ABC MADRID 12-01-1969 página 136
- EdiciónABC, MADRID
- Página136
- Fecha de publicación12/01/1969
- ID0000877861
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LA MVSICA EN ESPAÑA LA DIRECCIÓN DE ORQUESTA Por Antonio FERNANDEZ- CID LA HERENCIA DE ARBOS Y PÉREZ CASAS Ataúlfo Argenta, el director tipo E d u a r d o Toldrá, el artista EL M O M E N T O DE ENRIQUE J O R O A Y L A MAESTRÍA DE J E S Ú S ARAMBARRi Frühbeck, Alonso, Asensio, Marbá, Spiteri, Franco, Alcántara y Pirfano, en cabeza de los actuales continuadores C UANDO se intenta brindar un panorama objetivo que sirva noticia e información en torno a Ja dirección de orquesta en España, el punto de partida no puede ceñirse al momento presente que no es sino la consecuencia de aportaciones y siembras realizadas en años anteriores, algunas con arranque lejano pero decisivo. En efecto, habríamos de retrotraernos a los comienzos del siglo XX cuando los empeños anteriores, los denodados esfuerzos de nombres tan prestigiosos como el del compositor don Tomás Bretón, con la Sociedad de Conciertos, dan paso a una orquesta y un director cuyas sombras protectoras todavía ejercen su influjo: la Sinfónica de Madrid y el maestro Enrique Fernández Arbós. Una y otro, basta él fallecimiento de éste en los años de nuestra guerra, fueron aumento, guia, de Alabarderos, puesto en el que tuvo u regalo y ejemplo, cuna de melómanos en brillante sucesor: Emilio Vega. Pérez GE ciernes, foco de las más amplias expan- sas fue, ante todo, el concertador adm siones conocidas en los matinales del Mo- rabie, depurador, alquimista magnifico e numental Cinema que varios lustros más los ensayos. Cierto que también supo cor tarde habían de alcanzar el máximo es- quistar la admiración de los públicos, peí plendor en las series de la Orquesta Na- antes, por encima de todo, la de los tai cional. Arbós, director con bonísima es- trumentistas a sus órdenes en el itrabaj cuela como violinista de clase, 3 a supo previo que no toleraba movimiento mi alcanzar de su cuerda al tiempo que sos- hecho, sacaba el máximo partido de k tenía la poptriaridad de so mtanfc y se elementos y conseguía ea tos de vient ooiwertía en modelo de maestro con gan- una calidad de la que aun son benef icit cho comunicatividad 4 ae todavía sé re- rías las formaciones actuales. Con la F cuerda y simpatía. larmónica, primero, hasta el comienzo Tres lustros más tarde, en 1915, irrum- tos años cuarenta, con la Nacional, com pió en la vida- musical madrileña una or- primer titular, más tarde, hasta que 1 questa nueva, la Filarmónica, y un maes- salud impidió la continuidad, Pérez Casa tro, su titular Bartolomé 4 érez Casas, de fue el gran maestro concertador de Es ancho prestigio como director de la Banda paña, que al desaparecer, en 1956, pud