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ABC MADRID 19-03-1961 página 83
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ABC MADRID 19-03-1961 página 83

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C DOMINGO 19 DE M A R Z O DE 1861. EDICIÓN DE LA MAÑANA, PAG. 83 ¡Y EL- ALCÁZAR NO SE! En su. número de ayer, La Vanguardia Española de Barcelona publicaba el editorial que a continuación reproducimos. Bajo los títulos que anteceden, una noble pluma- anónima, muy conocida de los profesionales del periodismo, subrayaba el famoso episodio de. Mr. Matthews acerca del Alcázar de Toledo. Tan oportuna, nos parece en estos momentos la evocación, (fue quisiéramos acampai ñavía de linas interrogacietnes dirigidas al desenfadado Nekv York Times tenas e inconsolable enemigo dé España. Supuesto que allí donde opina sobre nosotros, allí yerra, cabe preguntarse: ¿Qué inspiraciones oscuras guían sú deliberado afán de ignorar! las realidades españolas, dando libre cauce a propagandas que, no sólo no se tienen en pie y cierran con verdades incuestionables, sino que están montadas ridiculamente sobre plataformas histriónicas, poco con- grítenles con la reputación de seriedad que. esc diario usufructúa efi su país? ¿Qué designios, -qué, finalidades; qué turbias maniobras persigue o mueven al New York Times cuando, ahora- y antes de ahora, intencionadamente falsea- -pues su ignorancia no es verosímil en este cásch- -los Hechos más flagrantes, mar nif. iestos y umversalmente, conocidos y bien verificados de la vida española? Pudiera Neiv York Times atacar a España desde muchos ángulos. Todos los -Voy a escribir nna carta al New York Times explicando lo mal gue funciona eíi España el servicio contra incendios. países son vulnerables, á la. crítica. -Pero los delirantes redactores, colaboradores y corresponsales del diario dé Nueva York- -lodos ellos incursos, por yiémez profesional, en la baratería, del sensacionalistno -se distinguen especialmente en eso de equivocar el ángulo rde marrar siempre el tiro. FALLEROS Fotograbado de la carita jne el periodista norteamericano Jierbert L. Matthews, lie Ja- sección editorial del New York Times escribió a la excelentísima señora. viuda de Moscardo, declarando la falsedad de unos informes tjue Matthews recibió y difundió contra los defensotes del Alcázar. de. Toledo. t B ker M, tese Ouzaas í. B swurto émr frtmt é wttinj th Alaázar csused raXn to yot) ar 3 fowr farally í regrét very tach, -and I og ríd yo r f a s ü y to sc. tc lñtUl í qa. fí Tom il r aliaef. that I rote hfit K dÍ 4 la th rfginal v e: rsió ln gobd faíth. I be 11 e siso, tfeét thoa ffho fu. rol hed iss with the Information I usad, llire is áld in good faitia. fiowever i have become eoi vlncs 5, after readlxis iwWeoee púfeilsned by Jlanijel Aznar nd dlscusslag tn e atá ttet sXtb t f peoplft í ti Uál ill year, an not rtiateyeí révlseS editlos can rasure y ou that. lí í. -i a? e no objectlon jk í l to t h l s l Hace aos o tres años. -no el (Sato eronoiógico a ia vista- -un gran periodista norteamericano, cditorialis ta del Ihe New l t rk Times Herjbert. L. Matt ews tic. nombre essirxhió un libro titulado El yago y. ias flechas Sus invectivas v zaherimientos coiitía la política de España no podían sor- prender, a nadie, porque el Sií Mat t- hcwa no hace, misterio del enojo oiiie le producimos. Pero, en medio fie las muchas; críticas airadas y cíe! os ter. minantes juicios condenatorios, había un capituló en que el escritor iba más allá de todos los límites (jue marca la. prudencia y caía en fortísijjias y agrá- viantes distorsiones de la verdad. A ouel capítulo estaba dedicado a la gloriosa. y triunfa! resistencia del Aisázar. de Toledo contra el asedio de! Ejército rojo. El eifcandilamiento y ianaíisma tíe Herbert L. Matthews por todo cnanto traer descrédito y quebranto la política española le. hizo caer en un grrave eng áño. Contáronle unos cuentos tártaros, unas íKcreíb! es patrañas, y él las tomó por jjurísiiMa verdad. De donde venia a suceder que en e! Alcázar no sucedió casi nada de lo tic todos sabemos- He aconteció; ue no hubo áiá! og: o telefónico entre el coronel Moscardo y su hijo Luis: ue Luis, el mártir, -ni síqaiora estuvo en To- ledo; que las historias de- beroísmo no valían- un comino, por esto, por aqu sIloy por lo c 5 e más allá: aus las mujeres refugiadas en el Alcázar fueran víctiinas esclavizadas del terror. En, suma; de la eptopeya fíe Toledo no que- -daban más aue linas cuantas briznas desdeñables. Y así se desplomaba una. de, las más altas piarías de la España de nuestro tiempo; una Klpria quehombres como Charles Maurras y el poeta Clandel tuvieron por gran cima en la historia de los hombres. La versión de Matthews era, como decimos, grave. y empezó a circular por todas partes, en alas de una edi ción apoyada por los sombríos círfeuios fer aatSespañoíes del inundo entero. Uno de

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