ABC MADRID 17-07-1966 página 32

Dos de ias poses famosas de Raphael actuando. bedrio mi intuición musical y mi instinto canoro. ¿Cuándo te presentaste por vez primera en público? -Exactamente recién cumplidos los dieciséis años. Sin embargo, mi actuación importante ante una masa de gente tuvo lugar en Barcelona en 1962, al celebrarse la fase española del Festival de Eurovisión. ¿Qué puesto conseguiste? -El cuarto, que en aquel momento, y para un desconocido como yo, significaba una gran victoria, ya que detrás de mí quedaron clasificados cantantes muy conocidos. ¿Cómo se titulaba tu canción de aquel Festival? Perdone Ótelo de Ignacio Román y Manuel Alejandro. ¿Y cuál fue la primera canción que ex profeso escribieron para ti? -Una que grabé en París en 1963 llamada Tu conciencia ¿Pero con cuál obtuviste tu primer triunfo sobresaliente? -Con Te voy a contar mi vida de Manuel Alejandro. ¿Sabes solfeo? -Ni una sola nota, aunque todas me son muy simpáticas. -Sin embargo, paradójicamente tú eres una nota musical viviente. -Desde luego, mi aspiración es llegar a dar una de las notas más altas en la canción moderna. Es decir, a dejar una huella sonora. -A propósito, Rafael, si consideras la melodía en quien canta como la sustancia de su propia alma, ¿tú, qué mensaje pretendes transmitir cantando? -Yo deseo infundir bondad, paz y incordia entre quienes me oyen. Lo digo con toda sinceridad. -Sin embargo, hay palabras en muchas de tus canciones que parecen insipirar otros sentimientos menos pacíficos. -Son pocas y se desvanecen cuando agradezco emocionado los aplausos que me ofrece el público. Quiero decir que como en mí no hay hiél, ni cantando, ni interpretando, ni viviendo, creo que lio que prevalece, después de mis actuaciones, es un sentimiento de agrado artístico. -Y además, qué prevalece en ti, ¿el actor o el cantante? -Intento que sobresalga el actor, porque lo que más me gusta en este mundo es el teatro. -Ahora bien, dime si tu arte lo consideras preferentemente como objeto de lucro o de vanidad, o como una necesidad de expresión espiritual y estética. -Sinceramente, como necesidad imperiosa de expresión en esos dos órdenes de la belleza y del espíritu. Yo vivo para mi arte con dedicación plena y a veces con inquietud extenuante. -Intimamente, ¿qué música colma tu vida, como armonía? -ha, sinfónica, con Beethoven en 1 cumbre y Chopin junto a mi corazón. Pero además siento toda la música, ¡Incluyendo de atañera particular la que me brinda la posibilidad de cantar e interpretar y que me entusiasma. ¿Te entusiasma por tus veintiún años? ¡No, no! Me entusiasma porque encuentro muchos valores en la canción de hoy. ¿Qué Juicio te merecen los Beatles ¡Espléndido! Para mí estos muchachos non la viva representación melódica de nuestra época, y si f c -Pero, ¿qué es el yeyeismo -Eso quisiera saber yo, suponiendo que alguien lo sepa, aunque creo que no lo sabe nadie y menos los que se llaman ye- yes -Sin embargo, ¿no están clasificadas tus canciones dentro de esa órbita, difusa y confusa, del supuesto yeyeísmo -En absoluto. Lo niego totalmente. Mis canciones responden a un sentido de interpretación moderna, pero con claridad melódica y argumenta! en su doble expresión. ¿Cómo estudias tu repertorio? -Propiamente estudiar no estudio mis canciones. Las oigo al piano, leo después lo que pudiéramos llamar su historia, pienso mentalmente en su interpretación y con rapidez vertiginosa las ajusto a mi temperamento. ¿Utilizas el espejo para medir y equilibrar tus expresiones y movimientos de brazos y manos? ¡No, por Dios! Un espejo para mi sería contraproducente porque entonces no haría 1 que hago. Mi único espejo es el que me ofrece el propio espectador con su mirada y su atención escuchándome. Ese es el momento en que me veo a mí mismo, y según la imagen que el público me refleja, así procedo. ¿Tampoco haces ninguna gimnasia vocal y mental para obtener los matices e inflexiones que tanto efecto producen cuando actúas? -Si tal cosa hiciera, lo intuitivo y espontáneo del poco o mucho arte que poseo, desaparecería para mostrar un cantante vulgar que, sin falsa modestia, es lo único que estoy seguro de no ser. ¿Cómo calificas tus canciones? -Como micro- comedias o melodramas en tres minutos,