ABC MADRID 03-09-1964 página 22

S si. Aduanas, un jefe de Centro del Cuerpo de Telégrafos, un cónsul honorario de Portugal... Graves y nobles señores a la antigua pasean y departen por el Parque de Cánovas, por la carretera de Isla- Plana y Cartagena, por la bellísima zona denominada La Isla... Y, a este respecto, Puerto de Mazarrón. sin dejar nunca de ser mediterráneo, viene a parecerse a una nobilísima villa cantábrica: Santillana d e l Mar, la de Casta de hidalgos de Ricardo León. Y también hay aquí jardines junto al mar. Una visita a Puerto de Mazarrón- -como una visita a Segovia o a Avila- -es una toma de contacto con la Historia, sin dejarse de vivir en el día presente, en el tiempo que corre... El viejo Oppidulum (pequeño grupo de viviendas de aldeanos) de que hablan Tolomeo y Calepino, se ha transformado en una villa marítima de singular encanto. Data ya de años esta transformación... Lo que es, realmente, reciente es la prolongación de Puerto de Mazarrón por la zona tradicionalmente conocida por La Isla: modernización de sus playas, construcción de chalets. Antes, hablar de Puerto de Mazarrón era refererirse a lo comprendido entre el cabezo donde se alza el faro y la carretera de Cartagena. Hoy, todo ha ganado en amplitud, sin merma del sentido tradicional recién ensalzado. Puerto de Ma- zarrón ofrece un conjunto tan polifacético como aglutinante. Tras de las residencias veraniegas, tras de los chalets de lujo, se alzan las casas antiguas, unas de rango señorial, otras de carácter modesto, pero todas con un estilo propio y tínico: el estilo constitutivo del engarce del ayer en el hoy... Y tras las avenidas marítimas y las extensiones playeras, esas viejas calles en escalera (como las de Ibiza, como las de Peñíscola, como algunas de Santander) son de un encanto singular. Por una de estas calles, se oye- -como se habrá oído en siglos pretéritos- -la voz, ya casi lánguida, de una mujer anciana llamando a su nieta: Marianili, Marianili... (Para oír diminutivos tan líricos es preciso venir a pueblos como Puerto de Mazarrón. En la playa, ante montes diversos, multicolores, perpendiculares, inclinados, nerviosos, arbitrarios, va cayendo, lentamente, la tarde... Los azules de Puerto de Mazarrón son maravillosos y obligan pensar en aquellos azules cantados por Gabriel Miró: Azules nuevos, como recién cortados; azules calientes; azules de pureza. Pero, en la tarde, no sólo hay azules, sino también verdes, grises, áureos, blancos, rosas... En este lugar, el crepúsculo es único: multicolor, irisado, de variados matices... Crepúsculo rojo y verde- gris y azul, áureo y violeta... No m abe, realmente, si es aurora o crepúsculo. 3 mar está en calina. El Mediterráneo es siempre bonachón y amable- -haescrito Ludwig- No guarda rencores y olvida sos caprichos en una noche. Esta amabilidad este allegro de su manera, de ser, lo comparte con los litorales que lo rodean y con los pueblos que viven en ellos. Por esta razón, estos pueblos son. adorables. ¿Se habrá logrado, en este adorable Puerto de Mazarrón, ese sueño poético que unas veces confunde y otras veces suprime los ocasos y las auroras? ¿Será siempre aurora, será siempre ocaso, en este inigualable lugar? ¿Será ésta, con las preseñaladas. una de las características esenciales de Puerto de Mazarrón, una de sus vibrantes notas diferenciales? Sigue el mar en calma, están llenos de intensa y única luz crepuscular los montes, los cabezos los islotes, las playas... Y se recuerdan los versos de un profesorpoeta (Camón Aznar) que parecen inspirados por este singular escenario: Gomo un mar inmutable es su verdad, sin ocasos ni auroras, (Porque aquí no hay ocasos, ni auroras. sino Etemklad... K. G. -B.