ABC MADRID 18-05-1968 página 123

ABC. S Á B A D O 18 DE H A T O DE 19 G 8. EDICIÓN D LA MAÑANA. PAG. 123. SÉPTIMA CORRIDA DE LA FERIA DE SAN ISIDRO LOS TURISTAS Plaza de toros de Madrid. Seis toros de los Herederos del conde de la Corte, para Antonio Ordóñez, Rafael Jiménez Chicuelo v Miguel Márquez, que confirma la alternativa. Peso de los toros: 558, 515. 524, 546, 510 y 561. Sería curioso obtener una estadística de los aficionados aue acuden a las corridas atraídos por el prestigio o por el interés de la ganadería anunciada. ¿Llegarían a la docena? No. No lo creo. Quedarán, a lo sumo, cinco o seis. Y digo quedarán poraue antaño, un antaño de antes de nuestra Kuerra. no diré aue abundaban, porque setentar con alguna flor que otra, que aparece aislada en el erial de una corrida vulgar. He dicho vulgar y tal vez me excedí en el calificativo. Por lo general, un toro del conde de la Corte no es totalmente vulgar nunca. Se diferencia de los demás, aunque no sea más que por su trapío. Ya has visto los seis de hoy. De su peso y de sus hechuras hemos visto unos cuantos toros. Pero ninguno con las cabezas de éstos de hoy. ¿Te has fijado que volumen de cabezas? ¿Te has fijado en lo astifino de las puntas de sus pitones? A ver, dime que toro astifino vemos ahora. Rarísimos. En cambio, los seis del conde los tenían como afilados por un afilador. ¿Quieres saber mi opinión sobre su pelea? No me muerdo la lengua. En general, me han decepcionado. No. No me dejo llevar por ese arrebato del benigno público, que ha obligado a dar la vuelta al ruedo al quinto y al sexto. Ninguna de las dos ha sido enteramente merecida. El quinto tomó dos varas, sin excesiva codicia, aunque con buen estilo, pero era blandengue, dobló repetidamente sus manos. Y con esto no transijo. Toro que dobla repetidamente sus manos, falta de casta al canto. Y que me perdone di came- lo de los piensos compuestos. Ni que los piensos compuestos fueran, en lugar de alimento, una paliza! Lo que sí han tenido tanto el quinto como el sexto es raza para embestir, sobre todo el quinto, porque el sexto era tardo. En resumen, dos buenos toros, muy buenos si se quiere, pero no de vuelta al ruedo. Los otros cuatro no me han gustado. Un momento. No me han gustado apreciándolos como toros del conde de la Corte, flor de la bravura, porque en relación con otros de otros hierros, siempre llevan la ventaja de su indudable raza y casta, pero esta casta y raza que la tenían indudablemente era en muchos instantes desagradable, y en otros, singularmente en el cuarto, remolona. Su casta no era, ni muchísimo menos, la tonta de la pandereta que tanto gusta en estos calamitosos tiempos del borrego. Tenían que torear. Antonio Ordóñez los toreó. Al segundo, mal, y al cuarto, admirablemente. Empleó el mismo argumento que con los toros del conde. La faena mala al segundo fue mala en un torero como Ordóñez, ya salles, la faena mala de un torero bueno, que es buena en los toreros malos. Frío, sin confiarse, sin entenderse con el toro, sin acoplarse con él, pero decorosa, estimable, habida cuenta de la índole del toro, no muy dificultoso, pero tampoco bonancible. Murió de una estocada en el rincón Al cuarto había que obligarle mucho. Había que imponerle la obediencia, había que enseñarle a embestir. Pase a pase, con repo- Aqueüos lances de Márquez al sexto toro ría. faltar a la verdad, pero sí había ua reducido pero apreciable número de los aue se llamaban tonstas. Estos toristas jamás se preocupaban de los toreros, quiero decir aue no iban a la plaza a ver a los toreros, sino a juzgar la calidad de los toros, a solazarse tonto con los bravos como con los mansos. No existe un toro igual a otro afirmaban los toristas. Y añadían: Hay que estar muv atentos a todos sus movimientos, sobre todo los de las orejas. El toro siempre anuncia lo que va a hacer por cómo mueve las orejas. Las orejas son el lenguaje de los toros. ¡Pobres orejas! Se han quedado mudas. Ya no sirven más que para cortarlas a manos llenas de pañuelos. Confieso que jamás he sabido comprender el lenguaje orejófilo. Para mí como si fueran sánscrito. Llega a más mi ignorancia. Nunca me ha sido dado percibir el menor movimiento de las orejas. Esto sólo podían cazarlo los toristas. que no tenían ojos más que para el toro, desatendidos casi totalmente de la actuación del torero. Soy viejo amigo de uno de los cinco O seis toristas supervivientes. Me lo encontré a la salida del séptimo festejo de San Isidro. Echamos a andar calle de Alcalá arriba, despaciosamente. Le pregunté su opinión sobre la corrida. Traslado lo que me dijo sin quitar ni añadir punto ni coma. Para mi este cartel era el más atrayente de la Feria. Ya supondrás que por los toros. Soy un apasionado de los toros que fueron del conde de la Corte. Los considero como la flor de la bravura, pero no me duelen prendas no te oculto que es preciso reconocer que, de un tiempo a esta parte, la flor se está marchitando. Me explicaré: I- o que pasa, a mi juicio, es que ya no salen ramos, esto es, un manojo de toros formado por tres cuatro, que en tma corrida demostraban m bravura y o nohWa, Ahora no tenemos que con- VI ft DONDE MADRIDES RESIDENCIAL CIUDAD LOS EOBLES (PuertadeHienio) dentro de un inmenso parque de 80.000 m y por eJ precio del oiso sea también propietario de muchas cosas más: Club social Piscina Parque iTif -nt j Pistas d tenis Zonas de estar Piscinas infantiles Capilla Guardería infantil Centro comercial con supermercado Establecimientos diVWSOS Gran lavandería Centro escolar de enseñanza primaria y bachillerato Aparcamiento por vivienda Aire puro, calma, Berenidad y vistas al Pardo y la sierra de Guadarrama viva en Sea propietario en régimen de cooperativa a precio de coste 8.000. pesetas m! de un piso de lujo en la zona más residencial de Madrid, s DESDE 1 2 0 0 0 0 Pta cteeritrada restoí! 4 años s Tipos de viviendas, 120,160, 200 y 24O m OPORTUNIDAD: ESTAMOS FINALIZANDO LA INSCRIPCIÓN DE LA 1. 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