Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-11-1955 página 17
ABC MADRID 10-11-1955 página 17
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-11-1955 página 17

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página17
Más información

Descripción

LOS BORRIQUILLOS DE REGIDOR Por VÍCTOR DE LA SERNA AY países que en plena civilización conservan el pelo de la dehesa. S o n muy conocidos y se les nota en que, cuando se habla de estas cosas, no se pican. Porque no se enteran. Suele ser c o rriente en ellos presumir de que no tienen ni borricos ni cabras. Hilos dicen eso es fauna de países pobres. En cambio, presumen de caballos: que o son unos caballotes disformes, desangelados, o son unos c a ballos degenerados con el cuello como jirafas. Por muchas cosas, entre otras por no t e ner borricos, esos países se h a n quedado H sin saber cómo hablan los animales ni cómo tocan la flauta. Y s e han quedado sin la Huida a Egipto? sin Santa Teresa. Y sin ¡Sancho Panza y sin S a n Juan de la Cruz, Y soló porque Cristo es Dios y redimió a todos, incluso a ésos pueblos que tanto presumen bajo el pelo de la dehesa les sirve la entrada en Jerusalén a lomo de. asna con su pollinito a la rastra. Se h a n quedado también sin los borrlqtíitos de Regidor y sin Platero Aunque Platero a mi personalmente me parece un empalagoso borrlquito aséptico pasteurizado y algo sarasa, reconozco su univer- salidad y le agradezco lo que h a hecho por sus congéneres en el frente de cierta linea poética que ocupan las primeras figuras literarias del mundo. Pero los adorables sujetos de la borli-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.