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ABC MADRID 22-12-1959 página 3
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ABC MADRID 22-12-1959 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO T R A DO í 1 U S DE D íA RIO T R A DO I IL O S b E i N N I N F 0 RM ACI 0 N G E N E R A L FUNDADO. EN 1905 POR DON TORCUÁTo LUCA DE TENA F 0 R M A C 1 Í. -O G E N E R A no es lícito regatear con cicatería, simpatía y aplauso a la gir? fatigosa, agotadora, del presidente amsricano. Sólo e. comparable con. aquella madeja de itinerarios de Carlos V que, trazados sobre un mapa, asombran y apabultan. En la hora de la aviación se le está dando la última razón a la infantería: Eissnhower se está pateando literalmente el planeta. Y en la hora de la televisión y de la radio, él presidente está rehabilitando el valor fundacional, del diálogo. Platón y Sócrates tenían razón. Para meter una idea en una mente o un coiazón no hay como doblarla en muchos dobleces, como se hace coa una sábana para meterla en un baúl. Y ésta es operación que se logra mucho mejor entre dos personas. El presidente es hombTe piadoso. Sus viajes tienen también algo de los viajes de San Pablo. No sabemos lo que privadamente dialoga en cada una de sus visitas, pero en lo que llega hasta nosotros ha reducido a un esquema elemental y angélico su mensaje profundamente cristiano- -paz, fraternidad entre los pue blos- y lo v repitiendo ante Papas, sultanes, indios y europeos, con una tenacidad paulina opportune o inopportune Tenacidad conmovedora de santo: casi de mártir si se piensa un poco en sus dos- trombosis coronarias. Es fácil, sobre todo para nosotros viejos europeos, retorcidos héticos, proyectar sobre tanta belleza una leve matización de sonrisa o duda. Bien mirado, el presidente va haciendo aplaudir por todo el mundo una evidencia- -la paz- -en la misma medida en que va escamoteando todo lo problemático y no evidente: ¿cómo? Algunos cronistas de su mismo tono puritano se han refugiado en el precedente- de la predicación evangélica. No logró ésta su éxito con otro mecanismo: la predicación reiterada; la luminosidad desarmada de su evidencia. Esto es cierto. Pero no debemos olvidar algunas requeñas diferencias. Antes que nada, todo el elemento sobrenatural y de la Gracia. Es verdad que las palabras- r- el disco diría un ramplón- -de Eiserxhower se parece bastante a los de los ángeles ante los pastores en la noche de Belén: Paz a los hombres de buena voluntad. Pero, en cualquier caso, cantar esto de, pronto entre un luminoso rompimiento de nubes no es lo mismo que bajar de un avión, con un traje gris y un impermeable al brazo, a decírselo al presidente de Pakistán. Aparte de esto, debe pensarse que aun para el mismo mensaje de la suprema paz, si Evangelio, no sirve ya del todo, como observó agudamente el cardinal Newman. el antecedente de su primera predicación y difusión ante los paganos y los bárbaros. Estps- eran un público de ida tierra virgen, permeable a la novedad. Pero los bárbaros del siglo XX son bárbaros de vuelta La Buena Nueva no es que no sea para ellos buena es que ya ni R EALMENTE siquieira es nueva porque hace tiempo que la conocieron, refutaron y rechazaron. No se trata ya de predicar una e: se trata de rehabilitarla. Y si esto pasa en el alto nivel luminoso y- divino del mensaje evangélico, ¿qué, no basará en el mensa- je humanamente angélico de la pura democracia y el puro pacifismo que el presidente va sembrando con tan conmovedora voluntad? Tampoco esa nueva es del todo uueva. Cada bella palabra del presidente lcv a la espalda la rebaja de una anécdota, de un re uerdo. El dice Paz, -negociaciones, democracia, autodeterminación; y por el subsuelo de la enunciación arcádica va corriendo una traducción turbia: Ginebra, Teherán, Munich, las guerras, las revoluciones, los 1 nacionalismos. Si el Cristianismo tiene que rehabilitarse, como indicaba Newman, de veinte siglos de cristianos; también