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ABC MADRID 23-11-1955 página 43
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ABC MADRID 23-11-1955 página 43

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DE 1955. EDICIÓN. DE LA MARAÑA. PAG. 43 ¡ADIÓS, y aún completé la frase- ¡que te quedas sin gente! -tal como la tenía muchas veces oída, a principios de siglo, en los meses de estío, cuando en un cantable de zarzuela repetía el coro, de veraneantes: Nos vamos a, Biarrit 2- huyendo del calor- -porque en Madrid, se asfixia- -la gente comm il faut... Yo la pronuncié ahora mismo- ¿a destiempo? -en este fin de otoño, ya muy avanzado el preludio. de: la invernada, Estaba en. -las salas de la Sociedad Española de Amigos del Arte, admirando la Exposición de ilustraciones que presentaba Prensa Española para celebrar el cincuentenario de A B C y también- ¡cómo no! -los sesenta y cuatro años de la aparición de la inolvidable revista Blanco y Negro en cuya portada pintó Ángel Días Huertas, con realismo poético, aquel tí buri que guiaba una dama elegante con lacayo, muy siglo XIX, y arrastraba, como en un verso de Rubén Darío, la libélula vaga de una vaga ilusión Supe que la Exposición se: cerraba el 25 de noviembre- -se la llevan a Sevilla y a París- y así le dije mi despedida a aquel Madrid de mi primera juventud española, que se asomaba a las ventanas luminosas y coloristas de más de seiscientas ilustraciones. Porque era todavía mi Madrid- que no era pasado, que era, mi tiempo, que estaba pasando y sigue pasando conmigo, aunque ya modernizó después el lápiz internacional, esté hicho gran ciudad, hasta con algún fino y seguro, de Xaudaró. Yo me he pasado las horas muertas- -viaprendiz dé rascacielo. Entonces era un enorme pueblo manchego, con resonancias vas, las más vivas de mi vida, diré mejor- -de gracia andaluza; j flamenca; señorial, sí, entre los seiscientos cuadros de esta exposición, renovando remembranzas inolvidacon su. italiana plaza de Oriente y el caballo de bronce de Felipe IV, que parecía volar, bles, admiraciones y afectos, de muertos y vivos, desde los retratos primorosos de Rainmóvil) cuando se quedaban silenciosas las noches- de ópera del Real; pero pintoresco, món Casas hasta los ágiles dibujos de mis con sus costanillas y sus callejas angostas, amiguítos de hoy, el Don Juan Tenorio de Ugalde y algunos toros bravos de Antocomo los vichi de, Nápolés, sonoras de ñito Casero. A todos quisiera citar; pero no pianos de manubrio, y en los balcones de hierro ponían las comadres la ropa a secar. quiero de ninguna manera olvidarme, enEra el Madrid de la zarzuela chica, si no tre los amigos muertos, de aquel Rafael Penagos, que me pintó estilizado, en un cartel el mejor teatro del. mundo- ¡yo creo que anunciador, un retrato de mi compañera insí! cU más genmnamenie español de to separable María Palou, en unos años en que dos los teatros; con eíhablar, a la vez, grave y alegre, ciento y redicho, a ratos poé- yo me creí autor dramático, y de Francisco. tico, lleno, de sentencias, y donaires de Ri- Sancha, que en estos días ha vuelto a darme pintorescos tipos inolvidables, y todas cardo dé la Vega, de López Silva, de Guillermo Fernández Shaut y de Carlos rArni- las luces de mi Madrid: aquel ciego Fidel, ches. ¿Antes, mucho antes, habían cantado, orgulloso, como casi todos los ciegos, pero bondadoso como casi todos los gordos, alecon música del maestro Nieto, en El Certamen Nacional aquello de: Aquí esta- gre y orondo, que iba por los escenarios de zarzuela, infáltable a la cuarta de Apolo, a mos los chulos civilizaos, -que la Villa del Oso representamos y el coro: femenino, las venderle a las tiples mantoncittos, medias de floristas de mantón áifombrao o de es- seda y jabones de olor, de espliego, o alhucema, que seguimos llamango de lavanda puma, con peinecillos de colores entre, las caracolas de risos con bandolina, y primo- y aquellos dos guardias de Sociedad de dos en compañía que parecen cantar con múrosamente calzados los pies chiquitos, de paso menudo y bailarín, tal como después- sica de Chueca: Traemos los cuerpos tronchaos- -de estar en la esquina paraos las pintó, Méndez Bringa, contestaban, haciendo- su propia presentación: Natural, de y aquellos tres personajes del Mottating Club la clásica taberna de los barrios bala Villa- -del oso y el madroño, -de todos los productos- -yo soy lo más hermoso. jos, donde hay un viejo sentado, madrile- ¡Ay, lo más. hermoso! La gente de ño con capa española y cara de inglés, nuncio precursor de futuros bebedores de bronce llegaba hasta el propio corazón de Madrid, hasta la calle, de Alcalá, entre las zphisky. Y