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ABC MADRID 30-01-1969 página 35
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ABC MADRID 30-01-1969 página 35

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. J U E V E S DS E N E i t O Dfí 196 EDICIÓN DK LA MAÑANA. PAG. 35. QECIR BARCELONA S al DÍA 8 TEMPERATURAS DE LA CAPITAL Max. Uto, 14,i2 9.5 EL PROBLEMA DE LA EXPORTACIÓN DE PIEZAS ANTIGUAS La partida 99,06 del comercio especial de España, referida a objetos de antigüedad mayor de un siglo y correspondiente al semestre enero- junio de 1968, monta la importante cifra de 26.656.330 pesetas, en c o n c e p t o de exportaciones. En lo que concierne estrictamente a C a t a l u ñ a el desglose regional de dicha partida es muy atrasado, de 1965, e importa, para nuestra región la cantidad de 16.371.732, de un total de 37.471.325 entre toda España. Por lo que se refiere a los años 1966, 67 y 68, se carece de cifras concretas, pero los datos, y los signos oficiosos, revelan una cuantía enorme, incrementada muy especialmente después de la devaluación de la peseta. Creemos que dichas cifras dan motiva a la reflexión, por la triste realidad que encubren tras su aparente frialdad, incluso equívoca, pues se prestan a ser consideradas como el balance positivo de una simple operación comercial. Pero hay más, y la verdad es otra. En Italia se paga una equivalencia de veinte mil a veinticinco mil pesetas por un arca española, cuyo precio aquí, para el avispado comerciante que la adquiere en los encantes, es, aproximadamente, cuatro veces menor. Por un canterano curvado catalán, en el mismo país, según la misma equivalencia y con el mismo margen de beneficio, se pagan sesenta mil pesetas. Los armarios, las sillas catalanas y mallorquínas de alto respaldo, dorados y estojados, los frontis tallados de retablos o sus columnas sueltas, cuando no troceadas, se pagan igualmente a precios altísimos. Es hora, pues, de dar la voz de alerta, una vez más, pues el fenómeno itinenerante- comercial de nuestras piezas artísticas no es que suceda sólo de un tiempo a esta parte, como hemos de ver. Hace ya años, el crítico e historiador de arte don Juan Antonio Gaya Ñuño publicó- -pudo publicar, y eso es lo lamentable- -un grueso volumen de su especialidad, con el título Pintura española fuera de España A este volumen, si mal no recordamos, se añadió otro, que era un catálogo completo de las obras artísticas, de autores o de colecciones nacionales, que, por ése y el otro azar histórico, salieron de nuestro país para engrosar y enriquecer las colecciones extranjeras. En principio fueron las guerras, y sus consiguientes saqueos, el twetesíc o motivo de las expoliacieaís, sra, o esta forma quedaban en cierto meáo legalizadas o incursas en lo que se denomina riesgo catastrófico lí r. y con eJ fenómeno del niercantiatiy; s- -asiómeno posnapoleónico, cuya üwasifia de España significó, entre otras, la salida de La Dama de Elche y de La Inmaculada de Murillo, devueltas por el mariscal Petain en 1340- el trasiego hacia afuera de las obras de arte se convierte en fácil quehacer y provechoso negocio. No ya piezas aisladas de escultura o pintura, sino incluso edificios completos han emigrado, piedra a piedra. Visto como estaban las cosas y, aún más, viendo como podían estar, las autoridades españolas de los años 20 comenzaron a preocuparse por el problema con cierta seriedad. Pero la seriedad absoluta a las primeras soluciones de emergencia susceptibles de completarse en un futuro no se alcanzó hasta 1933, fecha en que, a impulsos del esfuerzo de don Francisco Cambó- -con tanta vocación de mecenazgo artístico como de político o financiero- las Cortes Constituyentes aprobaron una ley protectora de nuestras creaciones artísticas pretéritas de un v a l o r singular. Con posterioridad a nuestra guerra, eí 12 de junio de 1956, se publicó un decreto- ley para el más perfecto encauzamiento jurídico de las circunstancias concurrentes. Asimismo, con fecha 2 de junio de l %0, se decretaron modificaciones en los anteriores, cuya importancia e influencia no pueden ser desconocidas. No obstante, todo esto no era ni es suficiente, como se deriva de los hechos que ocurren cada día con éste o el otro pretexto o disimulo, y cuya existencia se desprende bien directamente- -si es que queremos verlo claro- -de las cifras enumeradas al comenzar estas líneas. Urge sólo que quien deba tome y ordene de modo concluyente las medidas precisas p a r a preservar de un modo efectivo nuestro patrimonio nacional de la voracidad insaciable de los mercaderes. Ver como los anticuarios