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ABC MADRID 21-08-1955 página 9
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ABC MADRID 21-08-1955 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
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tsEo afta mi mo, aue rondo y ¿los trelnl y tels. Bnjo con el carreo de 1 h una. de aquí H dos tiCTM. pirft MAvem ltr r. Y no pHBfl de hoy lo de pedir fl b Ricarda. ¿Quí to parces? Andn. efirre- -me dlío- qUff ycv ítoíen el deío can la monos fiqneHn (lentp, t nquj tres m aes, el procurailDr te lo diev. IÍLS emburran y ce tian de ver Ij Lu a y la Rlcnrdff con 1 n boca al viento. ConllEO K ponen laa botas tn e. -n cuan y ic han de recibir bajo palio. Ksc dijo él- -Y AQUÍ Cílis tú VHH calabaíA, Birn dicen mucho, que Lu padrino no te debía deJar urlto. ¡Pues buena no hn caldo nqulE A ver sí t t pones ahora furioso y quieres raptar n RlcnrdH con esculenis como a la ftObriulllii del nTcalde, ¡MA tontadas ha? heího y dicho- b ola- íiindlo. pan mili cocido, ue pelo iLenes en in caber- a I- ¿El qiií? Bueno, ¿Que me erillcan el carácter a W r r? ¿Que soy alffo bromlata? E me pierde a mi, oue dcy siempre que hflblnr can e? te buen humor y las ocurrencias que tenwo. Y usted, ¿no da que hablar? ¿Ko dicen íambLín que es alpBrc? Pues Inl pnra cual, tía, y olivo y aedtuno todo uno, ÜTJelo? erá 5 tú. O olcomoque. -Lo que tenRO yo es la buena íombra. Mucho chlíle- Bien se parten de rSsa conmino, que no hay otro cual yo pura COTOnnr una ne. ta- Luec o te crlUcan, En eMos pueb ucho na puede uno dyscoUar por ndda. iLa cochina envidia, que e peer que In u r n a! lY, como cojn yo Q uno de esos tloa, lo majo! ¡Lo eanuco ¡Vaya si lo m a jo? iPor éam l Me he de ceynr un día. tlal- -No te Oros So. No mp pon? AK vaoa ojos de üaiij- re. que parecen un snlmnl. T P voy a ollar la corbata y a abrirte el cuello de la c. imLsa a ver si te rcfre- Cflf, Anda, déjame, rico, -Bueno. DIBÜ usted que soy algo especínl. un orliílnfll y. lo que ne dice, un poco raro. Eso no se discuie. ¿Que no me pai ezco a todo el mundo? NI quiero, ¡Hasta ahí podíamos; l l e r! Yo ten o mH cof; a mis capTlchos. mlí ¡enlPlldade- PUCÍ como lodfj los talento Me hubiesen dado más estudios y quití seria a estas horas uii penlo mundial, un polERrafo, -Tu flbuellia la que w murió dJHa eso. -Y m padre. Ese 5 Í que tenia oJo. Yo he salido a él. -Ya ves. Lo llamaban el C a b t n por la cnbeza íuerte que tenia. -Mucho, Mucho. Lo que se llama un cabciún era aquel hombre. lEl m i que se ha vUto! ¿Bh. lia? -Sí. que nadie lo descalzaba, en OKO. P u e s siempre decía de mi, desde que tuvp el uso de JA razúEi: E tc es como el hombre, un rayo, m Unto que Cardona. ¿No se recuerda uatedn de pequeCo, lo que era yo para aprender sermones? Y verBosí Todo kr qüerfft imitar yo. Este an ILto- -le solía decir el dlTunto don E taqulo. el dr las monjaf. a mi tía Teresa- tslc anEClIto es ya un ora: or de cuerpo entero. Nada, nada, señora, que H 1 no se roa tuerce, nos va a íalJr una lumbrera el muy picaruels. Eíte x- lene de castHr Pues aquél íoy yo. tia. Y tanto. Como que te hubieron de enj ñar íí leer a as diecinueve año. para que no te malograra; de niño prodigio, Y ya vp Uíted. El leer M lo mío. El día se me Va leyendo. Por la mafiana, la Prensa dr Madrid y La Gaceta Renlona) Por la tarde, las obrají de mi bl jlloLeca particular: biocrelías, traducciones, los estudios fcElflles. ¿Y íBbc usted lo que me ha dicho ol mídIco? ¿Qu ¿te ha dicho: -Que me callento demasiado con la cultura y que mejor si cociese un maestro para aprender a d c í l f r E M ha dicho. -Bien, Oroíia. Quedamos conformts en

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