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ABC MADRID 18-08-1955 página 3
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ABC MADRID 18-08-1955 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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1 1 D I A R I O ILUSTR A D O D E I N FO R M A G I O N GE N ERA i FUNDADO EN 1808 POR DON TQRCUATO LUCA DE TE D Í A RIO i L US E IN 1O K TRIA D O F O Ft M A GENERAL W L elogio h a b idel niündo donde sotual de Califorbra el espacio y es nia, el que priescasa la historia; la mero surg- e cuando i segunda es más itn se habla de ella, es decir que éa un pa- pero sin esfuerzo penoso sin trabajo, probable. No es posible allí donde la Naraíso. Y es cierto. Cuando se llega a Ca- es decir, sin pasar trabajos, Hasta en turaleza es dura, -violenta, ¿ktremosa: donlifornia desde el Este, la impresión es que las porciones menos prósperas y ricas, de 41 frío y el calor opritón, donde hay se entra en una tierra paradisiaca. Y no que, si se mira bien, son sórdidas y de que j luchar a diario con las intemperies; sólo si la llegada es en invierno: el con- una deprimente fealdad- -iEast I s Ange- tampoco donde él hombre es inferior a 1 traste entre los hielos, las nieves, los vien- les, por ejemplo- los constantes y ho- sus circunstancias, tíonde carece de todo tos glaciales, los árboles desnudos del rrendos carteles de anuncio, con desme- o de muchas cosas; mi siquiera donde caresto del país y el aire tibio, el cielo azul, suradas letras de colores; las banderolas rece! de lo sufeerfluo, cosa! tan necesaria. el verdor y el Qjséano perezoso de Cali- de papel o perealira de los solares, en que Por ¡eso no toay paraíso en muchas tierras fornia, es demasiado obvio, y ipor eso mis- se acumulan para su venta centenares de suaves, y por i eso lo es California, donde mo poco significativo: análoga impresión automóviles usados; el aire de provisio- -unáj técnica casi milagrodá, una riqueza produce un cambio de hemisferio, cuando nalidad de las deleznables casas de ma- sin antecedente y una perfecta ordenación el avión nos hace pasar en pocas horas dera llgerísima, oasi tinglados de quita y de la ciudad del hombre han realizado del invierno al verano. Más interés tiene pon, todo ello disfraza de i fiesta, ¡feria, y. -la p ura ínyerosimiUtud. i la llegada a California en paridad de cir- verbena aquellas porciones de paraíso de (Ciertamente. Califopada tés un paraíso. cunstancias, Quiero decir, cuando el sol saldo. (Donde no hay paraíso es en el El elogio tópico ene razó Pero yo, al luce en el Este y en el Middle West y en viejo centro de Los Angeles, en la down- aceptarlo, me siento inclinado a converlas Montañas Rocosas con tanta intensi- town hoy e gran- parte mejicana, por- tirlo en reproótoej ¿En ciertbj sentido, es lo dad como en el Pacífico, cuando toda la que es la ciudad en decadencia, con una malo qué tiene, junto a, itantai delicias, tierra americana está cubierta de verdor sordidez sobrevenida, esto es, venida á Califoriüa; porqué el parado es aquí im. y todo el cielo es cielo y es azul, y es abso- menos la fórmula apuesta al paraíso o, posiple, y el calif orniáno n puede ser ama luta verdad tanta belleza. Entonces se si se quiere, el paraíso perdido. excepción. Y las! excélenci tó paradisíacas siente también- -y este vez sin trampas, Este carácter paradisíaco de California son, a la larga, deficiencia como munjugando limpio con las estaciones- -que se hace más sorprendente el encuentro- -ya do j el- cual está ¡hecho jblecesariamente, ha entrado en el paraíso. a tan pocas millas de Los Angeles- -de los dé ¡posibilidad y limitációnf de facilidad y ¿Qué es el paraíso? Un Jardíni, parádel- enormes campos de petróleo, de las refi- dificultad, dé tirgénclay agremio. Vivir éa sos como era el jardín de Edén. Pocas nerías en labor constante, de los arsenales el niundo es estar entre la espada y la tierras en los Estados Unidos son jardi- de la Marina, en que se