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ABC MADRID 01-10-1958 página 36
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ABC MADRID 01-10-1958 página 36

  • EdiciónABC, MADRID
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A 3 C. MnSBipOIiES pE- OG 1 TOS W! OEí. l95 g i: EBICION: PE 1.4 umA ííí. AG. 3 S si los j mbatientes, sin, exCfip, eión, y eran por riiili res áe millares, ladeatíaií t o r r i- 11o hacia la derecha, derribándole uñ poco sobre l a c e j como guiño picaresco, el gorrino- dé Franco permanecía en la verti- cal exacta, sin marchosería, disciplinado. El hospital era ráás doloroso que los de primera: cura, N aves con dos fliás de ca mas entre artilugios de listorfes, cables, cuerdas, poleas y pesas, en cuyo enredo yacían, inmóviles, los heridos escaíyolados que precisaban pasarse en aquel fermento, cuarenta, más días, para suturar las fracturas, las parálisis momentáneas, las trepanaciones. rPranco recorría, cama- a cama, el aparatoso inyerosimil laberinto- de la ingeniería médica. Dentro de cada artilugio, un hombre asornaba su cara Joven, empalidecida, los ojos más negros y más- ígneos, quem. ados por la fiebre. A cada cual le daba la mano; No hablaba. Se le veía conmovido. Así llegó a un bulto U PBEOCUPACION entrapajado de cuya alba envoltura de Esto me lo relató Millán Astray, e n l a v- andas salía un ojo sólo. El médico de Jlaniada zona nacional, en una dé nuestras guardia le iba explicando la lesión de cada cordiales entrevistas, donde glosábamos las cual, Tiro en la cabeza le informó al teorías falangistas y el posible diseño del oído. Franco tomó la mano del soldado. nuevo Estado, ¿Mucho? le pregunto. Si, mi capitán -Ya, b e s lo que ocunñó cuando los ¿No llevabas casco? Sí, mi capitaii rojillos tomaron Teruel. Era la primera Franco se animó. Sm dejar la mano, del acción en que podían cantar victoria desoldado, se puso a explicarle, Mira, grabido a que el comandante de la plaza ea? cias al casco t e has salvado de que te pitulara. Pero el hecho, por inesperado, atravesara la bala, porque las curva? del impresionó Ihücho, ¿te acuerdas? Además, casco están calculadas de. tal modo oue ya sates que. el Generalisimo acude a la CPNP BOMANONES, 10, -Tel. 27 25 24 él proyectil resbala sobre su superflcie; cita miliiar siempre, y los comunistas. r APRENDA usted: ORTOGRAFÍA (a base pocas son graves debido a lo estudiado de separatistas habían planteado la batalla d e reglas prácticas) GRAMATXCA (texto su curvatura. Sólo un tiro de frente, muy en un lugar para nosotros muy desfavoresuitnido, sencillo y agradable) COrable para la logística, por lo desértico RRESPONDENCIA (comercial, oficial y frente a, freníe, sin resbalar, entra. Por particular, por el sistema de m i n u t a s) eso lo tuyo ha sido de refilón. Y por eso y la falta de accesos. Lo mismo qxie acudió TAQUIGRAFÍA (sistemas Marti y Boada, te pondrán bueno. -Además, ya sabes que Franco a Brúñete, a la cita que le daban con su ataque, acudió a Teruel. Pero I9 de traducción fácil) MECANOGRAFÍA el casco libra de los otros proyectiles, las (al tacto, método propi o, a base de velo- piedras que hace saltar la artillería. ¿Te de Teruel, con haber sido tremendo lo dé cidad progresiva) CALCULO (sencillo, acuerdas? Para eso es muy útil. Cuando Brimete, era peor. Pues allí había que IH- áctico y puesto al día) CONTABILIDAD vuelvas a filas, no; olvides que hay que llevar unos cuantos CSuer os de Ejército (ejercicios especiales de aouerdo con la inclinar la cabeza en los. bombardeos. El a la desolación lunar, sin pueblos, -sin cacapacidad del alumno, pata asegurar su casco te libra de las piedras, que rnuchas minos, ¿in agua, sin foase posible afeunaj éxito) CULTURA GENERAL (con textos veces son peores que la balas, Y esto de la idás cercana, Zaragoza, No sabes l o que f 4 ci e s y agradables) PREPARACÍON ahora no te preocupe, muchacho. El sol? s eso. par ¿u n general. Tener que hacer BANC 3 ARIA. (con textos propios que con- dado sonrió alegre, por primera vez, quiacampar sin escamotear al servicio de vitestan todo el programa) zás. Si, mi- capitán. Soldados aldeanos gilancia enemigo cientos de miles de homClases individuales. Aulas especiales para que no sabían las graduaciones. Eran voseñoritas. Admisión desde los 12 años. bres al aire, a la intemperie, sin protecluntarios, pocos días aún en filas. A todos Horario: de 9 a 1 y de 4 a 10. ción y con decenas de grados tejo cero... los jefes les contestaban. Si, mi capitán A cualquier hora del, día puede estudiar Yo. estaba en Salamanca, y me emocionó A Franco le había dicho, el medicó: Tiro la asignatura