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ABC MADRID 18-07-1958 página 42
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ABC MADRID 18-07-1958 página 42

  • EdiciónABC, MADRID
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V B C. V I E R N E S 18 D E JULIO DE 1958. EDICIÓN DE ÍA MAÑANA. PAG. 4 1 DOM JUSTO La verdad es que a fray Justo Pérez detUrbel se le había puesto ya cara de abad. El ilustre e incansable benedictino, cuyo paso nervioso y el rumor de cuyos hábitos, que parecían agitados siempre por el viento, se había hecho familiar en todos loS caminos de España, estaba ya dispuesto para el báculó, Donde hubiera algo que ver y que estudiar estaba el fraile, cuya cabeza parece tallada en nogal. Parecía un relieve de Berrugueté en una silla de coro. Donde no hubiera nada que ver, allí estaba también fray Justo, que inventaba las cosas es decir, las descubría) con sus ojos penetrantes de azor. Esos ojillos azules, de visigodo de las Bardulias, El, como los abades aquellos que seguían a los caudillos de la repoblación con sus antifonarios, sus reliquias y sus salmos a hacer presuras y sernas por las tierras quemadas del moro, avanzó por muchos yermos de la Historia de España poblándolos con sus descubrimientos, con la ordenación jnetódica de los conocimientos de los demás. La historia de los primeros años de Castilla debe a fray Justo su más clara y elegante información. Yo no sé si fray Justo es académico, porque estoy mal informado sobre la materia. Suporígo que sí, aunque también puede ser que no. Fray Justo lo que es, desde ayer, es abad, que es lo que importa. Abad de Santa Cruz del Valle de los Caídos, donde se ha levantado el verdadero monuw, ento a la unidad entre los españoles y donde reposarán aquellos huesos que han gloriosamente ardido de amor arrebatado a España. A veces, un amor de loco, de desesperado, pero amor al fin. También se puede hablar de amor a la Justicia. Por eso, por la Justicia, se ha concebido la abadía de Santa Cruz del Valle de los Caídos cómo un centro en que se sistematice toda la filosofía, toda la moral que conduzca a la instalación de la paz entre los españoles. Y nada honrará en la Historia más el nombre de quien ha ordenado la erección de este monumento a los muertos que el m, onumento mismo. Ser el primer abad del Valle de los Caídos será dentro de siglos tan importante como ser el primer abad de Valcabado o de Cárdena, o de Santo Toribio, o de ValpUesta, esos cenobios donde se escribieron las primeras actas de la historia de ese pedazo de planeta llamado Castilla, del que es hijo fray Justo. La ceremonia de erección de la nueva abadía, ayer, tuvo una solemne sencillez. Si se puede decir que una solemnidad modesta, se dice. Entre todos seríamos tres centenares. De ellos, más de dos centenares eran serranos endomingados; mujeres, niños, niñas de color de avellana pulida, con unos ojos pasmosos y con sus coletitas de cola de caballo, tan graciosas como el pipirigallo de una garza. Luego había otro centenar de clérigos: agustinos de El Escorial, curas con cara de buenos cazadores, dos obispos, dos abades. Y había, además, dos ministros, el de la Presidencia y el de la Gobernación, de paisano, confundidos, sin escolta alguna- ipara qué? -entre una masa en la que se veían algún grande de España, algunos profesionales, algunos escritores y eso que se llama gentCi No había ningún protocolo. Es decir, había el justo para que la escena tuviera a la vez grandeza y familiaridad. Fray Isaac Toribios, abad de Silos, tronco patricio del que se desgaja la nueva abadía, ofició en el acto de la investidura de fray Justo, Se leyeron cédulas, breves y cartas en latín pronunciado a la burgalesa. Luego fray Justo, de rodillas, recitó el credo y la larga profesión de fe que el ritual exige. Fray Isaac Toribios, que es de Santoyo, en Tierra de