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ABC MADRID 28-08-1955 página 30
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ABC MADRID 28-08-1955 página 30

  • EdiciónABC, MADRID
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POR TIERRAS ONUBENSES PUERTO DE ISLA CRISTINA Siempre ha sido causa de grandes preocupaciones para las autoridades y vecinos de Isla Cristina, la resolución de su problema portuario, agudizado en el año de 1912 con la creación de su flota pesquera movida a vagor, y extremadamente crítico en estos últimos cinco años, con su moderna flota de pesca de altura. En él año 1913, y por el ingeniero señor Albelda, se realizó el primer proyecto de dragado de la barra que podría haber dado solución a las dificultades de entonces y hubiera servido de base para los trabajos hoy en proyecto. Por aquel entonces, el ministro de Marina. D. Amalio Jimeno, prometió llevar a efecto las citadas obras, pero, en definitiva, nada se hizo. Posteriormente, el general Vives, perteneciente al Directorio Militar del general Primo de Rivera, visitó personalmente la Isla Cristina para estudiar es tos problemas, siempre latentes, sin que tampoco pudieran realizarse las tan anheladas obras de dragado. Informes de la Jefatura de Puertos fueron desfavorables en. consonancia con el importe de las obras. No obstante, el 25 de septiembre de 1925, por R. O, se declara puerto de refugio al puerto dé Isla Cristina. ¿Cuándo iban, por fin, a lograrse las obras? Las autoridades locales se ven obligadas a ganar terrenos al mar y por ellas se inicia el dragado del río, logrando con ello una mejoría en la canalización de la barra Desde 1934 hasta la fecha, los clamores de las entidades mercantiles y económicas de la ciudad, unidos a los del Ayuntamiento, llegan incesantemente al Ministerio de Obras Públicas, en el cual se mantiene la tesis errónea de unas dificultades técnicas y un elevado costo de las obras. Asi transcurren los años, crecen las dificultades y aumenta el número de naufragios por las pésimas condiciones de la barra Los organismos sindicales reclaman ayuda, mientras qué la Alcaldía expone los tributos que la flota pesquera de la Isla aporta con su 2 por 100 sobre la pesca a la Comisión Administrativa de Puertos a cargo del Estado, y se logra la elaboración de un vasto proyecto por 70.649: 442,26 pesetas, que es aprobado técnicamente por la Dirección General de Puertos en abril de 1952. En febrero de 1953, y a modo de tanteo, se llega al acuerdo de realizar obras urgentes, debido a las dificultades que sufre la flota de altura, qué muchas ve- Isla Cristina. Vista aérea del sector Norte det puerto. ees tiene q e derivar a los puertos dé Huelva y Ayamonte, desde donde son transportadas las pesquerías por carretera. Se da comienzo en mayo de 1953 a la extracción de la maüera del viejo puente, que frenaba el caudal del río, y con ello se observa un mejoramiento del calado de la barra Se instalan boyas luminosas y los pescadores sienten el alivio de ésta nueva mejora, que en muchas noches de invierno les marca un camino que antaño era peligrosamente presumido y causa de pérdidas humanas. En el mes de octubre de 1954 se inician los trabajos de dragado interior del puerto, interrumpidos prematurameníe, pero que han marcado una sensible mejora. No se ha tocado la barra arteria principal de la unidad económica de Isla Cristina, pero en ella se acusa una mejor y mayor irrigación en los flujos y reflu os de las mareas, aumentando sensiblemente su cantidad de agua. ¿En dónde radicaban entonces las dificultades técnicas, y de dónde salió su calificativo de peligrosa? Nada se le ha hecho aún y ya es navegable para los mismos buques que hace sólo dos años tenían que irse a descargar a Huelva y Ayamonte. La ciudad de Isla Cristina es gehuinamente pescadora. Ahora, precisamente, se cumple el segundo centenario de su fundación por José Faneca y Arnáu. marineros catalanes. La Isla ofrece unas perspectivas atrayentes y encantadoras, por su cuidada urbanización, por sus magníficos edificios, por su importancia industrial, lograda con el esfuerzo personal de los isleños, abriéndose no una esperanza, sino una magnifica realidad, al turismo veraniego; por sus magníficas playas y por la construcción inmediata de cien chalets, que se verificará en las mismas. Isla Cristina necesita, naturalmente, de la ayuda del Estado para realizar sus proyectos, y esta ayuda no será onerosa porque al incrementar su riqueza pesquera, el Estado disfrutará de un aumento de beneficios con el canorí del 2 por 100 sobre el valor de aquélla riqueza. Es preciso que, si no en todo cuanto significa el proyecto aprobado, por lo menos se atienda al dragado de la barra para dejar resuelto un problema vital que de generación en generación se siente y transmite como una grave pesadilla. Isla Cristina es también puerto pesquero para el interior, adonde envía, diariamente sus sabrosos productos, por estar bien comunicada por carretera y línea férrea, calculándose en unas 12.000 toneladas el peso de lajs conservas, salazones y pescado fresco que salen anualmente para los diferentes mercados de la Península, con un valor aproximado de unos cincuenta millones de pesetas. En Isla Cristina existe una de las principales factorías del Consorcio Nacional Almadrabero, cuya pesca de atunes alcanza cifras fabulosas. Esta fuente de riqueza estaba antes en manos de particulares y constituía la base principal del sostenimiento de la industria isleña. Hoy, este monopolio nacional tiene concertado los arbitrios municipales a tipo tan bajo, que es verdaderamente irrisorio y desproporcionado a la importancia y valor del volumen de pesca que el Consorcio captura e industrializa. ¿No podría ser revisado y mejorado en favor de Isla Cristina este tipo de arbitrio? C. S. E. (Foto T. A. F.

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