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ABC MADRID 18-06-1959 página 75
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ABC MADRID 18-06-1959 página 75

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. J Ü E V E S 18 DE J U N I O DE 1959. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 75 FÁCIL Y JUSTA VICTORIA DEL REAL MADRID (5- 3) SOBRE El SANTOS, ER EL HOMENAJE A MUÑOZ Lá velocidadí del campeón europeo se impuso al lento virtuosismo de los brasileños EL G E N T Í O Q U E LLENO EL ESTADIO APLAUDIÓ LARGAMENTE AL VETERANO EX CAPITÁN DEL EQUIPO BLANCO El Santos F. C campeón del Estado de Sao Paulo, uno de los que integrad el Brasil, campeón mundial de fútbol, sufrió anoche en el Estadio Santiaso Bernabeu su primera derrota en Europa. Después de haber vencido al C. D. N. A. de Sofía, al Anderlechtois, a La Gantoise, al Feyenoord y al Fortuna de Dusseldorf, h a tenido que inclinarse ante la superioridad de un Keal Madrid que no era más que un reflejo del auténtico campeón de Europa. Este 5- 3 adverso que ha admitido el gran equipo brasileño causará profunda sensación en su país. En Río de Janeiro se decía que el alto precto señalado por el Real Madrid a sus posibles actuaciones frente a equipos cariocas no era más que un promejantes a la mayor vivacidad del Real cedimiento de ocultar su temor de sufrir una estruendosa derrota en Maracaná. Es Madi id. posible que la noticia del neto revés del TRES GOLES DE MATEOS Santos F. C. obligue a los brasileños a recEfectivamente, el campeón europeo, acetificar su jactanciosa opiniónlerando un poco sus acciones, tomó la iniEstamos seguros de qué los jugadores y ciativa y al cuarto de hora un contraatalos directivos del Santos harán honor a la que iniciado por íSántisteban lanzó á hi intachable deportividad de que el once dio pareja Mateos- Di Stéfano hacia adelante pruebas bajo los focos del estadio, proclapara que el interior, corrigiendo los efecmando la justicia y el merecimiento con tos de una caída y ante la lentitud de que 1 Madrid los venció, con un tanteo Mourao, disparara desde cerca y batiera que nO: deja lugar a equívocos, y que pudo a Carlos. haber sido mucho mayor. Dos minutos más tarde, una diabólica LA RAZÓN DE LA DERROTA El Santos F. C. perdió su partido por nn. i sola, pero suficiente causa. Porque jugó, con a n a cadencia lenta, majestuosa, muy técnica, pero escasamente vibrante, y al Real Madrid no se le tuede jugar así. Más de una vez hemos dicho que el campeón de Europa tiene, como Aqúiles, un ía. lón vulnerable. El dardo que pueáe herir ese talón aquilino dql Real- IV drid es lá velocidad. Al Madrid es posible vencerle superándole en velocidad, imponiéndole u n ritmo vivísimo. Si al Madf id: s e l e permite jugar a su cadencia peculiar, él campeón sé alza con la victoria. Jíttgó el Santos iin partido muy técnico, qiíe tenía dos vertientes: lentitud en la fase de aprehensión dé la pelota y velocidad en jugarla. Por la primera de estas fases el Madrid disponía siempre de los scgaridcs necesarios para cortar el juego adversario y construir el suyo. Y así, en esos instantes de la lentitud brasileña, filé dónde forjó el Madrid su mando, su mayor actividad y finalmente su triunfo. Porque él pantos, escalonado en profundidad como un acordeón que se arruga y sé estira segiin c o n v e n g a a s u música, tUTÓ doce minutos dé iniciativa, én los que mostró las virtudes y las debilidades de su juego sabroso, dulzón tal vez, sólo enérgico en lá soltura y faéilidad para el disparo, de todos sus hombres. En esos minutos iniciales, Pelé hizo un gol admirable al disparar sin un segundo de vacilación iina pelota suelta en el momento en que Santisteban se la disputaba a Pagao. El interior, desde lejos del área, vio el balón en litigio y metió el pie con tanta fuerza que! a pelota pasó como un rayo hasta el fondo de la red madridista. HIEBKOS Iban sólo nueve minutos y el prólogo O S I L L A S- TRESILLOS prometía mucho. El capítulo siguiente fué fffl LAMPARAS- CERÁMICA un avance con medio equipa en semicírculo, saboreando la jugada hasta la parada ¡de Berasaluce, que íi sido uno de los movimientos cffnjuntos más espectaculares y artísticos que hemos visto en muchos años Infantas, 