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ABC MADRID 22-01-1967 página 30
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ABC MADRID 22-01-1967 página 30

  • EdiciónABC, MADRID
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DE CERO WMf AL INFINITOS Por Julián CORTÉS- CAVANILLAS Este en el último Cero al infinito y verá la luz ruando. Dio? mediante, me encuentre de nuevo en Roma como corresponsal otra vez de A B C. Dos años ha durado esta sección, con el mismo paralelismo de tiempo que los Psicoanálisis- y creo ha ido útil en cuanto a la revisión de un centenar de valores humanos, dignos de figurar en una antología donde la grandeza de ánimo, la inteligencia y la capacidad de trabajo merecen ser reconocidas públicamente para estímulo de tantos otros valores en potencia. Hoy cierro este interrogatorio de quienes se remontaron de la nada hasta una cumbre con proyección de infinito, trayendo como postrera figura a un joven escultor que ha sabido labrarse su propio pedestal con arte sumo, con espléndida imaginación, realizando una obra admirable y de porte clásico pero magnificada por un estilo moderno, rico de matices, relieves y expresiones, de los que dejan huella. José Luis Vicent nace en Madrid el 24 de octubre de 1926, y aunque hijo del escultor Julio Vicent, con el cual se inicia como aprendiz, debe ante la muerte de su padre comenzar a trabajar para vivir, ya que una falta total de recursos económicos le obligan a afrontar la vida casi de niño. Sus etapas de trabajo y estudio se señalan en 1915 con una beca de la Real Academia de Bellas Artes; cuando sale de la Escuela, en los concursos nacionales del Ministerio de Educación se lleva un premio de escultura, y recibe el primer encargo de una imagen para la Congregación de loLuises; en 1951 gana el concurso abierto por el Obispado de Madrid para la realización del retablo de la Santa Iglesia Catedral; en 1956 recibe el premio al mejor boceto en la Exposición de estampas de la Pasión; en 1957 le encargan el monumento a San Ignacio de Loyola en Alcalá de Henares. Pero oigamos al propio artista historiar su propia obra en el diálogo que he tenido para presentarle cumplidamente a los lectores de A B C y cerrar con este émulo de Berruguete y de Alonso Cano esta sección de Cero al infinito tan calurosamente seguida por una gran masa de público. IME, José Luis, ¿con qué obra importante iniciaste tu actividad profesional? -Con el retablo de la Catedral de Madrid, compuesto de un grupo de San Isidro de cuatro metros de altura, dos imágenes de la Fe y la Caridad de dos metros treinta y diez santos labradores, todas ellas talladas en madera policromada. ¿Te dedicaste exclusivamente en aquellos años iniciales a la imaginería religiosa? -Coincidieron muchos encargos religiosos, entre ellos todas las imágenes de la iglesia de los Padres Jesuítas de la Casa Profesa, con esculturas en piedra en la fachada y de madera en el interior. Luego realicé la capilla del Filosofado, también de los jesuítas, de Alcalá de Henares. Y, finalmente, en aquel momento, totalmente ignaciano, hice una Virgen de cerca de tres metros y un frontal en 1 capilla del seminario de la Compañía en Aranjuez. ¿De dónde arranca tu vocación de escultor? -De mi padre y de su obra. ¿Cuáles fueron el maestro y la obra que más te inspiraron? -Como imaginero que soy, Berrugmete, y señalando la obra suya que más me impresiona el Moisés que está en el museo de Valladolid. ¿Con qué escultura ganaste tus primeras pesetas? -Con una Inmaculada para los Luises. ¿Craes que la escultura resume excelsamente la música, la pintura y la poesía? -Sin duda alguna resume las otras bellas artes, porque está impregnada de todas ellas. -La anatomía y su conocimiento, ¿es fundamental para el escultor? -Sí, porque después, aL fijar el propio estilo, hay que saber dónde está cada músculo y cada hueso. ¿Trabajas con modelos de carne y hueso? -Generalmente, hoy no. Los modelos se tienen en la cabeza. -Además de esculpir, ¿pintas? Pintar, no. Dibujar, sí, ya que es fundamental el saber expresar en trazos lo que uno quiere hacer con el barro, la piedra v la madera. -De los materiales para la escultura ¿qué prefieres: el mármol, la madera, el bronce o el granito? -Creo que el más escultórico es la piedra, pero las calidades de la madera, por ser más calientes, dan mucha satisfacción al escultor, porque es muy agradecida cuando se la sabe acariciar. ¿Qué piedra española es la más bella? -La más sobria es la de Colmenar Viejo, por ser caliza, con contraluces y profundidad, aunque no admite finuras, pero sirve, en cambio, magníficamente a las grandes masas escultóricas. -De los grandes escultores clásicos, ¿a quiénes admiras más? -Los que más me impresionan, aparte del colosal Miguel Ángel, son Donatello y Luca della Robia. Y de los españoles establezco la jerarquía de mi admiración con Berruguete, Alonso Cano y Montañés. ¿Cuáles son, para ti, las seis obras escultóricas mejores del mundo? -Pues, el Moisés de Miguel Ángel; et David de Bernini; el San Jorge de Donatello; la Puerta del Infierno de Rodin; el Pórtico de la Gloria en Santiago,

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