ABC MADRID 01-02-1969 página 19

A B C S Á B A D O 1 DE F E B R E R O DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. I EN LA CUNA DEL ISLAM (II) EL PETRÓLEO TRANSFORMA A ARABIA SAUDITA La enseñanza femenina, gran triunfo de Faisal YEDDAH, LA CIUDAD CONSTRUIDA SOBRE LA TUMBA DE EVA Según la tradición, Yeddah (la abuela) debe su nombre al hecho de que la ciudad fuera construida sobre la tumba de Eva, la abuela de la Humanidad. Cerca del hotel Teddab. Pala. ce, frente al puerto, se encuentra un campo pelado donde los chiquillos juegan al fútbol (deporte que gusta mucho en Arabia) y en el que en otro tiempo se hallaba la tumba. Situada entre el mar Rojo y el desierto, Yeddah es la principal ciudad co vrrsal de Arabia Saudita y el gran puerto por el que han afluido durante siglos los peregrinos que se dirigen a La Meca, situada sólo a setenta kilómetros. Aunque ahora también en Arabia es invierno, la temperatura de Yeddah alcanza los treinta grados, calor que se hace más molesto por ser extraordinariamente húmedo. En verano se llega a los cuarenta y nueve grados a la sombra. Yeddah es una ciudad en impresionante expansión. Su parte vieja, amurallada hasta hace poco, conserva muchos de los rasgos con que la describiera Lawrenee. Pero el progreso derribó las murallas y comenzó a ganarle terreno al desierto. Las grandes avenidas rodeadas de altos edificios apenas son capaces de encauzar una intensísima circulación rodada. En Yeddah, como en toda Arabia, se ven los últimos y más lujosos modelos de automóviles producidos por la industria norteamericana y alemana. Coches fuertes, capaces de resistir el trato quejes dan los árabes, que los meten por cualquier terreno, y de soportar la arena que flota continuamente en el ambiente y que se introduce en los motores. El automóvil ha desplazado al camello hasta en el desierto. Los beduinos utilizan jeeps y otros vehículos todo terreno, mientras mantienen sus rebaños de came lias para ordeñar. Los árabes conducen con gran pericia a velocidades de vértigo, pero son poco inclinados a respetar ei Código de la Circulación. En carretera ponen los automóviles a 160 y 180 kilómetros por hora y suelen tomar las curvas por la izquierda y adelantar en los cambios de rasante. El viajero occidental pasa verdadero terror. NI CINE NI OTROS ESPECTÁCULOS En Yeddah, como en el resto de la Arabia Saudita, el cine está prohibido, no hay ningún otro espectáculo y no puede probarse gota de alcohol. Los aviones de las líneas interiores carecen de azafatas. En los hoteles no hay el menor servicio femenino; sudaneses de impresionante estatura sirven en los comedores y arreglan las habitaciones. El saudita es hombre refinado y evita los trabajos más duros, que suelen realisar los yemeníes. Gran parte del comercio está en manos de libaneses y de gentes procedentes del Hadramunt. Apenas circulan mujeres por las calles, y las que lo hacen van cubiertas por un velo negro que les llega hasta los pies. El desplazamiento de las gentes hacia las ciudades va reforzando la tendencia hacia, la monogamia. (El Rey Faisal es monógamo. La poligamia estaba justificada en una civilización del desierto, que apremiaba al hombre a tener rápidamente muchos hijos para poblar la tierra, cuidar de los rebaños y defenderse. En un país donde las tradiciones están tan arraigadas, la evolución es lenta y difícil. Con firmeza y prudencia Faisal va imponiendo las reformas que están transformando paulatinamente a Arabia. (No olvidemos que Faisal sólo lleva cuatro años en el Trono. El viajero piensa que ha llegado con diez años de adelanto. Pero la verdad es que después de este plazo Arabia habrá consumado el salto y habrán desaparecido prácticamente estos factores diferenciales procedentes del pasado. ENSEÑANZA FEMENINA Y TELEVISIÓN Un ejemplo del genio de Faisal es lo que podríamos llamar su batalla por el establecimiento de escuelas femeninas. Cuando el Rey decidió crear la primera se le presentaron en palacio los ulemas para decirle que el Corán prohibía que la mujer estudiara. Faisal les repuso que no había encontrado un solo versículo del Corán que contuviera tal