italianos compran cuanto sale en el mercado barriobajero de los Encantes, en las tiendas de la calle de la Paja, aledaños de la catedral, etc. entristece a todos. Bien está que se admire, allende fronteras nuestro arto y nuestra artesanía, y que bien que se estimule esta admiración. Pero mal que se valgan de ella para su particular beneficio los logreros y los aprovechados. Día a día, pieza a pieza, de seguir así las cosas España se quedará sin un mueble auténtico, sin una tabla que no sea apócrifa, por macho que esté bien imitada, y lo están. Exportemos e s t a s imitaciones, sí, en buena hora, que también dejarán en alto nuestro pabellón, pues, al fin y a la postre, han s a l i d o de las mismas manos. Pero quedémonos con los originales, que para nosotros deben ser insustituibles, como un recuerdo de familia o un retrato de los abuelos. Lo iise son y en lo que deben ser considerados después de todo, pues un país no es otra cosa que una estirpe, una sangre, un clan llevado a dimensiones nacionales- -Ltiis SARGATAL. plaza de Cataluña está otra vez en obras suena un poco a ironía, porque ese otra ves supone un intervalo en el tiempo y uno, como cualquier otro ciudadano, se ha acostumbrado de tal manera a los arreglos, a los parches y a las cicatrices asfálticas que se ha llegado a formar la idea de que las obras en la más famosa de nuestras plazas han existido siempre. Por eso quisa fuera más correcto decir: Sin novedad en la plaza de Catahiña; continúan las obras Uno ha perdido ya la cuenta de los días que han pasado desde que se inició la actual operación Desde luego han transcurrido muchos meses. Creíamos, y así se dijo aquí en alguna ocasión, que se había emprendido la remodelación de la plaza, tanto en sus entrañas como en su superficie, abordando todos los problemas e inconvenientes a la ves. De esta forma tendríamos el céntrico lugar hecho una pena durante una cierta temporada, pero luego podríamos disfrutar de él sin más contratiempos. Pero nos equivocamos. Cuando todos creíamos que las obras tocaban a su fin, nos encontramos de pronto con que nos han levantado la Parte de plaza comprendida en la línea imaginaria que uniría las Ramblas con la Rambla de Cataluña. La construcción de los pasos subterráneos para peatones, la ampliación de las instalaciones del Metro, la construcción de un aparcamiento subterráneo... obligaron a ciertos sacrificios al ciudadano- -peatón o conductor- que fueron soportados con paciencia y buena dosis de humor ante la recompensa que nos esperaba al final el Poder usar la plaza de Cataluña en toda su extensión y verla, por fin, libre de obstáculos e impedimentos. Ahora el humor ya no es tan abundante y la paciencia se lia tornado en escepticismo y resignación. Uno se pregunta: ¿por qué no hacer las cosas según un plan preconcebido 5 racional? Suponemos que, aprovechando el viajs, serán quitados los raíles de las vías que todavía perduran como vestigio de un medio de transporte que tuvo su época y su principal núcleo de clientes en la plaza de Cataluña. Hoy los autobuses han sustituido a los tranvías y parece ser que se van a instalar varias isletos para terminales de línea en la céntrica plaza. ¿Es una medida acertada? El tiempo lo dirá. Uno sólo piensa en las aglomeraciones de público y en los peligros que van a originarse en combinación con la gran densidad de tráfico existente en la zona. También se van a instalar otras isletos y señales para encauzar el tráfico- ¿por fin, de manera definitiva? -y conseguir así una circulación giratoria en forma de torbellino como se ha dado en llamar. Bienvenidas sean todas las mejoras, sean de la índole que sean. En este caso, sólo nos queda esperar. Esperar que las obras sean ya definitivas y que se realicen a la mayor brevedad. Y la esperanza, según dicen, es lo último que se pierde. ¿Podremos, por fin, ver nuestra famosa plaza sin parches zanjas, baches, cicatrices, etcétera, limpia y arreglada de una vez? -N. yG que la AUTOMÓVILES Compre el vehículo de fa marea que desee, nuevo o usado, en el acto. Admitimos cambios Modernísimas facilidades ateniéndonos a sus necesidades Consúltenos EL MINISTRO PORfTOB DE OBRAS PUBLICAS VISTO LAS AUTOPISTAS DEL MEDITERRÁNEO, i t CONSTRUCCIÓN AVANZADA COSÍ medio millón de personas acudieron a visitar la última edición de Hogarotel Torre de Madrid- Tel. 24198 33 Barcelona 29. (De nuestra Redacción, por telex A las diez menos cuarto de la mañana llegó a Barcelona, procedente de Madrid, por vía aérea, el ministro de Obras Públicas de Portugal, don Ruiz de

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