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ABC MADRID 21-08-1955 página 3
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ABC MADRID 21-08-1955 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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ILUST R A DO D E INF O R M A C 1O N G E N ERA L jj l DIARIO FUNDADO EN 1908 POR OON AB D I A R I O ILUST R A D O DE INV F O R MAGÍ ON GENERAL: Jg TORCUATO LUGA DE TENA N fecunda intimidad, c o n admirable entusiasmo, un grupo de catedráticos de Lengua española y Literatura, convocados por la Dirección General de Enseñanza Media, ha conversado durante cuatro días, en un aula de San Bernardo, sobre los problemas fundamentales del arte y el oficio de enseñar. Conducían estos coloquios un profesor tan prestigioso como Gil Gaya, a cuya labor hay que referir los primeros intentos que se hayan hecho en la España actual en cuanto a la reforma de la metodología, y dos jóvenes maestros universitarios, Rafael Lapesa y Fernando Lázaro, que aportaban con su saber y ponderación sü experiencia reciente en los Liceos modelos dé Francia. Sus ponencias, ponderadas, perfectas luminosas, casi indiscutibles, fueron comentadas con todo pormenor, redondeadas por decirlo asi, en el ambiente cordial de estos convivios, breve asamblea consultiva que iniciaba otras reuniones más amplias que se celebrarán en Pamplona, Santander y Málaga. El tema de la enseñanza es cuestión vidriosa, difícil, y la sola alusión a cualquiera de sus variados aspectos supone que los demás, tantos y tan complicados, se enzarcen unos en otros como las cerezas. Lo más valioso y ejemplar de estos coloquios entre catedráticos de Institutos ha sido, sin duda, que ni en un solo instante se haya aludido a los intereses humanos y que el diálogo entre profesionales que tanto tienen que reivindicar se elevase en todo momento al más alto nivel de la pura teoría y ¿1 noble afán de perfección en los sistemas actuales de la enseñanza, tan arcaicos y perniciosos. Supone un evidente acierto que estas conversaciones comenzasen precisamente cor la rama más necesitada de reforma, a pesar de ser, acaso, la más formativa y neurálgica dentro de los estudios me, dios, la que los humanistas del Renacimiento consideraban como Janua om nium scientiarum juicio que Cervantes nos ofrece en versión castellana al decir que no se puede pasar a otras ciencias si no es por la puerta de la Gramática Aunque tampoco se vean libres de mancha, al fin y al cabo, otras disciplinas se han venido estudiando ante el encerado, en el laboratorio o el gabinete de Historia Natural: el latín, el griego o las lenguas extrañas, sobre los textos; la geografía, sobre los mapas. Sólo la enseñanza de la lengua nacional y de la literatura ha gozado hasta ahora, con algunas otras asignaturas- esa pintoresca lista de reyes godos! del raro privilegio de cultivar el más monstruoso memorismo. uno de los males que da lugar al atraso cultural de España, donde poseemos una sabiduría de papagayos y carecemos, en cambio, de un saber consciente y profutido. Por fortuna, se ha evolucionado bastante en la didáctica. Ya el verbo castigar no es sinónimo, como en la Edad Media, de enseñar ni nadie pone en práctica él feroz apotegma de que la E HACIA UN IDEAL DE ENSEÑANZA tre sobre les modelos, que las ilustre con oportunas y lumino sas observaciones y letra con sangre entra pero aun segui- que las inculque en el espíritu de los mos embruteciendo a nuestra juventud oyentes por ¡medio de su repetición, excon atroces ejercicios de memoria, en plicación y frecuentes declaraciones. De una escala que se inicia en la propia es- nuevo, es preciso que transcurran dos cuela y llega hasta las oposiciones a no- siglos más, hasta llegar al nuestro, para tarías, por ejemplo. que alguien con autoridad suficiente, Contra esto y aquello, sobre la inefi- como Américo Castro, afronte este procacia de los exámenes de ingreso; sobre blema esencial en sus trabajos sobre La una mejor distribución de materias en enseñanza del español en España o los distintos cursos; sobre el manual Lengua, enseñanza y literatura como simple libro auxiliar, de consulta; Pero tales alegatos en favor de una resobre la propia