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ABC MADRID 06-12-1955 página 32
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ABC MADRID 06-12-1955 página 32

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MABttS 6 cienzudamente deformado o por la demo. cracia totalitaria de- las fuerzas políticas ateas o por el totalitarismo práctico de la democracia liberal, con sus ingentes masas de capital financiero, tantas veces subterráneas y anónimas; con la fabulosa propaganda comercial con los trusts prepotentes que directa o indirectamente gobiernan, a su antojo el mercado de la información y de sus nuevas técnicas. La verdadera opinión pública no será sin más la formada por la opinión de los grupos de presión que con frecuencia tienen una sola razón en su abono, la defensa de los intereses de clases. no siempre, compatibles con el bien social. ¿Qué ligazón con el bien común tienen muchas veces esos grupos de presión que mueven y forman la opinión del hombre medio moderno? A nuestro juicio, éste es el hombre que Pío XII tiene ante su vista, y éste es el panorama que encuadra y a cuya luz ha de entenderse su v e r d a d e r o pensamiento cuando dice que la opinión pública es el patrimonio de toda sociedad normal compuesta de hombres que, conscientes de su conducta personal y social, están íntimamente ligados con la comunidad de que forman parte y que ella es en todas partes y en fin de cuentas el eco natural, la resonancia común más o menos espontánea de los sucesos y de la situación actual en sus espíritus y en sus juicios. Por consiguiente, la anormalidad de la vida social en muchos espíritus, la masificación llevada a cabo por 1 las fuerzas a que antes nos referíamos, la crisis colectiva de civismo, ya analizada, y en la que juega tan decisivo papel el hecho de que en casi todas las naciones haya gentes no sólo desarraigadas de la continuidad y la tradición histórica, sino entregadas en su pensamiento y en su conducta a la disciplina de otros poderes de ámbito internacional, como son el capitalismo financiero, el comunism. o y la masonería, por ejemplo, nos imponen a la hora de fijar los núcleos sociales, de cuyos criterios hemos de servirnos para conocer la auténtica opinión nacional, la necesidad de limitarlos a los sectores conscientes de su conducta personal y social íntimamente ligados con la comunidad, siendo estos núcleos los que deben ser escuchados tanto por el país como por los gobernantes. Queda así, perfilado de algún modo cuáles son y deben ser hoy los factores determinantes de la opinión pública verdaderamente tal. Este proceso analítico nos descubre ya algo. tan importante como es la improcedencia de identificar siempre, al menos en nuestros días, la opinión pública, recta con la opinión de la masa indiferenciada. Otro de los equívocos del liberalismo que es necesario desarticular. La causa final de la opinión pública no puede ser otra que- el bien común o el bien particular ordenable al bien de la comunidad. Sin esta finalidad, la expre- sión de la opinión pública quedaría sin legítima razón suficiente y en grave riesgo de convertirse en un elemento de discordia y confusión. Pero aun debemos llegar a conclusiones más concretas en esta decisiva cuestión de los factores determinantes de la opinión pública en las cosas temporales. DETERMINANTES DE LA OPINIÓN PUBLICA El hombre- se inserta, naturalmente, en la comunidad civil a través de una vinculacién en una familia, de- la convivencia necesaria con sus convecinos y di sus relaciones profesionales. El hombre consciente y responsable de su función familiar, de su función municipal y de su función sindical es ya automáticamente consciente y responsable de la parte más sustantiva y fundamental del bien común nacional, pues directa o indirectamente todos los problemas importantes de dimensión nacional repercuten, para bien o para mal, en el ámbito familiar, en la esfet a de convivencia municipal y en las actividades profesionales. Al mismo tiempo que del grado de salud y sano progreso de las tres entidades naturales, familia, municipio y sindicato profesional, depende vitalmente el grado de salud de la comunidad civil. Parece, pues, lógico que entre los factores CE DICIEMBRE DE 1955. EDICIÓN DE determinantes, el sujeto de la opinión pública deba deducirse y formarse con los que tienen la mayor responsabilidad dentro de la familia y con los que integran con su capacidad y moralidad el núcleo más representativo de los municipios y de los sindicatos nacionales. No agotan ciertamente estas entidades el cuadro institucional de una nación. Teniendo siempre presente que la Iglesia católica, institución de origen divino, ostenta el derecho y tiene el deber de magisterio no solamente en las cuestiones directamente relacionadas con el destino sobrenatural del hombre, sino también en aquellas otras que directa o indirectamente pueden afectar al derecho natural, aí dogma y a la moral, existen además otras instituciones sociales importantísimas, a las que por su significación y altas