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ABC MADRID 23-02-1969 página 142
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ABC MADRID 23-02-1969 página 142

  • EdiciónABC, MADRID
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LA SUERTE, LA LOTERÍA Y LAS QUINIELAS D ICE el refrán, o tal vez el Kamasutra, que unos nacen con estrella y otros nacen estrellados. Afirmación que, por venir de fuente tan acreditada- -cualquiera de las dos- es, como de costumbre, una verdad inconmovible. Es muy cierto que a determinadas personas independientemente de su valía y de su esfuerzo todo let resulta bien siempre, o pot lo menos durante decenios, y a otros, en cambio, aunque trabajen veinte veces más y mejor que aquéllos y, por consiguiente, se lo merezcan más en justicia, no les suele salir nada a derechas, ni siquiera a izquierdas. Hay casos sobrecogedores de individuos especialmente dotados por la suerte que aprueban exámenes de largas y dificilísimas asignaturas, nada más que con media docena de temas, u obtienen el coche en una tómbola con un solo boleto. Son esos a los que en dos años les toca la lotería treinta y cinco veces y además les sacan cuarenta mil duros a las quinielas. Aquellos a los que va a parar el único televisor o la única moto que no se averian jamás. Por añadidura, los hijos les salen listos, estudiosos, guapísimos, altos y aficionados a la música de Bach, y además encuentran criadas angélicas, que lejos de sisarles o de escaparse con las joyas de la familia, les regalan a los niños abrigos de entretiempo y juguetes japoneses en sus cumpleaños y por Reyes. Aquí están también James Bond y todos esos superagentes secretos de Su Graciosa Majestad, con indicativos que parecen los números de teléfono de Averías I n f o r m a c i ó n urbana Otros centros de la provincia de Madrid u Oficinas de la Compañía a los que se les rinden los enemigos má feos y más difíciles y las mujeres más despampanantes y más fáciles y a los que milagrosamente respetan todas las balas, todos los puñales, todas las explosiones, todos los accidentes provocados y todos los venenos. En el extremo contrario se halla el individuo al que le sale en la oposición de No 38 tarías el único tema que no ha estudiado nunca- -y naturalmente no las saca- el caballero que pisa una cascara de plátano y se rompe la ca- la recogieron todos los periódicos hace poco- -que fue a un hospital a operarse un juanete y por una serie de circunstancias adversas r ro- EL HUMOR DE MENA brazo del mismo lado por fractura de clavícula. Lo único que se salvó fue el juanete, que, al parecer, todavía sigue intacto. Yo tuve un pariente riquísimo, encajable en este segundo grupo, que permaneció setenta años, sin hacer absolutamente nada, sentado ante la mesa de un café de provincias- -desde los dieciséis hasta los ochenta y seis, en que pasó a mejor vida todavía- -esperando que le tocara la lotería de un momento a otro. Jugó en todos los sorteos de esos catorce lustros, abonado a un mismo número, y no le correspondieron nunca ni cinco cenamos de reintegro. Cuando i i u r i ó en la más vergonzante pobreza, no tenía ni un duro para comer- -y no comía- -y apenas le quedaba lo justo para pagar el abono al billete fatídico. Conservó hasta el final, sin embargo, la fuerza de voluntad y la abnegación heroica necesarias para quemarse, corno un monje judista, xon la última peseta de su fortuna, sin ¿ar ni golpe y sin desmayar un solo instante en su fe ciega y en su ilusionada confianza en el azar, que no le sonrió jamás ni una sola vez. Por eso me parece de justicia que en casos semejantes se premie y se compense de algún modo a todas esas gentes que han tenido que vivir en permanente lucha a brazo partido con la suerte. Y que han logrado, lo poco o lo mucho que tienen, no como los demás gracias a ella, sino a pesar de ella, nadando de continuo contra la corriente y con cincuenta veces más esfuerzo y más dedicación que el resto de los hombres normales C r e o que debería fundarse inmediatamente una Asociación de afectados per la mala suerte en, la que tendrían derecho a ingresar, mediante riguroso expediente contradictorio, todas sus v í c t i m a s los grandes inválidos de la mala suerte, los que padecen sistemática persecución por la desdicha. Pienso que el Estado debería concederles becas, condecoraciones, ayudas en metálico, prebendas, préstamos y pisos, para equilibrar lo que la vida arbitrariamente les ha quitado día a día para dárselo a otros con muchos menos merecimientos. Y que conste que yo no respiro por mi propia herida, ni arrimo el ascua a mi sardina, porque por ventura ro es mi c; so. A mí, una vez, hace ya muchos años, me tocaron 25 pesetas en el sorteo del cupón pro ciegos. Miguel PEREZ- CALDERON Sin palabras Sin pafabras beza por gala en dos. o se cae de espaldas y se parte la nariz, el que se muere entre la epístola de San Pablo y la noche de bodas, o ese paciente argentino- -la noticia riucidas en cadena acabo con un tubo de drenaje en el abdomen, otro en el pericardio, uno más en la tráquea, con la pierna izquierda enyesada y con una inmovilización del

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