ABC MADRID 06-07-1960 página 23

MADRID YA TIENE UNA PLAZA EN BARCELONA. SE LLAMA DE LA VILLA DE MADRID Cerámica, obra de la Escuela m dti ¡leñ- a de ¿Fránoiso; o PJcjntara, cqr. que la Casa de IWaífid contribuyó al ornato de la p: aia dedicada a la capitc: de España. La Puerta de Alcalá sé pavanea a la soni ra de ¡as audaces tor. es, q u e el genio de Cíeudí levantó para el templo de la Sá- l grsda Familia, stmfcolo de ia Barcelona moderna. IGO ya tísiiíj porque hasta el reciente descubrimiento de un cementerio romano- -Barcelona es romana y gótica- -y hacer el vaciado correspondiente del antiguo edificio de la- Caja de Pensiones, y del incendio y derribo de Jo que fue convento de las Teresas, en 1935. aquel lugar tenía el nombre antañón dé la plaza de la Canudo, que ya no sa llama as: cortando por gala en dos la. calle del rr. i. smo nombre, donde está el Ateneo barcelonés, Cuya fachada posterior, ornada por una lápida que dedicaron al insigne polígrafo don Miguel de los ¡Santos Olíver, daba a lv calle de Bot, y hoy abre sus balcones de casa vieja a la luz de la plaza da la Villa de Madrid, con un rótulo en cerámica madrileña, que regaló el Círculo Casa de Madrid por iniciativa de don Julio Alvaro y don Andrés Villanueva, y ía estatua de una maja goyesca sobre una fuente de cuatro caños, que sostienen cuatro delfines, réplica de los que existen en los jardines de Barceló, y el que se ha hecho popular éá la- calle de Hortaleza, a espaldas de las Escuelas Pías de San Antón. La ochocentista plaza de la Canuda, ahora de la Villa de Madrid, está rodeada de un cinturón de callecitas evocadoras: la de Bot, rota por los derribos; las de Gérhellans, Duque de la Victoria, pasaje de Magqla y continuación de lá citada en primer lugar con San Buenaventura. Pertenecen a ese casco antiguo de la ciudad vieja que los Ayuntamientos barceloneses tanto r se pteocirpan en conservar y restaurar su fisonomía, como ocurre con la de PetritxolSi tan lJefta de recuerdos, que ella sola merece un artículo: las de Puertaferrisá y Boquería, plaza del Pino ¡de un lado; dé otro, Tallers, Elisábeth, Carmen, Hospital, San Pablo, Unión, Conde de Asalto y plaza del Teatro, de donde no- han desaparecido los tugurios del Barrio Chino. al castizo paseo del Pacifico, cambiándole por otro que dice: Avenida de la Ciudad de Barcelona. Esta tiene su comienzo en la glorieta de Atocha, actualmente de Carlos V, y acaba en el Puente. de Vallfecas. Pero un refrán nos consuela, porque nunca es tarde si la dicha es buena En 1936, las turbas quemaron y luego derribaron el convento de las Teresas, car- melitano; exactamente igual que hizo José Bonaparte, en él Madrid de 1810- 12. derribando conventos madrileños para abrir plazuelas, atribuyendo a la escasez de espacios abiertos las frecuentes epidemias que entonces asolaban la Villa. Hace pocos años, al derribo de la Caja dePensiones, que hoy ocupa espléndido edificio en la Vía Layetaha, y aparecer los vestigios del cementerio romanó, la Junta Mu- nicípal acordó dejarlo al aire y ampliar las excavaciones. Desaparecida en su totalidad la plaza de la Canuda, interrumpida la ca lie dal mismo nombre y rota en parte la calle de Bot, el madrileño entusiasta, que: es Villanueva, vicepresidente de la Casa de Madrid, acompañado de don Julio Alvaro, presidente, y de otros directivos, acudió al Ayuntamiento barcelonés pidiéndole que al r. uevo lugar se, le diese el nombre ás la villa de Madrid, ofreciendo costear la obra fc cerámica que ho sobre; el muro de la casa del Ateneo barcelonés, da nombre- -he dicho- -a la citada plaza. La iniciativa fue Calurosamente acogida por. el entonces alcalde- -buen alcalde, al Que debe Bare Jona los m. ás modernos proyectos- -don Antonio Mafia Simarro. Una Comisión de la citada Casa de Madrid hizo un viaje a la antigua Corte, visitando al conde de Mayalde para que presidiera la inauguración y descubrimiento de la lápida, y al marqués de- la Vaidavia. Ambas autoi idades acudieron a Barcelona, y el descubrimiento de la lápida, eri que aparecen unidos los escudos de ambas ciu- La maja madrileña redecilla goyesca y, so- dades, fue presidido por los dos alcaldes. bre e ta, el descomunal lazo, llamado ca- ¡Entonces nació aqueJ. romanee: ramba que hizo papular la famosa tona. P o r e) c i i i i j e d e i f r t y í i i l d e dillera Waria Antonia Fernandez La Caque no en- hiiWe raTiba en el siglo XVIM- contempla desde es cñ alcalde, k alto de su pedestal el cementerio romano ¡iiadi- d e M a d r i d e t c descubierto recientemente mientras unas palomas, tan se. ñoras tomo fandango de CeJ La cerámica, obra de la Escxiela madripera, miran recelosas a los delfines simbóWeos. Ai fondo, e! muro del edificio dej Ate- leña, simboliza el estrecho abrazo que une ineo, baíGeilonés, que orna la lápida dedicada y debe unir para siempre, a madrileños y barceloneses: la. Puerta dé Afcalá se rea don ¡Miguel d ¡os Santosa OSiver. cuesta en la audaz arquitectura del temNo sé qué razón edilicia -digámoslo plo de la Sagrada Familia, obra genial de así- no juzgando suficiente la breve calle Gaudí, por cuya cuna discuten Beus y céntrica, amplió el homenajea la ciudad de Buidoms. -Eduardo M. DEL PORTILLÓ los Condes en 1939, quitándole su letrero La plaza de la Villa de Madrid, en Barcelona. En primer término, cementerio romano hsce poco descubierto. Pero es un soiarium, domáe impera e! balón. (Fotis Brangu 1! Todas las ciudades provincianas conser van lo típico, menos Madrid, que, -pt r él contrario, abre nuevos espacios a través del caserío viejo so pretexto de modernización rio siempre afortunada. Reconozcamos que Barcelona ha tardado en darle el nombré de Madrid a un lugar de su espléndida ciudad, mientras que la del Oso y el Madroño hace más- de cincuenta años puso el nombre dé la Cendal a la calle que, partiendo de la de Cádiz, antigua de Majaderitos, termina en la comercial dé la Cruz, muy cérea del lugar- -esquinazo de Espoz y Minas AlvaresOata- -donde se alzaron, consecutivamente, el hospital y teatro de la Cruz, rival del Príncipe, qué nació Corral de la Pacheea y hoy es teatro Español.