afirmación, y sí otros en que se leen afirmaciones como ésta: Más vale una hora de estudio que una hora de oración. Añadió el Monarca que crearía la escuela a título experimental y que nadie estaría obligado a enviar sus hijas a ella. Esta primera escuela, se construyó en Bureida. A los pocos meses, una segunda Delegación pedía a Faisal el establecimiento de nuevos centros docentes femeninos. El Rey había triunfado con diplomacia. Hoy existen cincuenta y cinco de estos centros en el país y se proyecta extender próximamente los estudios universitarios a la mujer. Con la misma firmeza, Faisal impuso el establecimiento de la televisión. Hemos visitado sus instalaciones en Yeddah y Ryad, construidas por tres empresas alemanas, y nos hemos quedado sorprendidos al com- probar que disponen del material más moderno. La televisión saudita emite de siete de la tarde a doce y media de la noche. Los viernes- -que es el día santo del Islam como para nosotros el domingo- -hay programa desde el mediodía. Carentes de cine y de cualquier otro espectáculo, los sauditas son unos incondicionales telespectadores. El Ministerio español de Información y Turismo ha enviado numerosas grabaciones, entre ellas partidos de fútbol y corridas de toros, que gozan de enorme popularidad. (Más de un árabe me ha hablado del Real Madrid con entusiasmo. En honor de los periodistas españoles que visitábamos el país pasaron un viernes por televisión un encuentro BarcelonaBilbao de hace tres años. Sería muy interesante el envío de otro tipo de informaciones filmadas, especialmente de carácter industrial, porque Arabia Saudita es una nación en construcción que busca la técnica en los países occidentales. España goza allí de una popularidad y un cariño difícilmente descriptibles, y nuestra industria y comercio, como veremos en otra crónica, podrían tener- -salvo en las bebidas alcohólicas y en los productos derivados del cerdo- -posibilidades prácticamente ilimitadas. TRES GRANDES OBJETIVOS El Gobierno de Arabia tiene en estos momentos tres grandes objetivos: cambiar la mentalidad del pueblo, fijar a los beduinos que vagan por el desierto y diversificar la economía nacional. Para lo primero cuenta con unos ambiciosos planes de enseñanza- -totalmente gratuita- que ya están dando sus frutos en la Universidad de Ryad. Para lo segundo ha emprendido la construcción de unas colosales obras de irrigación de oasis a fin de convertirlos en explotaciones agrarias que después serán repartidas entre los beduinos. Para lo tercero está a punto de dar término a la infraestructura correspondiente- -carreteras que atraviesen el desierto y ampliación de puertos- -antes de entrar en el primer plan quinquenal de desarrollo, que es ya inminente. Sobre la firme base económica de sus fabulosos yacimientos petrolíferos, Petromin, el organismo estatal encargado de la industrialización del país, autor de realidades tan espléndidas como la siderurgia construida en las afueras de Yeddah, provista de modernos trenes de laminación en caliente, está próximo a iniciar Id concesión de las explotaciones mineras, de las que ya hay trescientas preparadas, muy ricas en hierro, oro, plata, plomo, mica, bario, magnesio, etc. hasta un total de veintisiete minerales. Faisal quiere que su pueblo no sólo sea el portavoz espiritual del Islam, sino la más fuerte de sus potencias económicas. Arabia se está levantando con la colaboración de firmas norteamericanas, inglesas, francesas, italianas, alemanas y suizas. La presencia económica de España todavía es tímida y se limita a dos empresas que están construyendo un albergue para peregrinos en el puerto de Yambu, una carretera al norte de Medina, otra carretera al sur de Ryad y una presa cerca de la capital. Las oportunidades son mucho mayores. -Miguel TORRES. Todos los SÁBADOS 9 partir de las veinte horas Amenizado por el Trío LOS CARABELAS 5 recio: 300 pesetas por persona, servicio e impuestos incluidos. Apartamento lujosamente decorado- Aire acondicionado Ley Castellana VENDO Rentabilidad: más del 10 Revisable anualmente Propietario: T. Carvajal. Av. J. Antonio, 55- Tel. 24714 43 MADRID- 13