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ABC MADRID 16-11-1955 página 3
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ABC MADRID 16-11-1955 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO TLUS T R A D O D B INF O R MA C ION G- E N E RA L ü? SÉ rUNDADO EN 1805 POR DON TORCÜATO LUCA DE TENA OS M u s e o s A r qüeológicos son las necrópolis de las culturas. Pero en Gua- su cine bárbaro y refinado este fabuloso Dintel- -núm. 3 de Piedras Negras? temala, moderna y precolombina, esa ar ¿Es una mesa o un altar? Reyes o caqueología está palpitante como un pájaciques de inmenáas plumas dialogando y ro recién cogido con la mano. Las tumbas podrían servir para sus otros en cuclillas; y músicos o tañedores. Todas las cabezas fueron mutilabas el muertos; sus ídolos de piedra aun reciben esa oración tenuamente materiali- día de la Conquista. zada, que es éí sahumerio o el incienso. Y luego cabezas en pilón de azúcar Los trajes que parecen antiquísimos col- y maquetas de rampas y escalinatas y gados en perchas y prensados, como las pirámides de ciudades que están deshaantiguas colecciones de mariposas; toda- bitadas, desiertas; Pompeyas sin Vesubio, vía se ven en el mercado, en los pueblos, en plena selva, abandonadas porque faltó de las montañas, junto al lago de Atitlal, la lluvia y con ella la gigante mazorca bajo los, 1 volcanes. de. maíz, qué es a la afiligranada espiga Carlos Samayoa, autor del (hermoso de trigo lo qué estos dioses enormes a libro Madre Milpa (Cosecha de (maíz) las pequeñas tanágras de Atenas. me ha guiado por este Museo ArqueolóUna pintada cabeza de indio al frente gico de Guatemala, acaso uno de los de los alimentos que América regaló a mejores de América. El, con sus palala cocina del Viejo Mundo: el maíz, el bras, vuelve a dar recóndito perfume al; cacao, la -patata, el tomate, el aguacate, fruto insomne y rojo del café, clasificado la pina, el mango, los pimientos- ¿lo entre las semillas americanas, y dá saliva saben los riojanos que los hacen rellea- las lenguas colgantes, de los verdes nos? -Falta n este cuadro el fresón, dioses de la. Muerte. t que, según mi admirado amigo Tudela, Es menudo; perfil hispano y tez cofue un obsequio de Chile al verde oasis briza. Está sobre leí yeso blanco y el de Aránjuez. árbol azul de los Jacarandas y la buganEl perfil del rabio Al varado acaudilla villa de color de vino de Burdeos. Y su los dones de España: el trigo, el vino, conversación todo lo alegra y lo in- el arroz él garbanzo, la cereza, la bíblica corpora, manzana, la cebada (gasolina de los caídolos del cercano Kaminal- Juyó (el ballos) y; también plantas que parecen montículo de los muertos sedientos, americanas: la caña de azúcar de origen hinchadas las lenguas; hidrófobas, anheindio ¿lo sabe el guajiro cubano? el lantes de corazones palpitantes. Gon tres plátano, el albaricoque, la pera, el café, cuernos- -porque lo triple es religioso que desveló! e hizo nerviosas y saltadoras corrió el animal es múltiples pero rara de- trapecios de rocas a las cabras de vez impar- -y dientes como bárbaras teAbisiniá, por lo que su pastor descubrió clas dé piano; las costillas, en bronce a (éste gran espantajo del. sueño. o en piedra verde, cual la más tosca de Una mujer en cuclillas, como con raslas radiografías. i Altares sin sahumerios, con dioses de pas de pescado en torno. Son sus dos nariz elefantina, acaso recuerdo atávico hijos gemelos. No nacieron. Y son. ya 1 del mastodonte americano, como aquel para siempre cadáveres milenarios, Vestuarios con todos los iris del prisma que apareció, inopinadamente, al excavar el metro o subterráneo de Buenos fijos en la. lana. Trajes