ABC MADRID 19-02-1969 página 104

o y Sadia VI CENT EDINA Vicente Medina es uno de los más conocidos voetas vapulares de nuestra literatura. Nace en Murcia (1886) v vive trabajando en mil oficios humildes; pasa veinte años en Argentina v regresa a España en 1932. para morir cinco años después Su poesía canta ios temas populares con una intuición honda, pero no elaborada, imitando muchas veces el lenguaje callejero, Publicó numerosos libros- Aires murcianos Alma del pueblo La canción de la huerta. Vieio cantar -v sus obras completas llegan a los veinte volúmenes. CANSERA ¿í. fl í i ¿Pa qué qniés que vava? Pa ver cuatro espigas arrollas y pegas a la tierra, pa ver los sarmientos ruines y mustios y esnúas las cepas sin un grano d uva, ni tampoco, siquiá, sombra de ella... pa ver el barranco, pa ver la laera sin una matuja... Pa ver que se embisten, de pelas, las peñas. Anda tú, si quieres, que a mí no me qnea ni un soplo d aliento, ni una onza de fuerza, ni ganas de verme, ni de que mienten, siquiá, la cosecha... Anda tú, si quieres, que yo pue que nunca pise más la senda, ni pue que la pase, si no es que entre cuatro ya muerto me llevan... Anda tú, si quieres... No he d ir por mi gusto, si en crus me lo ruegas, por esa sendica por ande se fueron, pa no volver nunca, tantas cosas buenas... esperanzas, quereres, suores... ¡To se fue por ella! Por esa sendica se marchó aquel hijo que murió en la guerra... Por esa sendica se fue la alegría... ¡Por esa sendica vinieron las penas? No te canses, que no me remuevo; anda tú, si quieres, y éjame que duerma, ja ver si es pa siempre! ¡Si no me espertara! ¡Tengo una cansera! LUCHADOR No gritos furibundos mi ánimo teme: las quejas de los caídos me pueden; los indefensos lúe vencen, los abatidos me hacen que tiemble; me acobardan los débiles... ¡me envalentonan los fuertes! CANTARES ¡Qué bien lava mi nena! ¡Qué ropa tiende! La va dejando blanquica como la nieve... ¡Parece que el agua al pasar por sus manos sale más clara Yo me quisiera morir, porque el que muere descansa... ¡Yo me quisiera morir sin saber que tú me matas! No he tenido carta tuya, pero de mi madre sí... ¡Aún no le he escrito a mí madre, y otra vez te escribo a t i!