funciones hay que situar también, con todo el rango que les es debido, en la misma base de este sujeto, de este cuerpo formativo y orientador de la opinión pública. LA MAÑANA. PAG. 36 tereses particulares es también legítima expresión de la opinión pública, siemprs que aquellos intereses sean compatibles y ordenables al bien común nacional. Fero supervalorar la dignidad y la influencia de los grupos sociales frente a la autoridad, hablar de tú a tú en un plano de igualdad con los gestores del bien común nacional, no parece congruente y legítimo, ya que ningún grupo social representa exhaustivamente a la comunidad, ni pueda hablar, por lo tanto, en nombrs de ella. Sólo la autoridad puede desempeñar la alta función de hablar en nombre de toda la comunidad. Las minorías formadas y calificadas precisamente, por su enraKamiento natural. en las entrañas mismas de los problemas esenciales para toda sociedad, y no formadas circunstanciaimente y al margen de lo que sus miembros son permanentemente a lo largo de la. vida, son el camino abierto por el que la autoridad puede y debe buscar con garantía y acierto la opinión pública y los cauces naturales por ios cuales puede ésta manifestarse y llegar libremente hasta ¡as esferas de mando y de gobierno. Manifestarse y pronunciarse en nombre de una familia, de los propios convecinos, de una corporación profesional, de una institución social, presupone siempre un grado de solvencia digno de respeto, pero también lleva consigo unas limitaciones naturales y unos frenos de los que el individuo, diluido en. la masa amorfa e indiferenciada, puede fácilmente prescindir en la impunidad. Ksta manifestación y pronunciamiento no siempre y en. primer lugar debe de hacerse pública. Puede- y debe llegar primero hasta las esferas del mando por medio délos cauces oficiales privados. Puede y debe en ciertos casos exponer por la vía natural de sus representaciones los criterios de co- 1 laboración, de mejora y aun de crítica constructiva, eme le aconseje su responsabilidad para el bien común. Creemos que estas son las piedras cía. ves con las que se puede formar la muralla sólida sobre la cual choque la voa de los acontecimientos y. se refleje en un eco espontáneo natural y responsable como de manda. Pío XII DIFICULTADES BEL PERIODISTA Entre Jas instituciones sociales a que nos venimos refiriendo; la información, come uno de los factores y causas determinantes de la opinión pública, ocupa el puesto da mayor riesgo, y consecuentemente el dej máximo honor. El de mayor riesgo, porque ninguna otra institución contribuye tanto a la formación de la opinión y a su difusión pública, porque sobre ninguna otra inciden con mayor violencia e intensidad las presiones de toda índole y de todas las zonas de intsres, porque sobre ninguna otra descargan los sucesos su impacto con más rapidez e intensidad, porque ninguna otra se ve obligada a dictaminar con más urgencia sobre los acontecimientos, porque a ninguna ctra se le pide tanto y todos los días y ninguna otra actúa tan directamente de cara al público, un público del que por añadidura ella necesita para subsistir. Vosotros, los profesionales de la información, vosotros les periodistas, sois los hombres cercados por la dificultad. A dos dificultades, de las inumerables que constantemente os asaltan en el ejercicio da vuestra profesión sé refería Pío XII el 12 de mayo de 1953 en la alocución dirigida a los miembros de. la Asociación de la Prensa extranjera de Roma: La primera dificultad- -decía- -tiene ya su origen en el principio inmutable que gobierna a la Prensa; hacer accesibles los últimos acontecimientos al mayor público y de la manera más rápida y regular po, sible. Hoy día, el progreso de la técnica ha reducido al mínimo la distancia entre el hecho y su publicación, y en este mínimo de tiempo, vosotros debéis transmitir una información fiel que contenga claramente y en forma expresiva fodos los elementos esenciales. Verdaderamente es una exigencia casi exhorbitaiite. La segunda dificultad es mucho más ss- DERECHO Y DEBER DE LA AUTORIDAD La autoridad tiene el derecho y el deber de suscitar y orientar estados de opinón y de conciencia sobre determinados temas de interés nacional, social y político, según las exigencias del bien común nacional. La opinión de las minorías y de los in- MUEVA de una crema para afeitar a fondo sin irritar moja mejor la barba y protege a pie delicada con vn íngredicnt especial da gran penetración. La mayoría de los hombrea han buscado. durante largó tiempo una crema de afeitar que les permita afeitarse a fondo sin irritar 1 cutis. Y ahora la tienen aquí. E poder de penetración de la Crema de Afeitar Williams hace que el agua moje mejor y ablande más la barba, con lo. que el afeitado resurta más suave y fácil, y puede apurarse a fondo, sin irritar. La crema de afeitar Williams contiene extracto de Lanolina, que protegiendo el cutis conjra los efectos del afeitado diario, impide que la piel se reseque y sé irrite. 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