ABC MADRID 31-01-1969 página 19

A B C V I E R N E S 31 DE E N E R O DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 19. EN LA CUNA DEL ISLAM De ía Edad Media a! siglo XX en e! espacio de una generación AUDIENCIA DEL SOBERANO SAUDITA A UN GRUPO DE PERIODISTAS ESPAÑOLES El sol de AraKa llegó a nosotros como una espada desenvainada y nos dejó sin habla. (T. E. Lawrence. Desde la terraza del aeropuerto de Beirut cuento hasta quince enormes manchas negras sobre la pista donde paran, cargan y descargan los aviones. Son las huellas del ataque israeli. El avión que me llevará a Yeddah está posado sobre una de estas manchas. Detrás de los hangares se ven restos de los aviones destruidos. Soldados con metralleta al brazo y casco de acero patrullan el aeropuerto. En los campos cercanos a las pistas se ven algunas ametralladoras antiaéreas. El viajero que marcha a la Arabia Saudita se despide en Beirut del alcohol. Va a entrar en la patria de Maíioma, en el país que alberga los Santos Lugares del Islam- -La Meca y Medina- en la cuna del puritanismo y la estricta observancia del Corán. Va a presenciar el espectáculo único de un país que quiere saltar en el corto espacio de una generación de la Edad Bíblica a la revolución tecnológica. Salto fabuloso que da origen a las más extrañas paradojas. El Reino de la Arabia Saudita ocupa cerca de dos millones de kilómetros cua- mos los amigos por excelencia. Cuando el drados, casi toda la península arábiga, Gobierno de Ryad decretó el embargo del entre el mar Rojo y el golfo Pérsico. El como consecuencia guepredominio del desierto es prácticamente petróleo petrolero español se de dicha en el hallaba absoluto. La historia del Reino- -poblado rra, un de Ras Tanura. en espera de carahora por ocho millones de personas- -co- puerto gar. Bastó con que nuestro mienza hace tan sólo sesenta y siete años, Alberto Mestas. que está embajador, don realizando una cuando Abdelazziz Al Saud, el unifica- extraordinaria labor diplomática, acudiera dor. salió de Kuwait con cuarenta gue- al palacio de Faisal para que el Rey orrreros en dirección de Ryad, solar de sus denara personalmente que el buque fuera antepasados. La reconquista de la ciudad cargado. También por el solo motivo de la marcó el comienzo de la Historia moderna amistad han sido comprados a España dosde Arabia. Después de un millar de años cientos camiones, pese a que la oferta de guerra civil y de desunión entre las coincidió con una compra de tres mil catribus de la península. Abdelazziz lograría miones norteamericanos en mejores condicrear una sola nación. Finalizada la pri- ciones económicas. mera guerra mundial, los hachemitas no pueden mantenerse en el Hejaz, pese al HISTOBIA DE UNA AUDIENCIA apoyo inglés, y toda esta zona, donde se hallan La Meca, Medina y el gran puerto El día de nuestra llegada a Ryad sode Yeddah, cae en poder de Abdelazziz. licitamos una audiencia con Faisal y se En 1932, el Rey unifica las provincias de nos comunicó que seríamos recibidos al Hejaz. Nejd, Asir y Al Hassa. creando el día siguiente. A las diez de la mañana, Reino de la Arabia Saudita. acompañados del embajador español, esPoco después del descubrimiento de los tábamos en el palacio en donde el Monarca tiene su despacho como jefe del pozos petrolíferos, cuya producción se inicia en 1939 (tres millones de dólares) vie- Estado, jefe del Gobierno y ministro de ne el paréntesis de la segunda guerra mun- Asuntos Exteriores. Diez minutos después dial. Se r e a n u d a n las prospecciones, al llegaba Faisal rodeado de una pequeña principio poco rentables, que alcanzan pau- escolta. Pasó al salón de audiencias y orlatinamente u n desarrollo espectacular, denó que entráramos los primeros. Nos calculándose que en este año Arabia per- recibió de pie, en el centro. Alto, delgado, cibirá mil millones de dólares por este de nariz aquilina y ojos tristes pero de concepto. los que emana una faerte autoridad. Con FAISAL PONE EN MARCHA EL PAÍS su porte majestuoso y su mirada penetrante y melancólica representa el arquetipo Si Abdulazziz fue el unificador, el ac- del verdadero árabe. De sesenta y cuatro tual Monarca, Faisal Ibn Abdelazziz Al años, monógamo, austero, de