formación universitaria forma radical en la didáctica de la lendel profesorado, a la que deberían aña- gua se han producido con tan largas indirse períodos de técnica y de práctica termitencias, tan de tarde en tarde, que en centros especializados, se habló largo no han bastado a formar una conciencia y tendido en estas conversaciones. nacional de la importancia del problema, Se insistió, sobre todo, en la necesidad que es necesario plantear con firmeza y inmediata de reformar a fondo la ense- sin demora, ñanza de la lengua, aspecto vital de la Son muchos, es verdad, los profesores cultura, en el que vamos muy rezagados oficiales que practican en su cátedra los con respecto a los demás países europeos. más modernos sistemas de la metodoloMientras Francia cuenta con medio si- gía, en lucha con bis dificultades diarias glo, cuando menos, de brillante tradición- -jesas ciases de cien alumnos! -y el- -desde Port Royal la hacía partir agu- desamparo estatal, pero también abundan damente Torrente Ballester- -por lo que los que se dejan vencer por la pereza se refiere al aprendizaje del idioma sobre o el desaliento. los propios textos, los dómines españoles Una reforma a fondo en los métodos siguen martirizando a las pobres cria- de enseñar, al menos en los Institutos turas con reglas y más reglas y las ex- oficiales, supone muchas cuestiones precepciones de rigor y algún que otro vias. Quizá la primera y esencial sería ejemplo, todo aprendido de memoria, sin la de provocar en el profesor un entupararse a mostrar cómo el estudio de la siasmo y un estímulo que hoy le faltan, lengua es una ciencia viva, experimental, ya que, aunque se duplicase sü número, cuyos tubos de ensayo son el idioma de siempre tendría que realizar una labor los clásicos o el lenguaje de la radio doble o triple de la que hoy lleva a cabo. y de la plaza. Un aprendizaje de la lengua y la literaNo han faltado en España quienes cla- tura siguiendo un sistema deductivo, ramasen en desierto; Ya en el siglo XVI, cional, a base de estudiarla comentando el gran humanista Pedro Simón Abril de- pacientemente las lecturas, de las que cía en sus Apuntamientos dé cómo se habrían de deducirse las regias; a base deben reformar las doctrinas y la mane- de múltiples ejercicios de redacción y ra de enseñallas Los mismos precep- composición, los famosos devoirs frantos son de suyo muy oscuros y dificulto- ceses, obligaría al profesor a una entresos de entender, y mucho más de pone- ga y dedicación absolutas á su labor de llos en uso a tan flaca razón como es la cátedra, que sólo con entusiasmo y esde la niñez. Todo lo cual cesaría ense- tímulos pueden lograrse. ñándoles pocas reglas. Pero han de paEl alcance de tal reforma sería imponsar dos siglos para que otra voz clarivi- derable. Ya podríamos contentarnos con dente, la de Jovellanos, aconseje n su que el veinte por ciento de los jóvenes Reglamento para el Colegio de Calatra- españoles pasasen a los estudios supevas El catedrático no debe sujetarse riores pensando por su cuenta y exprenunca en esta enseñanza, ni a los com- sándose por escrito o de palabra xon solpendios, ni a los métodos acostumbra- tura, con un caudal de conocimientos bádos antes de ahora, ni sujetar tampoco sicos perfectamente asimilados. Y téngaa sus discípulos al árido y poco útil es- se por seguro que su eficacia sería de día tudio de las reglas; basta que las demues- en día más extensa al producirse la natural y legítima emulación en zonas más amblias de enseñanza. Quienes deseamos una modernización en el arte y el oficio de enseñar podríamos predecir como aquellos soldados de la zarzuela: Vamos a la guerra de los Treinta Años! Una reforma de tal amplitud no es cosa de un día ni de dos, ni siquiera dé cuatro cursos. Obliga á una tal continuidad en la abnegación, en el sacrificio diario, qué acaso no basten los veinte, los treinta años para contemplarla en sazón. Que otros prefieran lo inmediatamente actual. En las formas de la cultura, más que por las realidades, hemos de decidirnos por las utopías, por el grávido futuro. É. CORREA CALDERÓN Anúnclese en todo el mundo por medio da la Edición Semanal Aérea de

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