Campos, impuso al nuevo abad sus insignias; una especie de tabardo sobre el roquete, el solideo, el bonete- con la borla verde de doctor y el pectoml; de amatistas. El anillo, no, porque ése queda para la ceremonia de la bendición de fray Justo como obispo res nullius de Santa Cruz del Valle de los Caídos, que se celebrará con padrino! de campanillqs, al parecer, y eite otoño. El anillo se lo regalarán los escritores, sus amigos, que ayer le trataron por última vez de tú y estaban muy emocionados. El final de. la ceremonia fué lá prestación de obediencia de la nueva comunidad, casi tódá procedente de Silos, y cuyos nombres figurarán en la crónica de la restaurada Orden de San Benito en España como los nombres de los soldados que forman las compañías de la fama. La Orden Benedictina, tan fiel guardadora de la liturgia restauradora del canto llano gregoriano, conserva aún el ritual del vasallaje de la Edad Media. El fraile no besa la mano del abad; puesto de rodillas, junta sus manos en ademán implorante y el abad Se las toma entre las suyas. Para cuantos hemos seguido la restauración de la Orden Benedictina en tierras de la extinguida y gloriosa Congregación de Valladolid, Silos, madre de varios monasterios y abadías, sigue siendo un lugar de peregrinación. Los escritores de cierta edad han conocido allí a Dom Guépin, un francés elegante y finísimo, que, a la vez, era un modelo de observancia de la dura regla. Había venido enviado por el abad de Solesmes, en el Anjou, para restaurar la Orden. Se hizo amigos entre una élite intelectual del Norte, especialmente de Bilbao y Santander. Algún mozo deportista, galante y rico, quedó para siempre entre las sombras de Silos y renunció al mundo. Dom Luciano Serrano, el segundo abad, hispanizó la comunidad, y de sus manos salieron Dom Isaac Toribios, que ayer hizo abad a fray Justo, que ya es Dom Justo y no puede ser tratado de tú. Lo que es seguro es que, abad y todo, Dom Justo ha de levantar todavía mucho polvo antiguo por los caminos enternecedores, duros, tremendos, de España. Y que sea por muchos años. -Víctor DE LA SERNA. LA BASÍLICA DEL fitíiE DE LOS CAÍDOS; NUEVA ABADÍA BENEDICTINA A istie on al aclo los minisJiros señores Carrero Blanco y Alonso Vega Ayer, a las once de la mañana, se. verificó la erección de la nueva Abadía benedictina de Santa C r u z del Valle de los Caídos, eu la Basílica allí construida. Asistieron al acto los ministros subsecretario de la Presidencia y de la Gobernación, S r e s C a r r e r o Blanco y Alonso V e g a el director general d e Arquitectura, Sr. B r i n g a s que ostentaba lá representación del ministro de la V i v i e n d a el Consejo de las O b r a s y numeroso público. E n t r e las autoridades religiosas figuraban el abad de Sarito Domingo de Silos, el de S a n B e d a de Manila, p a d r e Giisi, el padre prepósito de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, el provincial de l o s E s colapios y el obispo auxiliar de M a d r i d Alcalá, D r Ricote. A las siete y media de la m a ñ a n a bendijo el nuevo templo el abad de Silos, p a d r e Isaac M a r í a T o r i b i o s quien después ofició una misa rezada. A las once, y en el pórtico del templo, t r a s el rezo de las oraciones de r i tual, el abad de Silos nombró notario del acto al padre F r a n c i s c o Sánchez, quien seguidamente leyó el breve Pontificio de erección de la nueva A b a d í a E l a b a d de Silos t o m ó la. palabra, tras sentar a su derecha al padre P é r e z de Urbel, que momentos después sería investido abad de la. Basílica de S a n t a C r u z del Valle de los Caídos, p a r a agradecer la construcción del templo, símbolo del deseó del Jefe del Estado de h o n r a r constantemente a Dios. Seguidamente se verificó el nombramiento nominal de todos y cada uno de los componentes de la nueva Abadía- -22 monjes, 13, padres y 7 