ABC MADRID 09-03-1958 página 7

amaricana Quiénes dieran, los primeros saltos tratsoejaanécos, no esperemos ju nombren a nuestros audaces ¡aviadores. Y así vemos cómio ipaxAanifee cadáver de 1 His 1 toria no siempre dice la vendad. Indu dabkmi infcs no somos rióos en hidrocarburos, aunque acaso nuestro suteuslo los itenga sin (escasez, así aauuo la plata y el oro que los romanos supieron explotar en abundancia. Pero, ¿quiten llenó de riquezas Mstórico- artttiw- nicas todo el Coritmente americano? ¿Qué otro país del inundo nos superó en. ricas manufacturas? Nuestras se ¡das valencianas, nuestros paños de Béjar, nuestras ajlíombras de Guanea, nuestros Queros y argentería cordobeses, mmaateos imosaicos andaluces, nuestros v i d r i o s miallorqudnes, nuestros azabaches comipostelanos, naisstros encajes és Almagro y de Camarinas, noiestros bordados de Lagartera- muestras alfombrillas alpujarrefias, ou etoas cerámicas de Teruel, Talavera, Sevilla y Sargadelos, nuestro cristal (Sa L ¡a; Granja, nuestra porcelana dtsl Batiro, nuestras ánforas y plaitos hlspano- érabes, nuestra alíarería de Uibeda y lAmdújar, nuestros cobres de Lucena, nuestra oríelbrería y aosros totedanos, nuestra siderurgia vasooin aida y asturiana, nuesitra industria catalana, naissitro 3 tolares de taipioería miadrdliíños y astorganos, uyos taipioes y alíomibraS no son actualmente suusrados j or ntoguna manufactura similar en el munido. Los arsenales íerrolanos, adita, nos y cartatensros ¿Y a qué seguir, si s ¡ería cuestión de prolijo relato? Sólo con qaie Estpaña pudiese reiunir en una eminencia, armoniosamsnite aignupados, sus cien maravillosas Catedrato, con El Escorial en el agora, cercándolas de sus den castillos roqueros, como imponentes miuraillaa aibulienses, se quedarían empequefiseiidos y enupobrecidos cien Manihattans audaces, sin historia. GOY DE SELiVA