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ABC MADRID 20-02-1969 página 105
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ABC MADRID 20-02-1969 página 105

  • EdiciónABC, MADRID
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MIRADOR Homenaje a Eugenio d Ors (Viene de la frág, 4 de Mirador. VIAJE DE LOS RÍOS DE ESPAÑA A EXAMEN hombre frente a la toxicidad de! as innumerables percepciones que le vienen del mundo. Es una interpretación de la razón como defensa. ¿Es un caso de biologismo? Nuestro autor se inclina a creer que sí; pero ello ya no es posible, puesto que cuando, al final de su vida, D Ors resume su pensamiento, subraya el carácter irrecusablemente metafórico de su fórmula biológica de la lógica Por otro lado, esta sutil postura se compadece perfectamente con el ironismo del pensamiento figurativo orslano P. Mares ve así al maestro: Sereno y apolíneo, su palabra, su gesto, fue todo distinción y señorío. Tuvo como norma la ponderación; frente al romanticismo supo oponer el clasicismo; frente a la bohemia la civilidad; frente a la vaguedad y el desorden, la claridad 1 ordenadora. De lo que antes he escrito se deduce que esta retrato hecho por Mares me parece que responde más al ideal que a la realidad orsianos. Mares añade lucidas acotaciones a las reacciones orsianas frente a las obras maestras del Museo de El Prado. J. R. Masoliver ve en Eugenio d Ors claridad, facilidad, sencillez No puedo seguirle. Más bien pienso en lo contrario: oscuridad, dificultad y énfasis. Por cierto que estas tres notas no me parecen todas negativas. El artículo de Masoliver es bellamente apologético. M. L. Morales recuerda que Xenius fue presidente de la Asociación de la Prensa de Barcelona, y descubre en su obra una dimensión periodística, la del hombre que oye las palpitaciones del tiempo eJ metafísico de andar por casa Con un nota de ironía, Morales exalta al r Ors que comenta noticias y, que hace crónica de modas. No me cabe duda de que en don Eugenio hay una faceta periodística; pero me parece la menos noble de su obra, la más intrascendente y fugaz, y, sobre todo, la que más ha contribuido a desfigurar su perfil de pensador. E. Mulder aporta un elogio apasionado: D Ors, como figura intelectual, es, sin duda, uno de los monstruos más sobresalientes de la historia del pensamiento español No desdeñaré la hipérbole y, menos todavía, dentro de un contexto tan bello como el de la evocación orsiana de Mtalder. Lo del monstruo hace pensar en Lope. Sinceramente, no creó que D Ors sea a nuestra filosofía lo que el de Carpió al arte dramático; pero sí estoy convencido de que Eugenio es, con Santayana, Amor Ruibal, Ortega y Zubiri, uno de los cinco nombres más importantes de la metafísica española en la primera mitad del siglo XX. J. M. Pi Súñer defiende a D Ors de la acusación de adversario de las formas musicales. Anota que se delectaba ante Debussy y que le complacían muchísimo los Lieder singularmente los de Schuman. No niego que este testimonio de Pi sea cierto. A través dsl Glosario se podrían explicar algunos textos de inspiración melómana; pero dentro de la teoría orsiana de las artes, lo musical es casi un sinónimo de lo romántico, y tiene, por ello, una connotación axiológicamente negativa. P. Pruna insiste en el tema de Cirlot, y declara que D Ors al sólo nombre de impresionismo era capaz de trasmudarse; él, tan equilibrado, trató a tal corriente con una furia extremada Esta es otra comprobación de la criteriologia clásica en que se inspiraba la crítica orsiana del arte. M. Riera destaca el europeismo. Cita el Manifiesto del hombre europeo y libre y el Manifiesto de los amigos de la unión moral de Europa No hay duda en este José María del Moral, como presidente, y Federico Muelas, Dámaso Santos, Mariano Tudela y Francisco Umbral, participaron en el coloquio crítico celebrado en el Ateneo sobre la obra de Pedro de Lorenzo- -que personalmente respondió a cuantas preguntas le formularon- Viaje de los ríos de España galardonada con el Premio Nacional de Literatura. punto. 1 ecumenismo es uno de los rasgos más firmes de la silueta orsiana. El problema consiste en averiguar su motivación. Yo descarto que fuese una reacción frente al regionalismo más o menos tácito de su primera juventud. La ciudadanía universal es una consecuencia biográfica plenamente coherente con la filosofía orsiana de la Historia. R. Roquer asciende al peligroso nivel de la angeología. Define el ángel como catalizador espiritual No me cabe la menor duda de que esta problemática debe ser abordada desde las perspectivas psicológica! y no teológicas. El planteamiento de Roquer es muy justo. Pero su método, demasiado literario, no permite las cartesianas clarificaciones que exigiría el más nebuloso de los capítulos del sistema de Xenius F. Ros, con corazón de poeta, nos cuenta un par de anécdotas del maestro, quien no abandonaba jamás sus modales de galantuomo Pinceladas rápidas, vigorosas y lúcidas. O. Saltor, tras unos apuntes introductorios sobre el nuevecentismo, sistematiza los textos catalanes en que don Eugenio testimonia su admiración a Maragall. El tomo se cierra con un estudio relativamente extenso de R. Sarro, que revela un paralelismo entre los arquetipos de Jung y las constantes históricas de Ors. También apunta otra coincidencia: la triple división del alma humana. Y, en fin, Sarro denuncia, lo mismo en D Ors que en Jung, una influencia de la gnosis. Esto se revela, por ejemplo, en la aceptación de una escala de los seres. El mismo pensamiento figurativo es, según Sarro, de inspiración gnóstica. Este trabajo es seguramente el más monográfico de cuantos integran este volumen. Y también el más novedoso y audaz. El parangón entre Jung y D Ors, aunque muy esclarecedor, no deja de plantear graves problemas. Uno piensa en el hombre y otro en la humanidad. Esta diferencia de enfoque es esencial. La genealogía gnóstica de D Ors es una hipótesis, por lo menos, fecunda. Hay que admitir que el pensamiento figurativo está en esa línea. También la angeología. A lo largo de toda la Edad Media se puede seguir, con nodos de racionalización, la onda gnósica. Luego se oculta durante los siglos de racionalismo y, más o menos transfigurada, reaparece en la transición del siglo XIX al XX. D Ors está tocado por ella. Ahora bien, ésta me parece la mayor debilidad de su pensamiento. Los aspectos eutrapélicos de D Ors arrancan, precisamente, de ahí. El retoricismo de la persona y del estilo de D Ors han sido los peores enemigos de su pensamiento. También conspiró contra su fama intelectual el carácter disperso y anecdótico de la mayor parte de sus escritos. El rango filosófico de D Ors hay que construirlo sobre sus dos libros capitales, uno de ellos postumo: El secreto de la Filcsofía (1947) y La ciencia de la cultura (1964) Entiendo que es un deber- de la crítica intelectual revalorizar la figura especulativa de D Ors como merece. Es de lamentar que ninguno de los trabajos reunidos en este tomo incida sobre esta cuestión nuclear. Pero, más o menos indirectamente, todos contribuyen a enaltecer y a despertar el interés hacia un pensador que cuenta entre los más eminentes del siglo XX español. Gonzalo FERNANDEZ DE LA MORA GUILLERMO DETORRE ULTRAÍSMO, KXÜfTCNeíAIJSMO OBJETIVISMO EN LITERATURA Colección d bolsillo PUNTO OMEGA EDICIONES GUADARRAMA LOPE DE RUEDU 3- MMJHD. 9

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