivinando la manera de pensar europea con una clarividencia que debe considerarse como factor importante en el futuro de las relaciones entre los Estados Unidos y nuestro Continente. Su discurso en el Ó. T. A. N. fue un buen discurso, yo diría un buenísimo discurso, por una infinidad de razones que convendrá analizar por separado en beneficio de la claridad. En primer lugar, Nixon ha repetido inachaconamente j e su viaje trata de establecer un nuevo espíritu de entendimiento y de consultas entre los miembros de una alian- Y AHORA OFRECE UN ASOMBROSO Todas las noches a las 12,30 ESPECTÁCULO TÍPICO ESPAÑOL PLAZA DEL REY, 7 22118 08 WORLD BY NIGHT OFICINA FUENCARRAL, 20 tres balcones, 100 m. Precio total. 1.100.000

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