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ABC MADRID 23-09-1955 página 27
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ABC MADRID 23-09-1955 página 27

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. VIERNES 23 DE SEPTIEMBRE DE 1955. EDICIÓN DE LA MAÑANA, PAG. 27 El DERECHO DE ASILO Uno de los primeros problemas que debe examinar y resolver el Gobierno provisional de la República Argentina q u e ha de constituirse definitivamente en el día de hoy, apenas llegue a Buenos Aires, procedente dé Córdoba, el general D. Eduardo Leonardi, es el de conceder o denegar el indispensable salvoconducto para que el cañonero Paraguay zarpe hacia Asunción, llevando a bordo, en calidad de exilado político, al general Perón. El ejercicio del derecho de asilo, del que hablan a menudo nuestros clásicos, data de siglos. Primitivamente de él se beneficiaban los reos de delitos comunes que se consideraban a salvo si alcanzaban a tocar las cadenas que antiguamente se colocaban expresamente en algunos templos dé España y otros países católi- eos. Ese derecho, que en el transcurso del tiempo quedó reservado tan sólo a los perseguidos políticos, sin necesidad de acuerdos internacionales, ha ido man teniéndose en obediencia a sentimientos humanitarios. Su restricción en los tiempos modernos hizo que el derecho de asilo sé re dujera a los locales ocupados por las Misiones diplomáticas, en virtud del prínci- r pío de Derecho Internacional que ampara la extraterritorialidad de las Misiones extranjeras en las sedes donde están acreditadas. Un barco de guerra és indiscutiblemente territorio nacional En los países hispanoamericanos, donde a lo largo del siglo XIX y primeras décadas del XX, se sucedieron las revoluciones, se practicó constantemente el derecho de asilo, y, puede decirse que se hizo tradicional, aunque no fueran pocas las controversias al respecto Tres han sido, hasta la fecha, las Convenciones firmadas por la mayoría de esos países: la de La Habana, de 20 dé febrero de 1928 (suscrita por todos los países americanos de origen español y portugués) la de Montevideo, de 26 de diciembre de 1933 (suscrita por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay) y la de Caracas, vigente, aunque no ratificada, de marzo de 1954 en la X Conferencia Panamericana, y aceptada también por Argentina. Durante nuestra guerra de liberación el Cuerpo Diplomático hispanoamericano y representantes de algunos otros países europeos, aplicaron, con la ext s sión que las trágicas circunstancias im. pusieron a sus sentimientos humanitarios, el derecho de asilo, y aunque España no era signataria de las Convenciones de La Habana y de Montevideo, el Gobierno dé la zona roja (cori escandalosas excepciones) tuvo que aceptarlo y reconocerlo en la práctica, si bien, fiel a sus tortuosos procedimientos, especuló sobre esa su generosidad exigiendo, a cambio, de las naciones de Hispanoamérica, ciertas concesiones y pretendiendo Negrín obtener, a trueque de la evacuación de los refugiados, el voto de los pueblos de la América española para su reelección (que no consiguió) como miembro no permanente del Consejo de la Sociedad de las Naciones. Otros casos resonantes y recientes del derecho de asilo son el del jefe del aprismo Haya de la Torre, que permaneció durante cinco años refugiado en la Embajada de Colombia en Lima y que, al fin, logró salvoconducto, y el de Arbenz, en Guatemala, que buscó refugio en la sede de Méjico y a quien, respetuoso con ULTIMA HORA Millares de manifestantes asaltaron ayer el edificio del cuartel ge neral ¿el partido peronista i Buenos Aires 22. Millares- de manifés- tantes saquearon hoy el que fue cuartel ge- ¡neral del partido peronista, mientras los an- tiguos empleados del confiscado periódicp La Prensa regresaron para hacerse cargo, del. edificio, Mientras, una multitud acordonaba el cuartel general peronista, los manifestar j. tes penetraron en el interior, lanzando por, las ventanas fotografías y bustos de Eva Perón, mobiliario y hojas en que se proeja raaba el segundo plan quinquenal de Perón, para ser incendiado n la calle. Cuando intervinieron los bomberos y la! Policía, se dispersó la. manifestación. Los manifestantes dieron el mismo trato a la sede peronista masculina y a la sede del cuartel general femenino. En el Sindicato Marinero peronista destruyeron los re tratos de Perón y su esposa. Efe. y el derecho citado, el coronel Castillo Ar- mas permitió; también salir del país. 1 En el caso actual del general Perón, conocida la tradición hispanoamericana y la solidaridad que tal derecho encuen- tra siempre, con gran unanimidad, cabe vaticinar que el nuevo Gobierno argén tino concederá el salvoconducto ya gestionado por el Paraguay, pues aun en el caso de que las autoridades argentinas imputaran al ¡ex presidente de lá República delitos comunes, esta calificación compete; según las convenciones de asilo, no al país del refugiado, sino al de que ló acepta como tal. Descartamos, desde luego, todo asomo de violencia, y la solución será, sin duda, favorable al derecho de asilo. No es tema donde lá política esté implicada. El general Perón se ha refugiado en un barco de guerra del Paraguay. Todos los firmantes del Pacto sobre el derecho de asilo (Pacto que los p aíses de Ja América del Sur han aceptado, y en primer término la Argentina) estarán interesados en que se respete ese derecho. El general Perón está hoy defendido én su derecho de asilo por todas las Repúblicas de la América del Sur, cuyos representantes diplomáticos en la Argentina hacen prevalecer Convenios firmados que están en plena vigencia Es lógico suponer que el vfinal de este pleito jurídico será el libre acceso a través del Río de la Plata del barco. de guerra paraguayo, donde Perón continúa refugiado. No no. s sorprendería después de leer la crónica ¿nuestro corresponsal en Buenos Aires, que los mismos barcos de guerra argentinos acompañaran al cañonero Paraguay hasta el límite de las aguas jurisdiccionales de la República platense. Nicosia. Doce Individuos enmascarados y armados han atacado la estacic i de Policía en la. localidad de Akharr apoderándosa de armas y llevándose a dos policías. Lima. El Gobierno ha enviado al Senado un proyecto de ley que concede la amnistía al general Zenón Noriega y a otros militares y paisanos complicados en la rebelión idel 10 dé agosto de 1954. Saig- ón. Siete- batallones del Ejército Regular están librando v combates con los rebeldes de la secta Bin Xuyen en unos terrenos pantanosos situarlo, a pocos kilómetros de Saigón. f ACGIQN INTENSA DUREZA INCONCEBIBLE NI UÑÍ SOLO INSTANTE DE TREGUA EN EL ANIMO DEL ESPECTADOR Director: GOSDON D 0 UGLAS

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