ABC MADRID 06-12-1955 página 23
- EdiciónABC, MADRID
- Página23
- Fecha de publicación06/12/1955
- ID0000508265
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tomó la decisión de forzar al enemigo a que penetrara por la brecha, único medio apto para probar en modo irrefutable la acusada violencia y satisfacer el sentimiento de honor de las tropas pontificias Esto se produjo entre el 18 y 1 19 de sép tiembre, cuando ya todas las ilusiones se ON el correr apresurado de los años Sumo Pontífice- -escribe el general en su habían desvanecido en el ánimo del vieja v a medida que los hechos históri- informe- -lo combatían las reflexiones sobre y sufridísimo Pontífice. cos se van depurando en los viejos un final desgraciado en que la sangre de Pío a odres de loa archivos, la claridad de los sus hijos se vertería abundantemente en carta IX pidió 14, Kanzler de devolverle la del día y la noche del 19, acontecimientos, que no son demasiado una obstinada defensa. Si de una parte re- la inminencia del ataque por parte ante del lejanos, permite ver lo que la calumnia pugnaba a Su Santidad abandonar el úlo las pasiones políticas oscurecieron con timo resto de sus legítimas posesiones, general italiano Cadorna, le envió a la sus males artes. Ahora, han surgido a la como el gran duque de Toscana, sin que plaza dé la Pilotta, donde estaba el Mi luz pública las memorias familiares del se alzase un brazo para sostenerlo, de otro nisterio de la Defensa, otra modificada. barón Rodolfo Kanzlér, hijo del último lado sentía la conmoción de pensar en De esta manera las palabras abrir negoproministro de los Ejércitos del Papa las víctimas que se harían inevitables en ciaciones de rendición a los primerps ca Pío IX, narrando cuanto, política y mili- caso de recurrir a las armas. Por lio or- ñonazos se sustituían con abrir negotarmente, ocurrió en los Estados Pontifi- dené que se tomasen las medidas mas ne- ciaciones de rendición apenas se abrier cios en el decenio 1860- 70, y corrigiendo, cesarias para hacer frente al enemigo, la brecha Las otras se expresaba el decon documentos incontestables, las versio- pero prohibiendo, al mismo tiempo, cual- seo de que jamás se diga que el Vicario nes, propagadas como verdades, de lo su- quier movimiento ofensivo, que quizá hu- de Jesucristo, aunque injustamente asal cedido el 20 de septiembre de 1870, cuan- biera detenido a las tropas italianas, un tado, haya consentido a ninguno el dedo Roma se rindió a las tropas italianas poco de tiempo, a cualquier distancia, re- rramamiento de sangre aparecían mode Víctor Manuel, que señalaban la des- servándose la decisión final sobre el modo dificadas en está forma: Que no se diga jamás que el Vicario de Jesucristo aunobediencia de los comandantes del peque- de proceder militarmente. que injustamente asaltado, haya consenño Ejército pontificio a las órdenes dadas Estas decisiones de Fío IX le fueron co- tido a un gran derramamiento de sanpor el Papa- Rey de tratar la capitula- municadas a su proministro el 14 de sepción, inmediatamente que sonarán los pri- tiembre con una carta. Y la orden sus- gre. La carta pontificia llegó al Minismeros cañonazos de la Artillería italiana. terio cuando el general Kanzler regresaIncluso el mas reciente biógrafo de Pío IX, toa de puerta de San PancraFernando Hayward, acepta plenamente la zio, donde, juntamente con el tesis de la desobediencia, escribiendo que mayor Rivalta, jefe, del Estalas órdenes perentorias del Pontífice no do mayor, había acariciado, por se cumplieron puntualmente, por desgraun momento, el ambicioso procia, aunque la sangre vertida en tal joryecto de asaltar y rechazar, en nada no debía ser adjudicada al Papa, que la noche, a la división italiana hizo todo lo posible por evitarla. Y jusdel general Bixio. No hubo, tamente esta tesis es la que queda despues, el 20 de septiembre nintruida por el manuscrito del barón Rogún acto de indisciplina ni de dolfo Kanzler con una serie de documendesobediencia en las altas estos y, sobre todo, por una larga relación feras del Ejército del Papa. inédita, escrita en febrero de 1882 por su Y