Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 16-07-1968 página 21
ABC MADRID 16-07-1968 página 21
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 16-07-1968 página 21

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página21
Más información

Descripción

ARTE Y ARTISTAS CRITICA DE EXPOSICIONES Por A. M. CAMPOY CERÁMICA JAPONESA ROBERÍA GONZÁLEZ ELENA ASINS 5. ESCUELA DE MADRID Acercaos a un artista con el mismo respeto que a un príncipe dejó dicho a sus adeptos el maestro del té Kobori- Eushin. Y para un teísta no había otro arte, después del arte exquisito de preparar el té, que el del nobilísimo alfarero que amasaba, daba forma y cocía las sensibles vasijas del casi sagrado ritual. Okakura. Kakuzo nos describe en El libro del té todas las refinadas ceremonias que tienen como protagonistas a la hierba aromática y los frágiles cacharros en que se convierte en bebida poco menos que divina, psro las descripciones de Okakura- Kakuzo, tan aristocráticas, más parecen desarrollarse a nivel cortesano que entre las clases populares del Japón, por lo cual se puede presumir que las vasijas utilizadas serían piezas de porcelana de Arita, o de Hizen, tal vez del alfar de Saksída Kakiemon, decoradas por Ninsei y DohachL Pero el pueblo también ha sabido desde siempre saborear el té y, naturalmente, servírselo en vasijas delicadas, tan útiles f! fif bellas, ffnrfiift y elegantes, humildes pero nunca toscas, por lo cual es lícito sospechar que esa cerámica de exportación ñamada satsuma cursi y recargada, no ha sido nunca una cerámica auténticamente popular Japonesa. El pueblo se fabricó desde siempre su propia cerámica, con naturalidad, prestándose un hermoso servicio, como algo cotidianamente necesitado y espirituabnente exigido y por eso ha podido decir Yanagui Soetsu, propulsor de las artes del pueblo, que el arte es como una religión; si no está intensamente ligado con la vida no tiene significado. Cuando el arte popular está en decadencia, la vida del pueblo está muy lejos de ser bella. Entonces, a juzgar por esta exposición de cerámica popular japonesa (también debida al esfuerzo de Alberto Folch y Eudaldo Serra) la vida del pueblo nipón sigue siendo sonriente. Estas piezas cerámicas continúan hablando su tradicional lenguaje estético y útil; se ve claramente que no son, como las falsas satsuma vasijas hechas industriahnente para su masiva exportación. Aquí están presentes las características de la vieja cerámica, cierto que enriquecidas, como casi todo lo japonés, por la apertura a los modos de vida de óteos países de Oriente, y del Occidente Jarro de la Isla de Kiushfu, hacia 1760 también. Tanto en las piezas puramente populares como en otras debidas a los ceramistas actuales, la constante de utffidad y belleza sigue siendo la sencillez y hasta diríamos que la humildad. Esta cerámica parece rechazar esencialmente la ostentación. Y, como ocurre con la misma porcelana, no es fácil clasificar esta cerámica, ya que frecuentemente un ft -upo procede de diferentes regiones. Las piezas de Bfczen, por ejemplo, a fuego directo y más Mea rudas, reúnen idénticas características a las de Tokaname y Tamba, y las de Shigaraki, fuente y rugosa, se identifican igualmente con las de Iga. H propósito de esta pequeña exposición- -dicen modestamente sus organizadores- -es el de divulgar el amor a la cerámica, ofreciendo al espectador una oportunidad más para valorarla y apreciarla como se merece, en la seguridad de que jamás se verá defraudado. Ciertamente que no. Estas piezas funMato Fukuora, actual, popular. V- -I Botella japonesa, 1860. Botellas para el Salte hacía 1660 y 1830. Recipiente para la ceremonia del (Sala Santa Catalina) M

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.