la democracia tiene que disculparse de dos siglos de demócratas y la Paz de muchos, congresos de pacifistas. ¿Qué añade e presidente a la receta de ayer? ¿Qué tiene previsto para el reparo del enfermo cua do le dice al mé- dico: Pero es que yo he probado ya la cortisona No me refiero ya siquiera a la gran objeción difusa por los akes: ¿cómo se va a concretar esa gran conversación pacífica e internacional que de algún modo tiene que ser coactiva, eficiente? ¿Cómo se van a desarmar los pueblos? Las palabras angélicas de Be- ir- tan parecidas a las del presidente, sé ha pensado siempre que tuvieron acompañamiento de cítaras, violines y guitarrillas; no dé explosiones nucleares. Casi al mismo tiempo, en cambio, que el gran americano siembra su mensaje, Barwolf, el gran sabio atómico, resume en un libro toda la impresionante eficacia lograda en la desintegración atómica y titula su libro: Ya no hay más, que rezar Uno ya no sabe si el presidente, que está mejor enterado que nadie de los pavorosos misterios de laboratorios y plataformas atómicas, lo que ha hecho es empezar ya a rezar- -entre peregrino y apóstol -por los caminos inciertos del planeta. Pero ya digo- que ni me; refiero siquie, ra a esa- descomunal incertidumbre, para la que sería mucho pedir que el presidente llevara bálsamo y remedio. Me refiero a niveles más bajos; a los raccanis- tilos- mismos de esa democracia que él les va predicando, con tan radiante son- risa esperanzada, a los moros y los hin- dúes. ¿No hay nada q, ue añadir a. la prometedora receta? Porque la fabricación de cosas tan- inmensas como son la Paz: y la fraternidad de los puebles parece que requieren perspectivas de eternidad: y el presidente las va ofreciendo con. poco más de un, año de vida política y manjato presidencial. Eí presidente vá ínter- tando proyectos eternos en fragilidades constitucionales. Dentro de un. año largo todo el país suspenderá durante seis me- ses la predicación, el Evangelio, la Buena Nueva y se prondrá a votar si sigue: diciendo lo mismo o todo lo contrario; Todo esto- -con indudables razones oventajas instrumentales- -ha venido sirviendo bastante bien para objetivos meñores. Pero, de pronto, las circunstancias han puesto en boca del presidente del magno país rectoré palabras de volumen casi evangélico y planetario. Y entonces se ha advertido con mayor relieve la in- armonía del mensaje con. la provísionalidad de la voz qué las pronuncia. Se ha podido llegar incluso al parangón que ante? decía con la Buena. Nueva que fundó la paz de Cristo. Pero ¿cómo hubiera marchado todo aquello si San Pablo hubiera dicho en sus epístolas: Os digo todo esto con una autoridad que v a n á poner a votación mishijos dentro de un año ¿O cómo hubiera sonado el men saje de Paz de los ángeles navideños si se les hubiera sabido. ángeles conservadores para sola una legislatura? Pero es un exceso de simpleza soriie- ter a estas perplejidades el hecho apostólico y conmovedor del viaje presidencial. Es un espectáculo novísimo: una; nueva forma de imperar que hubiera dicho nuestro clásico Navariréte. Su agotamiento exhaustivo del tiejmpo ha llegado al límite de lo: sobrehurrlano con esos desayunos atareados como los que ha. tornado con el jefe indio o tomará hoy- con el Jefe del Estado español. Dios mío: pQr aquí, por Andalucía el desayuno había sido siempre el último reducto autónomo de la persona humana. ¡Ya ni lo dejan a uno desayunar en paz! era la expresión última de la congestión laboral, del agobio de negocios y quehaceres... Aun- que es verdad que a la elemental evideni cia que el presidente va predicando por tedo el mundo- -casi una oración pro Pace -difícilmente cabe contestar otra cosa sino un sobrio, esperanzado o desesperado, amén Y. -esta sola palabra, entre sonriente y dudosa, bien. puede ca ber entre un bollo suizo y- un buchs de café. José María PEMAN de la Real Áoademia Ésvañola

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