19. (Frente Gran Vía. y Mádridi de fútbol. Pero después de ese instante, el ENVÍOS A PROVINCIAS Madrid ya había visto que su ritmo era el que tenía más fuerza, y sólo con el pequeño OCASIÓN VENDO margen de velocidad en que aventajaba a los paulistas, iba a derrotarlos. La razón era muebles franceses, cuadros, tapices, lámsimplemente esa: la lentitud del Santos teparas, porcelanas, alfombras persas y piso, nía que ceder, en capacidades técnicas se- por traslado Almagro, 30. combináción de Gainza y Di Stéfano por el álá izquierda, rompió la zaga brasileña y Mateos, acudiendo al centro del ariete, remató íácilrneñte, desmarcado y clavó el segundo gol ante la estujiefacción de sus adversarios. Como la reacción brasileña no acababa de ciiaJ 3. r, el veterano Fagao se retiró para que el joven Coutinho ocupara su plaza. Mejoró con esto la eficacia del ataque blanco- -ayer el Ma 4 rid vestía de azul- ipero el Madrid éstab ya en trance de inspira pión y borraba al Santos por completo. Del, Sol, Di Stéfano y Gainza enloquecían a los brasileños. Pelé, profundo y h á bil, apenas señalaba contraataques atajados por Ruiz que la marcaba implacablemente, y a los tréinía y seis minutos Mateos, otra vezi aprovechaba una fabulosa arranca. da de Di Stéf ano con pase profundo, para batir de nuevo a Carlos. Era ün 3- 1 sin paliativos, con todo el Madrid mandando, creando, desbordando al Santos. Con Gento haciendo el relámpago ante el susto dp Pavao y Getulio, con un nuevo gol de Mateos, equivocadamente anulado por el señor Horn, porque la j u gada con Di Stéfano había sido t a n l) rillante como legal. UN PENALTY BIEN CONSEGUIDO En la segunda parte, con Gento H de extreiíió derecha y Gento en su sitio, el Madrid volvió a dominar, a poseer la pelota y ta poner én apuros a Carlos y sus defensíá es, pero otra vez inició l a cuenta el Santos. Pelé que escapaba y penetraba soló en él área, con el balón algo a d e lantado a su pié dominador, se tiró cuando le entraba Santamaría y Horn, impresionado por la caída, señaló u n penalty de arbitro poco ducho en triquiñuelas americanas. Lo ejecutó duramente, imp rablemente, Pepe y el marcador se puso e n un 3 T 2 emocionante. Mas la emoción duró poquísimo. Tres minutos más tarde, o sea a los catorce d juego, un pase de Del Sol a Gento I I sirvió a éste para penetrar bien por su b a n da, centrar largo y Puskas, que había sustituido poco antes a Máteos, sé lanzó a r a s del svelo y de un difícil caíbezazo tromplsó la pelota dentro del marco. Yá no había más que un claró veiícedor. El Santos apretaba algo más, pero su len titud le impedía sacar frutos de su prodigioso toque de pelota. Casado- ¿es la solución de la zaga madridista para la. temporada próxima? -en una tarde feliz r e ducía a la impotencia a Torval y empujaba al equipo azul hacia adelante. Sin embargo Pelé, en una arrancada p e r sonal provocaba con u n disparo duro u n rechace corto de Berasaluce que recogía Coutinho y colocaba en la red. Diecinueve minutas de mando madridista, intentos de Gento de líacer su gol, lanzado bien y generosamente por Di Stéfano y, finalmente, despejé de Casado, nuevo lanzamiento de Di Stéfano, y galope y gol fulminante de Gento, que redondeaba el 5- 3. Todo lo demás ya no fué sino epílogo, con el iñtérmiedio desagradable de vna, a c- ción de dos gamberros contra un jugador del Santos, tan injustificada como enérgicamente condenada por el público que llenaba por completo el Estsaio. Lá inmediata detención de los dos es! ectadores i n deseables iw rmite esi rar que serán sometidos a u n a sanción ejemplar. El piartido fué bueno, sin excesos. Las m a yores perfecciones las realizó el Madrid. El Santos es un equipo notable, no mejor que el Vasco, de Gama, y Pelé, con destellos de gran d a s e no nos desluitóró. Mateos estuvo cOmpíarado con el négrsfetp, deslumbrante. En el descanso no dé esos guasones qué nunca faltan, decía a, sus a iigos: El presidente del Santos acaba de hacer proposiciones a d ñ Santiago para coinprar a JWáteos. Y no era verdad, pero merecía serió. Húñoz Ha tenido u n gran homenaje, nn gran Heno y un público muy cordial que lé aplaudió larga y calarosamente cuando

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