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ABC MADRID 10-01-1959 página 15
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ABC MADRID 10-01-1959 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
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MlDltlIÍJ B J Ú Ú DIARIO ILUSTRAID l t- ÍD E: BE 1959 X. l) 0 ENERO EJEMPLAR DEPOSITO LEGAL- M. 13- 1958 AÑO QUINQUAGESII O SEGUNDO. NÜM. -16,484 5 2 P A G I- N: -A: S PJE S E T A S Í 6 SASEPRECI LA MAYOR PARTE DE LOS VECINOS FUE! SORPRENDIDOS EN SUS LECHOS POR LA EII M 0 SE POEDE EECISAl TODAYM- EL; HOMERO DE fl EL fOLUMEH DE LOS DAÑOS H t MINISTRO DE OBEAS PUBLÍGAS, SEGtJ! DEIDADES DE ZAMORA, DIRIGE LOS TRA iFtterza del Ejércíio y de la Guardia Civil, kipádas de esÍE s, la Juventudes. han cooperado- abnegadameiits en el salvam En. los primeros minutos de la madrugada de ayer, y como conse- cifiericia de las lluvias que han caído en las últimas semanas, se desbor dó la presa de la Vega del Tera, en la comarca de Puebla- de Sanabria (ZaiAora) muy próxima al lago del mismo nombre. La. violenta riada inundó el vallé donde se encuentra el. pueblo de Ribadelago, lugar, agregado: al municipio de Galende, muchas de cuyas edificaciones han. que, éa. d, o destruidas. Todavía no se conoce el número exactpí de víctimas. Ribádelago tiene una población que pasa de los quinientos habitantes, muchos de los cuales, a la hora de producirse la súbita e imiJetuosa. Hnundación, dormían en sus hogares. Las pérdidas materiales son muy cuantiosas. Eíministró de Obras Públicas, don Jorge Vigón, acom. pañado, del subsecretario de Gobernación, señor Rodrigues Miguel, llegó ayer a última %o ra de la tarde al. lugar de la catástrofe para dirigir ló de- auxilio a los damnificados éinforrríar al Gobierno de la magnitud d 0l siniestro: í La presa déla Vega del Tera forvia parte. del complep hidroeléctrico construido por la empresa Moncabril, y fué inaugurada por el Jefe del Estado el día 25 dé septiembre de 1956. Nuestro redactor, don Fernando Etcheverry, enviado especial de A BCyhá llegado en, las primeras ho 7- ás de esta madrugada al lugar dS la inundación. En planas interiores publicamos su primera crónica ifíl párroco salvó, con el agua al pecho, el Sagrario Zamora í) (Crónica telefónica de ntiestro corresponsal. Desgraciadamente h a n tenido plena confirmación, las primeras noticias recibidas sobre la catástrofe de Ribadéla o en la región sanabresa. Las aguas h a n destruido todo el pueblo. Es Ulía es ¿antosa tragedia telefoneaba protundamente conmovido e impresionado el director de El Correo de Zamora que sé- trasladó allí en las horas de lá Miañana; y todos cuantos hemos podido lleg r al pueblo y contemplar el espectáci io aterrador, vacío y destruido por las fuerzas impetuosas de las aguas, estamos ¿aún bajó el peso dé la desgracia. La presa dé la Vega del Tera, que es precisamente la más pequeña de las tres que componen el- complejo hidroeléctrico que Moncabril ha construido en 1 a sierra sanabresa, se dest drdó alrededor de las doce y media de la tióche. El hecho de que el personal dé ervlclo en la presa no pudiera dar avísftjháce suponer q u e también fué víctllpa dé la riada Aunque todo se prolíij (Í con extraordinaria rapidez, el tre- 0 P R -MS ÁÜTÓ- Femeima y- el- Freníe- de mueliis- faml go de su vida, al templo y ppnetrar ten u interior, hasta el aliar, recogiendo trábajosaMente el, Sagrario para poner a aivo las- formas coHsagrsidas. Lii? gjj coíriehzó. a prestar, s. aryecindaripj- ppro én. vista de que la riada seguía. en atumento, consiguió reunir algunas familias y todos junios ¡iiiciarón la salida del pueblo momefa. tos antes de qtie la Carretera- queda. ra totalmente cortada por las aguas. MUCHAS CASAS SE DESPLÓ- aÍAKÓ. Ní SOBRE SUS MOKA- DORES; Se calcula en unos ocíío millones) de n ctros cúbicos el caudal que irrumpía impetuosamente y que con empuje atfí óUádfor descendió en tromba h afcia él piífeHló de Ribádelago. ív La- fuerza enorme, dél -aguaderribó muchas caisas, -que- -cayeron desplomadas sobre sus propios habitantes. No es pjísible por éso calcular de móraenitO el número, de Ivíctimás. Noticias lío cónñrmadas- -pues dado el confusionismo de líls lírimeros. nioméntos hay que tomíi r con cautela todo, lo que se nos dice- -ageg irs. n que la crecida que se produjo en el í e r á y esi e l l a g o en los instantes primérds de la riada, fué tan enorme que llego a alcanzar más de seis metros en algunos puntos, leniendo en cuenta que él la. gó de Sanabria es un enorme embalse natural entre montañas capaz de recibir una gran cantidad dé agua, se comprende que la meJido ruido debió de poner en alarma al riada fué rápidamente absorbida en su movecindario de Ribádelago, pero áiités de mento más grave, frenando así eUímpetu que: pudiera organizarse la evacuación, lás: del enorme cauda! dé a. gua desbordada, aguas irrumpían ya. con tremenda íuerzat ccn lo cual la catástrofe no adquirió toda íá mayores proporciones, püés la riada en el pequeño pueblo. El cura párroco, al piído afectar también a oíros pueblos, colino escuchar el griterío de ías gentes, salió Galende y Mercado del Fuente, situados con toda rapidez de su casa y con- el agua en zonas que, de no haber, sido por el hasta el pocho consiguió llegar, con rieslago, hubieraM quedado también anegadas. De las arenas de las ñiágénes del lago han sido retirados algunos cadáveres, según inforniacióii telefónica que recibimos desde Puebla, y otros fueron recogíaos en las orillas del Tera, donde habían quedado enredados éiitíe la maleza. Toda la superficie del lago aparece cubierta de vis; aái, escom íjros, camas y diversos énsejres arras- trados por ¡as aguas a su paso, por el pueblo dé Kibadelago. Especialmánie cipnmór vedpr era el espectáculo que. ofrecía iiñ pequeño cochecillo dé niño, que fué también arrastrado por lá corriente. Las tioticia- s que llegan hasta. -nosotros alrededor; de las últimas. horas, de la tardé no indican el número de cadáveres recogidos hasta este momento. Sin embargo. se supone que dada la- terrible fuerza de arrastre de las aguas lio será posible recuperar 1 3 cadáveres de otras víctimas hasta

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