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ABC MADRID 07-02-1969 página 101
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ABC MADRID 07-02-1969 página 101

  • EdiciónABC, MADRID
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LAS MUJERES DE MATISSE elementos disociados se recomponen por efecto de lo oe es precia la rada. Y ésta obra particularmente en la representación de mujeres. I obra de Matisse es una le bg raras de este tiempo donde aparecen mujeres, y estas mujeres tienen su lugar en la calería de féminás ilustres, donde figuran las de Watteau y de Ingres. Para decir mejor y mis exactamente, es una de las raras obras de esta época producida bajo el signo del eterno femenino. Y ahí reside su gloria, por la cual tanto rigor de inteligencia le Ítem al milagro: el de apoyarse poderosamente en una determinación vitaL Poique este rigor pueSe permanecer puro, general y abstracto, sin pasar jamás a la encarnación y al accidente, o convertirse en ntaseuUantad, es deeir, sensibilidad al encanto, homenaje a la belleza. En ella la pintura, cosa mental, se convierte en cosa deliciosa. lean Casseu, Panorama de las artes plásticas contemporáneas pubHeado en 1960 con el mismo título e idioma del autor. Nos valemos de la versión español de J. A. Gaya Ñuño, aparecida al ano siguiente. EL MUSEO IMAGINARIO Por Vicente VEGA ¿NO HAY NADA COMO LA VISTA? Adolfo von Menzel era extraordinariamente miope y sólo podía trabajar acercando sus ojos a pocos centímetros de la superficie sobre la que pintaba. El Greco y Manet parecen haber padecido fuertes astigmatismos, opinión muy discutida. Matsyko era también miope, y Lembach sólovtenía un ojo. No hace muchos años se convino en que Alberto Durero había sido bizco. Y muchas personas reacias a ciertas novedades están de acuerdo en que una minoría de pintores modernos son daltónicos... Entre nuestros recuerdos personales figura el de un pintor tan corto de vista como de méritos, que, como Menzel, tenia que acercarse al lienzo tanto como le permitía la longitud de su nariz, y qué para apreciar el conjunto de sus obras las contemplaba a cierta distancia, valiéndose de unos prismáticos. Rigurosamente cierto. VEMOS LO QUE QUEREMOS VER Toda la historia del arte es una historia de modos de percepción visual: de las diversas maneras en que él hombre ha visto el mundo. La persona ingenua tal vez objete que sólo hay una manera de ver el mundo, es decir, la manera presentada por su propia visión inmediata. Pero esto no es cierto; vemos lo Que aprendemos a ver y la visión se convierte en un hábito, una convención, una selección parcial de cuanto se ofrece a la vista y un deformado sumario de lo demás. Vemos lo que queremos ver, y lo que queremos ver está determinado no por las inevitables leyes de la óptica o siquiera (como podrá ser el caso en los animales salvajes) por un instinto de supervivencia, sino por el deseo de descubrir o construir un mundo creíble. Lo que vemos debe ser hecho: real. El arte se convierte de este modo en construcción de realidad. Hebert Rsad, La pintura moderna Versión española de Miguel de Amibilia, Méjico- Buenos Aires, 1964.

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