ilimitada caSaud, es el reformador, el autor de un pacidad para el trabajo, está construyendo gigantesco plan de inversiones económicas un país que, como veremos, está transformando la sierto. moderno sobre las arenas del defisonomía del país. Como es lógico, la El protocolo de las audiencias es muy abundancia de la riqueza produjo en Arabia, con una organización administrativa medieval, momentos de desorientación, hasta que en 1958, Faisal, entonces príncipe heredero, se hizo cargo de las finanzas del país, iniciando una administración sensata, que habría de adquirir su pleno desarrollo a partir de 1964, año en que subió al Trono tras la caída de Saud. En reportajes sucesivos iremos viendo la historia de la transformación económica de Arabia desde una nación que vivía aun la Civilización del desierto a un Estado moderno que salda con superávit su comercio exterior con todos los países del mundo. El petróleo todo lo puede: 2.700.000 barriles diarios de producción. AMISTAD HACIA ESPAÑA Durante dos semanas, un grupo de seis periodistas españoles hemos recorrido AraBJa Saudita, invitados por su Gobierno. El cariño que hemos encontrado en todo el País por España es verdaderamente emocionante. Cuando la guerra de los seis días. la Embajada de España fue la única, aparte de las representaciones diplomáticas de las naciones árabes y musulmanas, eme no tuvo protección del Ejército. No era necesario, porque para el pueblo saudita so- Faisal Se Arabia rígido. Primero se le sirve café al visitante, luego té y después otra vez café. Esta segunda taza de café indica que la audiencia ha terminado. Entonces hay que esperar a que el Rey guarde silencio o que por algún gesto muestre que no tiene deseos de proseguir la conversación para pedirle permiso para retirarse, ha cortesía árabe le impide ser él quien ponga fin a la entrevista. Aunque las audiencias vienen a durar unos diez minutos, la nuestra se prolongó más de media hora. Después de la segunda tasa de café hicimos, por dos veces, ademán de pedirle permiso para retirarnos, y por dos veces continuó hablando. Después nos despedimos. Cuando más tarde nos encontramos en el hotel con el ministro de Información y Turismo, el inteligente Jamil Hujalain, que Tiabia estado presente en la audiencia junto con el consejero del Rey, el doctor Faraón (un hombre que se vendrá a vivir a España cuando se retire de la política) nos dijo: El Rey me ha manifestado que le hubiera gustado continuar la conversación con ustedes. Al comienzo de la audiencia, nuestro embajador comunicó a Faisal que España había retrocedido Ifni a la soberanía de Marruecos como una muestra más de to amistad hispano- árabe. El Rey preguntó por el Sahara, y el señor Mestas le explicó que el asunto está en vías de solución. Después nos fue presentando uno por uno. Yo llevaba un número de ABC con la fotografía de Faisal como portada. Cuando llegó mi turno se lo entregué. Al Rey se le iluminó el rostro, tomo el periódico, leyó con detenimiento el pie y hojeó pausadamente el número. Se le veía ilusionado, y durante toda la audiencia tuvo él periódico en sus manos. Faisal habló de España. Recordó su visita a nuestro país. Alabó la espiritualidad española, que comparó con la de Arabia, y se dolió: El mundo está dominado por el materialismo. Luego, refiriéndose a Gibraltar: Arabia está siempre junto a la justicia, y más evando la justicia está del lado del amigo. A España se le abre en Arabia no sólo la puerta, sino también el corazón. Nos habló también de la agitación estudiantil en varios países y recordó cómo ante la B. B. C. se demostró que Daniel Cohn- Bendit carecía del menor programa. Nos despedimos y abandonamos el salón, un salón sencillo, como todo el palacio, como todo en la vida de Faisal. Su Corte es austera y digna. Austero y digno es su Gobierno, por varios de cuyos ministros hemos sido recibidos e informados del extraordinario esfuerzo que, en el término de una sola generación, realiza el país que con más celo guarda sus tradiciones para pasar de la civilización del desierto a la Era de la tecnología. -Miguel TORRES PLAZA DE ESPAÑA, 1- 2 Te! 247 08 10 Madrid A Y AL A, 1 S Como final de liquidación de retales, nuevas telas