en la mañana del 20, Pío IX, padre, el general Ermanno Kanzler y recon la duda de que sus. dispovelada por vez primera en un trabajo pusiciones no fueran cumplida blicado en septiembre pasado por Glusepliteralmente, ordenó personalpe Fonterossi en el Osservátore político mente al teniente coronel Carletterario pegna de izar la bandera blanca sobre la cúpula de San. A estas alturas, que van aproximándoPedro. se al siglo de vida de la unidad de Italia y de la desaparición de los Estados PonEn aquel día nació, sin somtificios, se advierte claramente que Pío IX bras de horrores, la unidad del tenía la convicción firmísima- -y lo dijo Beino de Italia por la pura la mañana del 10 de septiembre de 1870 generosidad evangélica d e l al propio conde Ponza de San Martino Pontífice que superaría goberque le transmitió una carta de Víctor Manando la Iglesia Católica los nuel II- -de que las tropas italianas se dilatados a ñ o s del primer habrían detenido ante las murallas de Apóstol y del primer Papa. Roma sin entrar en la ciudad. Tal ConvicTantos f u e r o n que contó ción se explicaba por las seguridades retreinta y uno Con siete mecibidas del ministro de Prusia, barón Arses y veintinueve días, aunque min, que probablemente estaba al corriena la leyenda que recuerda a te de los contrastes que existían en torno cada Pontífice con el Non vial Gobierno regio de Florencia, y en pardebis annos Fetri que no ticular a la actitud del ministro de Asunpueden durar más de veintitos. Exteriores, Visconti Venosta, que procinco años. Pío XX dijo, con puso dejar Roma al Pontífice, siempre que su tradicional buen humor, fueran licenciadas las fuerzas extranjeras, que no era de fe Su traninsistiendo con su propuesta, lnchtéo en quilidad de conciencia y su seel Consejo de ministros celebrado el 17; P i e IX, renidad ante la entrada de las de septiembre. Tan persuadido estaba el Papa de que Roma sería intangible que tancial, escribe el general Kanzler. era tropas italianas en Roma fueron tan granal recibir a su proministro de los Ejér- aquella de capitular a los primeros gol- des, que es fama que intentó, mientras la citos, en la mañana del 10 de septiembre, pes de cañón La carta del Papa iba invasión tenia lugar, escribir una charale recomendó que no hiciese resistencia, acompañada de otra del cardenal Anto- da sobre la palabra tremar que decía: y que no se derramase inútilmente sán- v nelli, que decía: Señor General gentilísiII tre non, oltrepassa i mió pensiera: gre. En esta opinión abundaban el secre- mo; Le incluyo una carta del Santo Paé Taltro molto vasto e molto infido, tario de Estado, cardenal AntonelU, y la dre. Su Santidad quiere que, en conforche spesse volte ía provar Tintero. mayor parte de los componentes del Sa- midad con las órdenes que le da para la defensa de- Roma, mande instrucciones a cro Colegio. Civitavecchia, que no expongan aquella La mañana del 21 de septiembre de Al criterio de Pió IX, tan evangélica, ciudad a una ruina inútil. Me crea con la 1870, cuando la bandera pontificia fue mente forjado, el general Kanzler hizo más verdadera y distinguida estimación amainada del Castel Satlt Angelo, el úl objeciones, que se concretaban en un pun- suyo. En el Vaticano, 14 de septiembre d timo Papa- Rey escribió a su sobrino Luis, to rotundo: el Ejército pontificio no podía 1870. Servidor verdadero, O Cd. Antonel- que estaba en Senigallia, esta breve epís- retirarse sin combatir, ya que, desde 1866, 11. Inmediatamente los tres generales tola: Del Vaticano é l de septiembre. Quehabía sido reformado y preparado para pontificios- -Kanzler, Courtep y Zappi rido sobrino. Todo ha terminado. Sin lila defensa del Estado romano, y como la en nombre de sus subordinados eleva- bertad no se puede gobernar la Iglesia. moral de las tropas era buena y las ar- ron a Pío IX respetuosa instancia para Rogad todos por mí. Os bendigo, Plus mas modernas no faltaban, el honor militar que las órdenes viniesen cambiadas. Y en- P. P. IX. exigía la resistencia. Pero él ánimo del tonces- -cuenta Ermanno Kanzler- s Julián CORTES CAVANELLAS POR QUÉ PÍO IX RINDIÓ ROMA EN 1870 C i