hermanos legos- -y de p r o fesión de fe del nuevo abad, que, de rodillas, leyó el Credo y explícitamente aceptó los demás dogmas n o contenidos en él. L a investidura de abad consistió, en la entrega de las llaves de la Abadía, y se le vistió con los capisayos y pectorales, poniéndole, por iiltimo, el solideo y el birrete. E l nuevo abad, primero de la Abadía benedictina de Santa Cruz del Valle de los Caídos, tomó asiento y pronunció unas palabras de emocionada gratitud al Santo P a d r e a los superiores de la O r d e n y al Caudillo de E s paña, que ha querido esta obra grandiosa, n o p a r a gloria propia, sino p a r a gloria de Dios, y que sigue la mejor tradición española que cuenta con templos espléndidos dedicados al rezo y a la adoración de Nuestro Señor, como El Escorial, como Poblet, como Card, gña, como tantos y tantos otros que p r e gonan el espíritu religioso de nuestro país. L u e g o se formó un cortejo con los abades de Silos y de S a n t a C r u z del Valle de los Caídos y, tras de entregar al p a d r e P é r e z de Urbel el báculo, la com. itiva entró en la Basílica, e n t r e cantos religiosos, oficiándose un solemne T e D e u n í P o r último, se verificó la instalación e n la Sede Abacial. E n p r i m e r lugar los monjes, y luego, todos los presentes besaron el anillo al nuevo abad benedictino. L o s abades benedictinos son verdaderos obispos, con una g r a n independencia y p o der, hasta el punto de que sólo reciben una inspección, económica y de, regla, del general de la Congregación, cada tres años. Las Congregaciones son 18, y sobre todas ellas, sólo existe, a modo de lazo de unión con la Santa Sede, un abad primado, que lo es siempre el del Mpuas erip. de San Anselmo, de R o m a -i- N u e v a Ley de D e r e c h o s reales p u b l i c a d a e n e l B O. del E s t a d o d e 29 de abril d e 1958, 32 p t a s O r d e n d e 13 d e m a y o de 1958 a p r o b a n d o la i n s t r u c c i ó n provisional p a r a l a exacción del I m p u e s t o sobre Sociedades 16 p t a s Leyes de 24 de abril de 1953 con las r e f o r m a s del Código Civil y la Ley d e E n j u i c i a m i e n t o civil 16 p e s e t a s Ley de 24 de abril de 1958 s o b r e p r é s t a m o s a los i n q u i l m o s 8. Ley de 26 de d i c i e m b r e d e 1957, p o r l a que s e a p r u e b a n los p r e s u p u e s t o s y l a s R e f o r m a s T r i b u t a r i a s 30 p e s e t a s Ley de 17 de julio d e 1 9 5 3 sobre r é g i m e n j u r í d i c o d e l a s Sociedades d e r e s p o n s a b i l i d a d l i m i t a d a c o n t e n i e n d o lo ú l t i m o legislado (t e r c e r a e d i c i ó n) 12 p e s e t a s Ijey d e K é g i m e n J u r í d i c o de la A d m i n i s t r a c i ó n del E s t a d o 12 pesetas. R e g l a m e n t o de l a Irey de E x p r o p i a c i ó n F o r z o s a 16 p e s e t a s N u e v a Ley d e M o n t e s 16 p t a s L- ey sobre el R e g i s t r o Civil 10 p e s e t a s N u e vo R e g l a m e n t o del R e g i s t r o M e r c a n t i l 25 p e s e t a s Ley r e g u l a d o r a d e la j u r i s dicción contencioso- a d m i n i s t r a t i v a 15 p e s e t a s Nueva. -Ley de A r r e n d a m i e n t o s U r b a n o s 17 p e s e t a s N u e v a Ley del Timtore del Estado. dos- tomos, 32 p e s e t a s N u e v o R e g l a m e n t o del T i m b r e del Estado 31 p e s e t a s N u e v a L e y d e A c c i d e n t e s de la A g r i c u l t u r a 16 p e s e t a s Ley sobre a r r e n d a m i e n t o s rústicos 30 pesetas, Código de lu circulación c o n t o d o lo legislado- h a s t a el 30 de m ayo de 1958. Tela, 40 p t a s Ert nuestra, Biblioteca Oficial Legislativa t e n e m o s piíblicados m á s de 200 leyes y r e g l a m e n t o s Solicite el que desee e i n m e d i a t a m e n t e se lo servirá I N S T I I C T O EDITORIAL RBUS Prepiafios, 6

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