que Vd. desee. pensar cómo el Caudillo estaríEj. a aquellas en la cabeza. Mortal. El soldado se conhoras preparando una ofensiva durísima, fortaba con la conferencia del buen capiquizás trascendental para el curso de la I N G E N I i ROS tán, que sabe cómo enardece, hasta para guerra, en las peores condiciones que se cualquier especialidad o ICAI, para tra- morir, una palabra de tú, una palabra de le pueden presentar a un jefe. No me pude bajos electricidad, se necesitan en la Socorazón a corazón. contener y me fui a Términus como sé ciedad Española de Construcciones Babllama el cuartel general de Franco, Quecock Wilcox. Edad máxima, 30 años. IV. -FIDELIDAD ría, verle y quería ayudarle en algo, en lo Indispensable hablar inglés. Preferible, Me intrigó qUe la insignia de la Falanademás, conocimiento otros idiomas, Di- que me indicara. Términus era un tren, rigir solicitud escrita a mano, con CXJ- ge que llevaba Franco fuera de un metal en aquella fase de la guerra. Hallé al Generalísimo, como me lo figuré, hondamen- RRICULUMla VITAE y expediente aca- oscuro, como de hierro. Pregunté. Mé condémico, a Secretaria de la Sociedad, testó un ayudante: Se la ha mandado te preocupado. Después de los saludos, siapartado 294, BILBAO. -hacer con el ploiño de los proyectiles que guió paseándose a lo largo del departa -extraen a los soldados heridos. mentó, inclinado el rostro; esiábámos en silencio, yo también e n pie, contemplán; V. VISION dole en su abstracción, en la elaboración Un día llamó al ministro de Informade sus cálculos, de los que dependía la. ción, no sé si lo era ya Arias. Salgado, 0 suerte de lina batalla importantísima... fué antea de su gestión activísima. Le Se detuvo ante su mesa llena de planos dijo: Hay que hacer uña revista) ilusy mapas, tomó una cuartilla, trazó unos Claudio Goello, 120. trada para los obreros y personas que ño númteros y me dijo, ceñudo, severo: Pepe, (De 300 y 80 ms. pueden emplear mucho dinero en perió ¿tú crees que con tres pesetas. diarias, dicos. L a s revistas (Jue se publican cuespuede vivir un pescador gallego con su faConstrucción lujo. tan demasiado para los trabajadores mamilia? Pues, a eso toca dividiendo por Un piso por planta nuales, deben tener su revista. A contitrescientos sfesenta y cinco días todo lo Frente jardines Museo Lázaro Galdiano. nuación- le expuso su idea minuciosaque gana al año. Y tiró sobre la mesa Grupo electrógeno. mente. Así, nació 7 Fechas que, én efecel papel, indignado. Era lo que te preocuTres cuartos de baño (gresite) to, en seguida llegó á uña de las mayores paba en aquel momento, que a mí me paParquets roble y castaño. tiradas de la Prensa española. decía decisivo. Le preocupaba la justicia social, lo que se debía hacer en España Carpintería castaño, cubrerxadiadores. después de la victoria. La batalla no le Servicios amplísimos. lias anécdotas enriquecen la vida d Ips preocupaba. Estaba dominada de antemaCalefacción y agua caliente centrales. héroe evitan en su retrato el apresto de no por él. Vertedero basuras. la solemnidad, les acercan a los hombres comunes. -Alguna vez contaré más- anécIII. -EL SOLDADO dotas de F r a n c o én que aparece el hombre llano, sensible, senciUo. juveFui a Burgos a ü n asunto dé mi servi- Exención impuestos, confort, -facilidades. ¡nií. r, B r- Londres, 37. cio. Me enteré de que el Generalísimo iba cia sé eemia sobre el Alzainieiito éoüio ave agorera. Así, hasta las once de la noche, to 4o s a Plinto fie estallar. Excepto Franco, digo, que miró al reloj y nos dijo con su sencillez pasmosa: Bueno, es hora de irse a dormir, Y, saludándonos, se me- tip en su 3 uarto- despacho, este mismo que tiene la lápida. Pensé, como pensamos todos: Se h a metido ahí para evitar el ruido, para meditar en silencio, para t r a ¡sar algún plan. Eso creíamos. Pero yo, curioso, a los cuantfs minutos abrí con sigilo la puerta y me asbmé. Pranóo, en su cama de campaña, dormía tranquilamente. Volví á la tormentosa reunión, sonriente. Me dije para mí: Tenemos quien nos. guíe ¿on seguridad. Con la seguridad del que domina los acontecimientos. Y así ha sucedido. Incorporé ál grupo de esper Al mismo tiempo le daba un abrazo a m i amigo el doctor Larrú, que ejercía én aquel hospital su tutela ciéntíñca. Llegó el Caudillo. Vestía, como siempre en- la campaña, -el capote holgado, sin más condecoraciones que el yugó y las flechas; tocábase con el gorrilío, pero eso sí- -elocuente detalle- i S ¡ípm cm Sisiolits, s o palos. La 4 esgr 3, -a visitar un hospital, y para saludarle, me BsrmmñfDúEm IM: y E: HÍA, Pl. SaOsS

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