ABC MADRID 12-08-1966 página 5

¿ACCIDENTE O SUICIDIO? i A MUERTE DE MME. ED 1 ARDS INSPIRO LA MARIPOSA QUE VOLÓ SOBRE EL MAR aenoveva Cantetme, capricho f París, casada con un multimillonario, f I bella mariposa que Inspiró enavente. ÜRANTE el varano de 1911, el millonario A l f r e d o Egwards, el hombre de los cien millones tras de realizar un viaje de placer por los mares del Norte, en su yate LAimée surcó las aguas del viejo Rin, Le acompañaba, además de algunos amigos, la que al cabo había pasado a ser su esposa, Genoveva Lantehne, de veintiocho años (la mitad que el marido) muy bonita, de ojos inmensos, rostro un tanto lívido, algo melancólica y sentimental, sin dejar por ello de mostrarse sencilla y afable. Buena actriz de comedia, en poco tiempo había hecho una brillante carrera, éxito que algunos relacionaban con la circunstancia de ser su esposo director de Le Matin Su verdadero nombre era Matilde Fossey. Los íntimos la llamaban Ginstte En ila noche del 26 al 27 de junio, la señora Edwards, por causas desconocidas, cayó al agua y sé ahogó. El suceso dio mucho que hablar en París, que la adoraba, y no altó quien sospechase que el esposo había tenido cisrta participación indirecta en lo que nunca pudo saberse si fue suicidio o accidente casual, Don Jacinto Benavente se sintió muy impresionado por este suceso y le dedicó un espacio en una de aquellas deliciosas Sobremesas que semanalmente publicaba en una Los Lunes de El Imparcial de Madrid. Justamente, en la del 7 de agosto de 1911. Barajaba las distintas versiones que corrían acerca del trágico fin de aquel lindo artículo de París para terminar diciendo: ¿Vn suicidio? Según eso, las mariposas efímeras también se suicidan cuando se queman a la luz. No; cumplen su destino; vuelan hacia la luz y se abrasan. Igual, ese bonito juguete, mariposa- mujer, en alas de encajes y colores de pedrería, volaba en torno a esas luces deslumbradoras que son el amor, la riqueza, el arte, la loria... y se abrasó en cualquiera de ellas, tai vez en la que menos calor daba. Esta idea quedó fija en la privilegiada mente de don Jacinto y años después, bastantes años después- -el 22 de diciembre de 1926- -estrenaba, cotí gran éxito, en el teatro Fontalba, de Madrid, La mariposa que voló sobre el mar una serie de bellos pensamientos e ideas generosas, sin carecer de frases sutiles e intencionadas, que arropaban a un argumento que no era otro que la vida y en particular el trágico final de la infeliz Genoveva LanteJme, maravillosamente escenificado y poetizado. El autor, en la última ¡intervención de la protagonista, pone en sus labios estas palabras: Yo no sé si usted se acordará; un día en el barco vimos revolotear una mariposa; sin duda vino entre las flores o entre los ramos de limonero que de Taormina trajimos a bordo. La mariposa volaba sobre el baro pretendimos aprisionarla, pero ella tendió el vuelo, voló hacia el mar, voló muy lejos, la perdimos de vista. Todos pensamos: No podra volar mucho tiempo; las alas sutiles de una mariposa no son para volar sobre el mar... Sé que mi vida frivola puede ser dichosa de vanidad en vanidad. La ambición de ser una gran artista, la ambición de un amor del que nunca podré ser digna, fueron para nú como ese mar para la mariposa que voló sobre el mar... ¿Qué importa? En un instante habré vivido toda otra vida; no es sólo la gloria del triunfo lo que puede dar fe de una noble ambición... Móntenlos después sale la actriz dé escena y, a poco, se oyen rumores de voces, la campana, el silbato, el timbre de a bordo... La pobre mariposa ya no vola. rá más. Fue Margarita Xirgu la protagonista de esta obra y, al imprimirla, a tan gran actriz se la dedicó Benavente con la promesa de que ella estrenará, mi última obra Lo demás es bien sabido. Vicente VBGA té comedia, estrenada n I FonUiba, desentela M mundo 4 9 o r a y M l t mu parecido al que ho llena ta pátinas d lo periódico entimowUle