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ABC MADRID 11-10-1962 página 81
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ABC MADRID 11-10-1962 página 81

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. J U E V E S 11 E O C T U B R E DE 1962. EÍHCION DE LA MAÑANA. PAG. escenarios. La última obra que representó fue Gigl con Nuria Espert, en Barcelona. Con Irene López Heredia se va, además de una gran actriz, buena parte de una época teatral. En el teatro de doña María Guerrero había visto a doña Emilia Pardo Basan y había conocido a Galdós. y estuvo, sobre todo en los últimos años de don Jacinto Benavente, muu unida por estrecha y casi cotidiana amistad con nuestro inmortal dramaturgo. Irene Lopes Heredia era de Mazarrón, provincia de Murcia, y en la época de su nacimiento Sil padre, que era ingeniero de PRESENTACIÓN DE BODAS DE SANGRE En su casa de Madrid falleció ayer Ire- DE FEDERICO GARCÍA LORCA, EN- EL ne López Heredia. La famosa actriz padecía un cáncer diagnosticado hace tres años. Su fortaleza de ánimo y los auxilios TEATRO BELLAS ARTES de la ciencia médica hicieron posible que hasta hace dos meses permaneciera en los Estreno de La Atlántida Ie Falla, en Berlín Frío. Frío. Frío. ¡Cuidado cjUe hay que sión consiste, sencillamente, en ordenar el echar Biela para enfriar ese rayo encendi- tráfico. do que es el Lcrca de Bodas de Sangre Bodas de sangre es una tragedia pura Pues anoche se consiguió en el teatro Be- porque describe, como muy poeas veces Jlas Artes. No se salva ni una voz e Jas se ha descrito en el teatro español, el inJ que intervinieron. Loica fue zarandeado feliz destino de unas vidas. En la trageLorca fue canturreado, torca fue llori- dia, como se tr. tta fie la muerte, que a queado, torca fue desbarrado, mal enten- todos nos importa, la relación de los perdido, desentonado, frenado a destiempo y sonajes con los espectadores es algo casi traicionado por los cuatro costados. No es físico. La muerte, desde luego, es lo sie así. se llama una situación límite DeterFederico García Lorca fió siempre mu- mina, literalmente, miedos. La palabra cho más de su intuición que de su cultura. emoción es corta y está muy despelleEs difícil, probablemente, interpretar a jada por el teatro sensiblero. Lo enorme, García Lorca porque su teatro es un mi- lo fabuloso, lo extraordinario de Bodrs lagro de raros equilibrios. Rebuscar temas de sangre es que la tragedia anterior a muy locales, irse a la tradición popular y Lorca era- -preceptivamente- -la tragedia meter, incrustar en ella el relampagueo de unas figuras ilustres Los clásicos y modernista es ser. contemporáneamente, los románticos solo conciliiero n la trage conservador y progresista inocente y dia entre duques o reyes. García Lorra osado, candido, fuerte y frágil. Todo lo renunció a esa sólida escalera y trató fie narrativo es en Lorca tradicional. Bo- que el espectador se solidarizase con vidas de sangre es un cuento pueblerino, das menos brillantes y seductoras. probablemente es una realidad transfiPudo hacerlo norque, verdaderamente, gurada en materia estéticamente nueva. Sobre el esquema del relato irrumpe, como el teatro es poesía. Poesía dramática, úo un escopetazo, la presencia de lo moder- de luego. Be La zapatera prodigiosa i La casa de Bernarda Alba hay un t ¡no, lo atrevido, lo inesperado, lo sorprendente. Lorca no tuvo tiempo para buscar go camino- Bodas de sangre está al o más alíá de la mitad- -por el que LorcT las cosas dentro de sí. Es, en efecto, Lope- -no sé quién lo ha dicho- pero como va desprendiéndose del instrumenta) nudebió ser Lotie a los treinta años. Es una ramente lírico y esquematizándose, í ravoz. Una vos: que despoja a los seres rea- matizándose En Bodas de sangre a les de todo lo que es ajeno a su pasión fí- medida que avanza la tragedia, va Lorsica. Por ahí le entraron los imitadores ca liberando- a Leonardo y a La no vi: que casi lo descubrieron todo. Todo menos de cuanto pudiese modificar o evitar so el enorme secreto de poner en los mismos último destino: la muerte. Frente a fila grados de temperatura emocional a la ma- no queda más voz ni más poesía pcstMe que la dramática. La tragedia es un, yoría y a la minoría. tuacitín teatral que paraliza todos los juiEs que ésa es una de las más típicas características de la tragedia. Todos los es- cios: incluso el moral. Sólo alguien sabía anoche lo que d be pectadores son iguales frente a la exposición, el contacto, el sentimiento de la fa- ser la representación de una tragedia: talidad. La palabra es lo más importante José Caballero, autor de los decorados. de tina tragedia porque la palabra es el Exceptuado el cuadro de la boda- -sin ántestimonio más riguroso que se conoce dr gel ninguno, que es lo único que no se la presencia humana. Misión del director puede perdonar en Caballero- los otras de una obra teatral es, ante tddo, respe- eran admirables, y el último decorado E tar la unidad de la obra. Temo que algu- uno e los mis Aji á s que se han puesto nas veces crean los directores que su mi- de pie en un esíSjSirio. ¡Qué lástima de HA MUERTO IRENE LÓPEZ íí ta caiicatuia de la genial aotuz lúe muy celebi ula por ella en Mía, Obras Públicas, dirigía allí la construcción de una carretera. Vino con su familia casi de nifia a Madrid, donde muy pronto sintió la vocación por el teatro. La llevaron una vez unas amigas a la representación de una obra por un grupo de la Sociedad de Arte Español y al regresar a su casa dijo que quería volver todos los días a ver una representación y que también quería ser actriz. Su familia trató de disuadirla, pero ella fue a esa agrupación artística, de la que entró a formar parte, y apareció en un papel de característica en. Por las nubes de don Jacinto Benavente. Su padre quiso entonces que fuera al Conservatorio y tomase clases de, declamación y de canto para tenerla apartada de las compañías profesionales. Sin embargo, Irene había decidido otra cosa y se presentó a Simó Raso. Fue admitida y con él hizo vanos papelitos. Un día. al muy poco tiempo, la vio actuar doña María Guerrero y la contrató. Era una chiquilla. Con doña María debutó en el papel de Fidela de La malquerida que no tenía más que una frase. María Guerrero y Fernando Díaz de Mendosa la llevaron por vez primera a América, y al regreso, como Ernesto Vilches se separara de la compañía, Irene Lopes Heredia se fue con él para interpretar los papeles de damita joven. Con Vilches se hace Irene Lopes Heredia primera actriz. Y con Vilches permanece doce años. Esta es la primera etapa de Irene López Heredia, su nombre ya es conocido y el público la admira, la quiere, la presta su calor. La otra oran etapa de Irene López Heredia la marcan los años en que forma compañía con Mariano Asquerino. Sus últimos grandes éxitos, ya amenazada por el incurable mal que padecía, se los dieron La Celestina y Don Juan Tenorio en el papel de Brígida. Huelga decir que Irene López Heredia había representado obras de los más importantes autores españoles de la larga época en la que ella actuó, pero la que ella amaba más y en la que ella había triunfado siempre era La malquerida como primera actriz. Paquita Rico, José Rtibio, Pepita Serrador y Rafael Arcos intérpretes áe Bodas de sangre representada anoche eti el teatro Bellas Artes

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