las luces crepusculares vespertide Sevilla y Peligros Á las puertas de Fornos El Suizo y El Inglés pululaban los toreros de chaquetilla corta y pantalón dé talle abotinado, con ios tufos encima de las orejas y bajo las alas, del sombrero ancho. Entonces, aparte los lidiadores. de reses bravas, sólo se afeitaban el bigote algunos cómicos y los criados de casa grande; los demás hombres de todas las clases sociales, el menestral, el obrero, el burgués PRESENTA y el aristócrata gastaban mostachos de largas guías o bigotittb pequeño y rizado, -y loi pisaverdes, socios del Casino- y del Veloz Club barbas partidas por el mentón, -brillantes, untiiosas. y olorosas a cosmético, LA INCOMPARABLE opopOnax, trébol encarnado y otros perfu. mes de moda que venían de París. Claro que las marquesas convidaban a comer a la francesa, y ninguna decía cenar; pero el charlar con gracia, era a lo español, el chiste nuestro, y no se hablaba todavía de aquello que ahora llaman el sentido del humor porque el httmour es cosa de ex- LA EXPOSICIÓN DE ILUSTRADORES DE BLANCO Y NEGRO Y ABC Permanecerá abierta hasta el próximo día 30 El día 26 de octubre se inauguró la Exposición de ilustradores de Blanco y Negro y A B C, instalada en los salones de la Sociedad Española de Amigos del Arte. Se anunció entonces que la Exposición quedaría clausurada el 25- dé noviembre. Un público muy numeroso, integrado: por personas dé todas, las clases sociales, ha acudido todos lo. días a contemplar e s t a s pequeñas grandes obras, que constituyen un admirable exponente artístico, histórico y consuetudinario de varias, recientes generaciones. El continuo desfile de visitantes y las peticiones de prórroga; también muy crecidas, han movido a los organizadores d e l a Exposición- -de acuerdo con el marques de Moret, presidente 3 e la Sociedad Española de Amigos del Arte- -a aplazar la clausura hasta el próximo miércoles, día 30 de noviembre. ñas, de aqMeí. Madrid cuyas afueras no ha bían acabado de- labrar los ángeles de Sqn Isidro. Y aquel dibujo, titulado. Los Traperos donde hay un viejo cetrino ybiliosOt con la mirada cruel, amarga y triste dond parece hervir; ufi sordo rencor que dio 9 Madrid jornadas dolorosos, y trae á, mi me- l. moría, Cñk espanto, aquellos duros versos de Antonio Machado que se referían al hombre que: incendia los pinares, Por donde vaga errante la sombra dé Caín De- toda ello me lie consolado mirando muchas veces una vüi 4 n. de Ja: Puerta, -del Sol, mila- grasamente captada por el lápiz del gran artista. Es un crepúsculo de otoño; en medio dé la plaza, corren, desdibujados pot la lejanía, un vendedor de periódicos y un chucho, que probablemente no vivió nunca, como tampoco vivió su hermano, el perrito de Xaudaró, y yo siento a los dos vivos en mi memoria. En primer término hay una característica berlina, el coche de punto de la época, el clásico simón y en el pescante dormita, congestionado, con gorra de visera, y envuelto en su capá corta con esclavina, el automedónte gordo y viejo. Es d mismo cochero que le dio coa la fusta y salió a escape al Julián de la Verbena. Está esperando parroquia. El ca bailo, un penco blanco hasta dar en azul, arpa de huesos; como si fuera, a desltacer- se en el, caparazón; dormita también, mal- trecho sobre sus cuatro patas, mientras sue- ¿ñan sus viejos ojos tristes, nostálgicas de verdes frados, sin poder pensar: para su suerte, -en la mala suerte de morir en una plaza de toros. Una luz fina, como un polvillo sutil e impalpable, tiembla en la atmósfera tibia y dorada. ¿Y el arte? Me Preguntará alguien. ¡Ay, yo qué sé! ¿Es arte nuevo todo esto? Tampoco se lo qué es lo nuevo. De lo nuevo sólo sé que tiene dos caminos: o hacerse viejo, o hacerse clásico. En los dos casos deja de ser nuevo, y en este caso, yo juro que no es viejo. T, odo me ha parecido amor y pudor del oficio en aquellos grandes artistas. Porque, todo está hecho, acabado con laboriosidad y pudor, sin disfrazar, con una pretendida síntesis, lo que generalmente suele ser incapacidad, pureza y chapucería. Y éste ha sido mi adiós a la exposición. M- adiós a aqurl. Madrid de entonces; un pnce como si j) r; desf f iera de mí mismo. -Felipe SASSONF KURT DOGAN LECURTE i IRENE tranjis como el humorismo no ha nacido en esta tierra de garbanzos. Era el Madrid de Federico Chueca y de Ángel Pons, y de las caricaturas cabezonas de Cilla- -cabezas de grandes figuras del momento, D. José Echegaray, D. Bcuito Pérez Galdós, D, Luis I Mazzantini, D Jacinto Benavente- que MOTOCICLETAS L U B f Y SANGLAS Mejores condiciones de pago en Invierno. CANTÓ Princesa, 26

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