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ABC MADRID 07-09-1968 página 62
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ABC MADRID 07-09-1968 página 62

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. SÁBADO 7 DE SEPTIEMBRE DE 1968. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 64. SNFOKMACIOPÍES TEATRALES SIETE GRITOS EN EL MAR DE CASONA, EN EL REINA VICTORIA ESTRENO DE E N G L I S H SPOKEN EN EL TEATRO CÓMICO En el teatro Cómico fue estrenada anoche la tragicomedia en dos partes, original de Lauro Olmo, Englioh Spoken Bajo la dirección de Alberto González Vergel, Lola Herrera, Manuel Tejada, Ramón Duran Tina Sainz, Alberto Alonso, Ana María Morales, Juan Luis Galiardo, Marisa Paredes, Amparo Jimeno, Braulio Piter, Luis Mari, Luis Ocón y Rafael Duque interpretaron con brío y precisión la pieza, ilustrada con una canción, música de Paco Ibáñez, en un magnífico escenario de Manuel Mampaso. El público rio y se emocionó sucesivamente en varias escenas y aplaudió mucho al final le cada uno de los dos actos, obligando a salir en ambos al autor. Al final de la representación los aplausos arreciaron y Lauro Olmo dio las gracias. Se levantó el telón numerosas veces Mañana publicará ABC un comentario crítico sobre este estreno. María Luisa Merlo, Carlos Larrañaga, Mayrata OWisiedo, Carlos Casaravilla, Doris Coll, Rafael Navarro y Miguel Ángel Teatro Reina Victoria. Título: evitar el suicidio de Julia Miranda. El pa Siete gritos en el mar Autor: recido no puede ser más flagrante. Alejandro Casona. Dirección: José Sin embargo, hay una construcción proOsuna. Intérpretes: Antonio Ca- fundamente lógica, inflexible, Priestley, rreras, Estanis González, Juan que falta en Casona. Hay en el inglés una Martínez, Carlos Larrañaga, Mi- teoría filosófica llena de rigor, perfectaguel Ángel, Carlos Casaravilla, mente explicada, que tampoco apuntala el Mayrata O Wisiedo, Mario Alex, drama de Casona, cuya falta de rigor es Doris Coll, Rafael Navarro, Ma- indudable. Se apoyaba Priestley, al escriría Luisa Merlo y Carlos Ibarzá- bir en 1937 Yo estuve aquí una vez en bal. Decorado: Manuel Mampaso. los libros de J. W. Dunne El universo serial y de Oupensky Un nuevo modelo de Ignoro en qué fecha exactamente escribe universo Sostiene Dunne que en nosotros Alejandro Casona esta comedia. Siete gri- hay una serie de observadores en series tos en el mar que se estrena ahora con correspondientes de tiempos. El hombre años de retraso en Madrid. Pertenece sin que despierto es el observador uno al dudaba una etapa en que el comediógrafo dormir y soñar es el observador dos español hace un giro en su dramaturgia y Puede ver en esa situación acontecimienla orienta hacia una temática que dimana de ciertas novedades filosóficas y científicas en relación con el tiempo, con el problema del hombre en la dimensión temporal. Siete gritos en el mar en efecto, se incluye en un cicló teatral que tiene su capitán, su guía, en Priestley. Hay notables paralelismos entre esta pieza de Casona y Yo estuve aquí una vez del escritor británico. Pero lo que en éste es una especie precisa para su sucursal en Madrid de desarrollo de un tema filosófico, en Casona se queda en hábil aprovechamiento JEFE ADMINISTRATIVO dramático de un tema no profundizado, no para asumir responsabilidad Departamenorganizado. Lo que en Priestley es filosofía, to de ventas. en Casona es melodrama. Edad aproximada: 30 años. En Yo estuve aquí una vez el personaje central asiste a la realización de un Sueldo, de 120 a 140.000 ptas. anuales, según aptitudes. hecho que es ya para él un recuerdo o un sueño. El doctor ha soñado unos Amplia experiencia administrativa, dotes acontecimientos dos años antes de que se de mando, correspondencia, iniciativa produjeran. Conoce, por tanto, al volver al propia, afán de trabajo y seriedad. Imtiempo presente, real, lo que puede ser prescindible inmejorables referencias. considerado como el porvenir de unos pera: Los Mesejo, sonajes, e interviene para tratar de modi- Escribir Señor SERRANO. 17. Madrid (7) (12.574. ficarlo. En función de ese conocimiento anticipado, logra, en efecto, modificarlo. El rico señor Ormund no se suicidará, y por consiguiente dejarán de producirse todos los males que ese suicidio ha acarreado en su realización anterior. En Siete gritos en el mar escrita con toda seguridad después, a estrenar, propio para cine, se vende o alquila, en Sigüenza. Juan de Santularia sueña una acción en la que intervienen varios personajes. Al desDirigirse por escrito al Sr. Bahnaseda. pertar su sueño le permite intervenir para Alcalá, 87. MADRTO- 9 ODAG MAGNIFICO LOCAL tos que aguardan al observador uno en el tiempo que éste vive, que es otro tiempo. Eso implica, según Oupensky, la existencia de un tiempo circular. Los acontecimientos, explica el doctor Gortler desarrollando la filosofía del tiempo óupenskiana, se repiten en forma espiral. Un nombre puede cambiar su destino si consigne salir de la espiral en que avanza por el tiempo y pasar a otra. Eso es lo que hace Ormund al decidir no suicidarse. Bien. Todo esto exige que la acción se produzca con absoluto orden. Ese orden falta en Casona. Si el sueño premonitorio de Juan de San tilla na está en el pasado, todo lo que soñó deberá repetirse rigurosamente. Pero no es posible. Otro es el barco, otro el capitán; no hay guerra. Los personajes no van a tener ocasión de encontrarse en una situación límite y de confesarse ante la muerte. Sólo se repite la situación de Julia ¡VCranda, y eso desvirtúa el valor constructivo de la pieza. No puede soñarse lo que ha pasado distintamente de como pasó. Si lo que Santillana soñó no era pasado, sino porvenir, como en el sueño del doctor Gortler, entonces al intervenir para modificar el destino de Julia Miranda, de esta modificación tendrían que sucederse la modificación del destino de los demás, como sucede al no suicidarse el señor Ormund. Pero el destino de los otros personajes de Siete gritos en el mar no depende de Julia Miranda, como depende el de los otros personajes de Yo estuve aquí una vez del suicidio de Ormund. Es decir, que Casona ha superficializado el tema, que lo ha melodramatizado y que nos cuenta unas situaciones melodramáticas de unos personajes cargados de tópicos literarios a lo Dekobra, a lo Paul Morand, es decir, terriblemente periclitados. El hecho de que lo cuente con habilidad, aunq. ue con recargo excesivo en el tip literario de la conversación, no puede ocultar la inanidad a ue queda reducido el tema cuando se le despoja de toda elevación, de toda metafísica y se reducen los grados de realidad diferentes a mero truco escénico. Una pieza más de recreación literaria, juego que tanto abunda en la obra de Casona, un autor que a los pocos años de su producción literaria nos aparece como excesivamente conservador, demasiado apegado a ideas tópicas, simple conju ra or de materiales usados, tratados, eso sí, con buen gusto, dignidad literaria y, por lo general, buena armadura teatral. La interpretación de la melodramática aventura, que en el fondo es un sueño, aunque se anude finalmente con la realidad, fue excelente la noebe fcl estreno, muv ajustada, con agravamientos bisn estudiados, aunque se abuse un poco de posiciones del autor ñaüjlsntio fle escaldas al público en busca de una naturalidad que

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