que todavía se Aires. Bestias inmensas y bramadoras usan, como ñores en el desierto marrón qué vieron los hombres, pero cuando de los mecánicos de la era atómica! Tratenían otra cara y Un gesto diferente. jes sin hombre y sin mujer debajo; Dioses, no se sabe si de hace diez mil faldas que aún se acampanan en el baile; años o de Picasso; dioses cubistas ha- trajes de los voladores boca abajo, ciendo arquitectura con el cuerpo del colgados de cuerda que giran sobre el hombre, como para diferenciarlo de las carnosidades y curvas de las plantas tro- picales. Y reproducción de los hombres con nariz de pico de tucán y frente huí- diza, en ocre emplumados, de las, pin- Aira mer cados a turas maravillosas de Bonanpak, descubiertas hace poco ante el ligado de la SlfS P t í uef s. selva, como si fuera un paquete bien üfi s en atado. Sus rosas, y azules inconcebibles han subido al pincel de Diego Rivera, Seüiaisai como los nacarados, Cupidos de nácar Ü é r i a d i Á B- C con patas de cabra, de Pompeyá se enlazaron con las paletas del Renacimiento italiano. ¿Desde qué oscuros siglos nos proyecta DIARIO ILUST R AlD O DE I N F O R M A Cl ON G E N ER A L L ARQUEOLOGÍA PALPITANTE pueblo desenrollan- 1 dosé de u n árbol de cucaña; que vieron por primera vez, antes de la Aviación, él mundo a vista de pájaro, como únicamente los mandarines chinos que subían en las inmensas y planas cometas. Y joyas de o r o esculturas a cera. perdida, de éstos panales subterráneos, de Guatemala, de miel verde y enterrada, anteriores a la abeja europea. Pechos de oro dé mujer. Y los jades de Nebaj, dé verde pálido con perfiles narigudos y peinados de cola de caballo del siglo I V cuando Roma aun mandaba en el Mediterráneo. J u n Nacimiento Maya, con) su, Belén español y. figuras de indios nadadores sobre espejos entre bananos minúsculos; cisnes, caracolesi boas americanas y tortugas; Los ángeles han sido, sustituidos, por sirenas tocando la guitarra. Y enormes estelas, como las que vi hace años en: Copan, en la frontera entre Nicaragua y Guatemala; con aquélla 1 escalera de jeroglíficos, donde, despen- 8 diendo las gradas, quienes no eran analfabetos, iban leyendo acaso un. poema o los enlaces de una Dinastía, como si Gulliver se paséase por un libro inmenso del, país de los Gigantes. Se ha dicho que el Greco siempre fue un bizantino- que, reduciendo a un pequeño cuadro el Entierro del Conde de Orgaz con sus cabecitas llameantes entré la gola y los cirios y su cielo morado, parecería un icono ortodoxo. Pues así también, disminuyendo estas. estelas de perfiles de serpientes, joyas y alas, parecen pequeños marfiles chinos, para colocarlos como, de adornó sobre el piano. Porque Colón no estaba tan equivocado cuando creyó que había llegado a China, al Catay de Marco Polo. v Es de noche cuando salgó del Museo. Luna fresca y azul; opalina. Ruido de voces y de: copas en El Gallito cercano y el hotel de San Carlos, donde me hospedó. La pequeña torre Eifíel del general Ubico, iluminada con z azul, tubular, fluorescente. Unos ladinos (los que no son. indios) comentan qué va a haber calor por las quemazones que se están haciendo en la costa para preparar la milpa Y pasa, encendido, un helicóptero que va a la selva de Petan, donde se han perdido unos grandes señores de la ciudad Antigua Miran su vuelo de, insecto mecánico los ojos virginales, contemporáneos de los bajorrelieves del Museo; y ante el segundo helicóptero, ya un poco bebitíd dé: gua? o comenta, vacilante, üno de ellos (aludiendo a los saltamoates de 1 a Selva, Parecen pura, langosta. Agustín DE FOXA. l Conde de Eoxá

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