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ABC MADRID 16-11-1955 página 37
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ABC MADRID 16-11-1955 página 37

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. -MIEKCOIiES 1 S DS NOVIEMBRE DE 1955. EDICIÓN 5 ÍAÑANA. PAG. 37 no sea más que por el hecho ¡de que los dos bloques hostiles- -o al menos antagónicos- -no pasan a la agresión. Puesto que no hay guerra abierta, hay convivencia, y convivencia es sinónimo de espíritu ginebrino. No habrá ruptura, a pesar ele. tantas divergencias de criterio. Se celebrarán otrks conferencias, entre técnicos, embajadores, ministros de Asuntos- Exteriores y, probablemente, también entre jefes de Gobierno, porque nadie se atreve a proclamar que la división de 1. opiniones s. demasiado grande para liegar a un acuerdo apreciable. Y si de las generalidades pasamos a los detalles, llegamos a la conclusión de que el mayor obstáculo para una inteligencia entre Este y, Oeste es el problema de la unificación alemana. La Casa Blanca y el Departamento de Estado se han aferrado a lá idea de crear un Cuarto Reich, porque consideran que sin una Alemania unida no puede haber verdadera paz. Es natural que los vecinos de Alemania piensen de otro modo, aunque no se atrevan a exponer su criterio a Washington con la sinceridad necesaria. Y, también: es lógico que Rusia no renunQie su posición privilegiada al. este del río Elba mientras no espere ensanchar, su influencia hacia el Oeste; es decir, englobar. a Ja: actual República federar o, por lo rnénos, neu- tralizarla y sustraerla del bloque. atlántico. E ¿problema alemán hace que se prolongue la desconfianza entre Washington y Moscú. No decimos entre la Unión. Soviética y los aliados occidentales, porque En este mapa puede apreciarse la trágica división de Europa, en general, y- dé Alemania, en particular. A Moscú, que teme las comparaciones y: no esta dispuesto a ni Inglaterra, ni menos aún Francia, están, levantar el telón de acero le interesa perpetuar la división del Continente. dispuestas- a romper las negociaciones por el único motivo de la división alemana. No aceptable En el fondo. coinciden con Rusia en el ficación germana. Ello no quiere decir, los considerandefensivos la disolución de acuerdos del Oeste ante sin embargo, que acepten sin reservas la sentido de que también ellas estiman que tesis moscovita referente a la seguridad. i la dudosa perspectiva de una mutua ga- i la seguridad ha de privar sobre la unírantíá demasiado vaga, y generalizada. Por otra parte, a causa de. su relativa proximidad a las bases rusas situadas en ABC en las Naciones Unidas? pleno corazón de Europa, es probable que Francia e Inglaterra se inclinen hacia la propuesta rusa de renunciar a todas fias armas nucleares. Inglaterra es una I isla muy exigua para poder defenderse 5 contra las superbombas con que el eneI migo intentaría aniquilar las bases aéreas Canadá prepara una hábil maniobra en favor de éstos 1 norteamericanas, el portaaviones fijo de Comisión política, la famosa cuestión que Nueva York (Na- provocó hace un mes su resonante porr que disponen los Estados. Unidos en el ciones Unidas) 15. tazo. Queda China, entre los cinco miem- flanco del continente europeo. Aparte del problema alemán y la re- (Crónica telef ó n i c a de nuestro c o r r e s- bros permanentes. China parece dispuesta ducción dé los armamentos, queda, como a vetar a Mongolia por una cuestión políponsal. H a s t a la tica y de principio, tos seis miembros res- punto de debate ginebrino, el contacto h o r a de comunicar tantes del Consejo de Seguridad, no per- entre Este y Oeste. La Uniqn Soviética, persiste la confusión manentes, elegidos cada dos años, son, en mejor dicho, su Gobierno, es reacio a lesobre el procedimien- la actualidad, Bélgica, Brasil, Irán, Nueva vantar el telón de acero porque teme to para el ingreso en Zelanda, Perú y Turquía. las comparaciones. Por otra parte, ¿qué la O. N. U. en el curEn estas condiciones no puede hacerse interés puede tener el Occidente en obhV so dé la p r e s e n t e Asamblea General, de en este momento ningún pronóstico. Sobre gar a los rusos a que aumenten el interdieciocho n u e v o s todo porque, en mi opinión, lo que, ocurra cambio comercial y el cultural? ¿Que los miembros, entre los en Ginebra gobernará en definitiva las accuales se encuentra titudes del Consejo de Seguridad. Y lo que rusos se encierran en sus fronteras, como ocurre en Ginebra dista muchísimo de ser tantas otras veces en su historia? Es un, España. bueno. Es un desastre diplomático que asunto casero, en el que nadie tiene de las dificultades se centran especialmen- marcará inevitablemente las posiciones de recho a mezclarse. A los occidentales te en el caso de la KepúWica Popular de las grandes potencias aquí dentro. siempre les queda la posibilidad de toMongolia, que es aii híbrido chino- ruso 1 En medio en la frontera entre la Manchuria china y sola posiciónde esta confusión aparece una mar represalias, prohibiendo la exporta clara, aun cuando están por ción al bloque soviético de ciertos arla Siberia s o v i é t i c a Cronológicamente, ver sus efectos. Es la de Canadá. El proMongolia Exterior ftíé el primer satélite cedimiento reglamentario en la admisión tículos estratégicos que Rusia necesita (1921) ruso. Dentro del Consejó de Segu- de nuevos miembros es, como se sabe, para preparar la guerra futura. En resuridad, Inglaterra y la Unión Soviética apa- recomendación del Consejo de Seguridad la men: no hay motivo para hablar de la a recen hoy dispuestas a recomendar la eu- la Asamblea General. Canadá maniobra muerte del espíritu ginebrino, porgue trada en bloque de las dieciocho naciones, en este momento en sentido contrario. Esya por voto activo, ya por abstención. Es- decir, presenta una propuesta que envía esta expre ón; s; sc lo refleja una vaguedad, una ilusióiíífüiía quimera, nacida de una tados Unidos no éree que la Képública de Mongolia tenga derecho a, entrar, porque directamente a lá. Asamblea General, para sonrisa foriria. y de palabras amables, que ésta proclame el principio de univerla considera, más que ms satélite, na prode las Naciones Unidas y reco- estudiadas y no espontáneas. En él, fondo vincia de la Unión Soviética. Sin embargo, salidad al Consejo. de Seguridad la apro- todo sigue igual que antes. Ño habrá hay el antecedente de Ucrania y de, Bielo miende de los dieciocho países solicitantes. guerra porque los rusos no iá necesitan, Rusia, que también son provincias sovié- bación La recomendación na, pueticas, pero que figuran era la O. N. V. como de tener fuerza de de la Asambleaevidente- ni habrá relaciones cord Jes entre los obligar, países soberanos, con vos. y vota. Este, ha- mente, consíitairfa ijn acto pfero, ¿Je presión mo- dos grupos antagónicos; p e r o habr? cho puede llevar a América a Ja absten- ral de considerable fuerza sobre los miem- convivencia, porque la ausencia- de riñs ción. Francia, por. su parís, parece condi- bros del Consejo do Seguridad. -José M, a- puede llamarse convivencia, aunque no cionar su voto a la eliminación tío la ría MASSIP. concordia, v cuestión argelina en ei ¿r isn del día fie la NUEVOS PAÍSES, ENTRE LOS CUALES FIGURA ESPAÑA

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