acumulan colosa- pared; tener éue acertar 4 A cada instannes. Son bosques bravios, espontáneos, po- les pirámides de minas submarinas. Es el te; Jisponér de reeurfeos ítaitos y de ua tentes, en los Estados del Atlántico Norte tránsito brusco, inesperado, del paraíso a tiempo cqntfwíó; macer y morir. y cerca de la frontera canadiense; tierras la ciudad de Enoch; pero el primero es TÍ rabien mirir, pori supuiésto; el mundo utilitarias de trigo y maíz; llanuras sin tan natural tan vivo y potente, que aca- es e lugar dpbde tiay mu ¿rte. Y Califorconfines de Illinois y de Ohio; páramos so las torres metálicas de los pozos pe- nia- t- sobre to ío lo más ¿Wlforniano de y despoblados de Wyoming o de ütah; trolíferos se recortan sobre un primer pla- ella sin duda Los Angeles 4 ítnaita de voladesiertos de Arlzona o New México. Cali- no de flores encendidas. Y muy cerca un tílizítrla y hacjerla desaparecer. No negánfornia es otra cosa; en rigor- -sobre todo cementerio de perros, con pequeños mo- dola por supuesto- -sería demasiado ingeel Sur- un oasis, un colosal oasis, obra numentos, y hasta un carromato del Oeste, nup 4- sino más bien al coátíario: haciéií del riego y del Océano Pacífico, donde se nuevamente el juguete, el cuento infantil. dola presente i eái! todas ipaiftes, cotidiánisiente cerca la mano del hombre. Y hasta la fábula y la irrealidad, zándola, quitábdo e él aguijón, despojánen sus zonas más agrestes, donde la NaEl paraíso es la ausencia de limitación, dola así de su carácter insoslayable de turaleza lo ha puesto todo, hay no sé qué la ausencia de dificultad. La primera se muerte, IPor eso los anuncios de funerarias cuidado, no sé qué extraña compostura de encuentra en muchas partes, n todas las y cejnenterios sonitan; habltj ales como los las formas, qué orden fcosde automóvitós. cervezas o mos qñe hace p e n s a r perfumesii- y i uy p a r e c í también en los jardines. Así dos- p; or eáó se maneja en los ¡bosques de sequoias con tan absoluta naturalidad, en los Redwopds que ciñen todo lo que atiene que ver la vecindad d San Franciscon la muert genial expeco, árboles de dos mil años, diente para eliminarla a ella rectos, verticales, tan lindamisma. Por ¿feo, en fin, el mente dispuestos, donde surcementerio déi Porest Larca, una de las creaciones maa ge de repente toda tina fa; eprésen átlvás: 4 e Califormilia de corzos, y al caer la nia, está fundado precisatarde se siente el misterio, mente en tomar las dos vipero un misterio de cuento das: la de los que lo pisan, infantil, un misterio literabañados por él sol, acariciario, de jardín gigantesco, pados por la brisa que viene raíso de Gulliver, maravillas del Pacífico, b. dos pasos de de Alicia, mundo mágico de Hollywood, y la venturosa de Bambi y Palma. los que gozan, de él en pro ¿Y las ciudades? También piedad- -en postura yacente son paradisíacas. Blancas, eso en arqueta, de cenizas- tucadas, minúsculas c a s a s, prescindiendo; del hecho ele: caprichosas e incoherentes a mental de que é s t o s son menudo, de juguete o, más muertos de que para enbien, de decoración teatral. trar en Porest Lawn y en la En ellas, jardines, que en alotra v i d a han tenido que gunos c a s os- -iPasadena- -lo qruzar e s a puerta angosta dominan todo. Y un consque llamamos muerte: justante aire- de fiesta y vacaMODrfRNA ARQUITKCTU A RILIOH 8 A. -Ett s templo 4 1 tamente, la qué falta en toción: en ninguna parte del Bu n Pastor, d Kansas Clt f cuy ríe muy modirn es Un irosa do paraíso, la que aparece mundo es menos visible, mecómo original. Oon los tre roo uoetivos n ojiva, que formjín el en el horizonte cuando se cuerpo principal de la Iglesia, 1 arquitecto qu ia construyó Oülso nos ostensible y exhibido el sale de él y ée entra, irresimbolizar a las Persona d la Saniitim Trinidad. Foto Cifra. J ¡esfuerza También Adán culvocablemente, en el mundo. T ba el jardín de E d é n Julián MARÍAS E CALIFORNIA COMO

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