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ABC MADRID 30-12-1955 página 13
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LLA es una chicuela canaria, con raíces andaluzas. Es guapa, menuda y esbelta, y tiene el temple y la agilidad de la gente del circo, que lo, ha heredado de cien generaciones de volatineros. El padre fue. y es, golondrina uno de esos a los que Martínez Sierra y Usaniüzaga pusieron poesía; aquél desde su novela Por, las carreteras de polvo y lágrimas éste en la música de la ópera que le dio fama meses antes de morir. El sifior Segura llevó sus cascabeles por todos los caminos de España y en uno de E LA AVENTURA DIARIA DE PINITO otro público, me emociono mucho y es más difícil... La comprendo. No es lo mismo presentarse en un sitio que en otro, ante unas ¿miraciones y otras. El trabajo de Pinito igual, ella es distinta. Lo terrible es su ventura diaria, sea cual fuere su ánimo y salud. Es- -como en los otros- -jugarse la vida todas las tardes. No hay torero que no tenga un éxito en su historia profesional. Lo casi imposible es lograrlos todos los días de la temporada. Vestirse de luces y salir jueves y domingos y a veces la semana entera, durante cuatro meses. Pues Pinito ha de hacerlo dos veces diarias, diez meses del año. Y vivir esos momentos de vestirse tantas horas que ya son el día, la noche y sus sueños. -Con la red no podría- -añade al cabo de un rato. Y continua después de una pausa larga: -En Madrid es donde trabajo a menor distancia del suelo. Los otros aparatos han impedido subir mi trapecio. ¿Puede acostumbrarse alguien a saberse en peligro constante? No lo creo. La majeza, el oficio ayudan, nada más. Ella tiene en plena, juventud unas arruguitas en la tersa piel. Ha dibujado una sonrisa para el Circo. Compone y suaviza el gesto y el ademán. Dentro está su interrogante. No es fácil, ni Para Pinito del Oro, correr una aventura diaria- como la suya. Luis DE ARMIÑAN a Pinito lanza su vida al aire das veces al día. ellos ¡Pinito saltó a la pista, hace ahora veinte años. Dos saltitos, tres sonrisas y los aplausos de tres centenares de catetos y de un señorito apalurdado, que se hizo médico en Madrid. Pinito- ¡ay, de las chicas isleñas, que todas restan a Nuestra Señora del Pino! -andaba por el alambre, como otros Seguras, funámbulos y equilibristas del peligro. Pero aquello era de muchos y la amt bición empujaba a la artista. Lo que de la marona podía hacerse! en el trapecio de altura y entonces... Las familias de circo, como las taurinas, sin desdeñar el peligro, lo acatan al precio del triunfo. Nadie se estremece hasta que el éxito ha llegado, entonces sí; entonces sienten la angus- v tia del dramático juego en que va la vida, emulsionada con la gloria y el dinero. A Pinito, como a sus hermanos del otro ruedo, los suyos la enseñaron. Pero fue ella- -como los otros- -quien depuró el rfúmero, le hizo más difícil y acentuado. La msichacha lanza su vida al aire dos veces al día y la serena conformidad con su destino está en sus ojos, horas antes de la función. Con sonrisas, con palabras sencillas, conversaciones triviales, pero en lo hondo de la conciencia. Yo estoy a su lado una hora antes de encenderse los focos. En las perchas, veinte trajecitos sumarios, de gasas y pailletes rojos, verdes, dorados, azules, en los que lá luz ha de romper alegrándose. Se maquilla para estar más guapa cuando la acom- Juckí Naitto, una trapecista nacida en China, mur ¡6, a los veintitrés pañe la habanera de Carmen que es su partida internacional años de edad, cuando ensayaba una mañana en la pista vacía del ensayaba aquella mañana de sepde españolismo. Con voz tímida me acucia: Pregunte lo qué Prioe, de Madrid. Jucki Naitto treinta y tres un numeró extraordiaño mil novecientos quiera. Pero no quiero preguntar hada, sino sentirla, estar allí tiembre delconsistía en simular un accidente. La artista, colocada en nario, que con su marido, un madrileño que era marino y en Canarias trun- una plataforma cerca del techo, debía saltar para alcanzar un tracó el destino al conocerla: ese que con el corazón palpitante pecio volante colgado a corta distancia; pero, al efectuar éste salto, se sitúa debajo del trapecio y ya la ha salvado la vida en el te- las cuerdas, del trapecio se rompieron y Naitto fue a estrellarse fuera de la pista, al otro extremo, del circo, cerca (fe la puerta de enrrible abrazo de la caída. trada. que fue palco regio, y Pinito vive ausente estos largos minutos. Me mira, a veces, en unoQuedó su cuerpo extendido debajo del chocar su cara, quedó que fue a sin comprender al mundo periodista que no la pregunta aquello Impresa de los escalones, contra el teñidos por la barra de carmín. la huella de los labios, que otros han preguntado. Y cómo si estuviera ante un bobaina, En la mañana de ayer, Pinito del Oro. fue al cementerio madrileño al que es necesario ayudar, hasta dice: de Nuestra Señora de la Almudena y depositó un ramo de rosas y Cuando el público es de niños, de gente como siempre, claveles en la tumba de Jucki Naitto. POP la tarde, a las siete, desempeñó- su parte en la función. La vida es así- -HB. (Foto V. -IMuro. trabajo mecánicamente, atbstr ída en mi equilibrio. Si sé que es

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