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ABC MADRID 24-07-1955 página 35
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ABC MADRID 24-07-1955 página 35

  • EdiciónABC, MADRID
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(Continuación) muy buen guarnido cia en el hijo del de todas armas, clatrueno apenas haras et fermiosas, ec bría rebasado los lídixol allí en aquel mites de Iria Flavia sueño como querie ir ¿Qué p o d r í a n en ayudar al rey don efecto, representarlos Fernando que ya zie repulgos eruditifors o b r e Coimbra VII mes de un. Duchesne, años avíe ya et por ante la creencia y a que seas más cierto fe sin fronteras y desto que te digo, con los milagros, que. el estas llaves que tenmismo Américo Casgo en la mano, abritro reconoce, diciendo ré yo eras a ora de que se creen o no se tercia la cibdad de creen, pero no se deCoimera... Et bien muestran con prue assí como él dixo, así bas análogas a las íué f a l l a d o q u e que hacen fe en dea- caesció después en recho, no cabiendo verdad. aquí el testimonio notarial, por ser impoSe gana Coimbra y sible medir una reael Rey don Fernanlidad vital con razón do: Fuese pora Sant racionalista ¿Qué Y a g ü e, et ofresció pueden o p o n e r la sus dones y sus vifrialdad de unas figilias. chas, siempre discuPor ello, obispos y tibles, al entero sentir c 1 é r i g 1 o s, arríe el de una tierra y de un ejemplo de Sant- Yapueblo, cuyos Reyes go eran en el X y XI íaoclaman con orgum á- s caballeros de llo que non erat poOrdenes M i 1 i tares, t e s t a s nisi a Japrontos a vestir la coüo malla y requerir la Américo C a s t ro. espada contra la mopor lo demás, escribe. risma invasora, que en ei capítulo VI de tranquilos c a n tores la obra a que hace Ce coro. Los obispos mos referencia, estas clérigos usarán ropas sagaces palabras: A talares, estarán ton ¡Santiago debe Espasurados y se cortarán ña el lento y tortuoso la barba... no llevaesfuerza de la Rerán armas reiteran conquista, y la granlos Concilios c o mdeza per- durable de posíelanos de 1060 y cuanto se creó en. la 1063. Y unos a ñ o s Península Ibérica. De más tarde, sabemos él procede, al mispor la CompostelaDon üiego Gelmirez, primer arzobispo de Santiago. (Foto Usado. mo tiempo, la reacna que el Gran Gelción valiosa de quiemírez prohibirá a sus nes sintieron que tal vivir era un no vivir, clérigos que asistan al coro vestidos de abad de abades, Hugo de Cluny Sean seglares, con barba crecida, con. vestidos cuales fueren les naturales deseos de ex- y lo expresaron en obras de angustiada bemaltrechos o de. color y calzando espue- pansión de la Orden, no nos consta que lleza, válida siempre y en todo lugar. Son las, como si la Iglesia del Apóstol tuviere Hugo, el gran amigo del Gelmírez, al que estas obras en el día de hoy puerto y recaballeros y no clérigos... lo que el anti- reverencia y hospeda en su abadía al re- fugio para almas exquisitas, alarmadas, guo refrán rubrica en castellano y luso: greso cié Roma, tuviese los maquiavélicos frente al sesgo, también taumatúrgico Obispo de Santiago, ora la espada, ora designios napaleónidas que le concede. Ni de la civilización de nuestro tiempo, que el blago. Bi po de Santiago, ballista, e Diego Gelmírez, por otra parte, hubiera ha trocado en fines los medios materiales de, una cultura yerma de sentido, y exsido fácil de manejar cemo cauce de amfatigo. puesta a convertirse en un cascarón anóCon Gelmírez, Compostela se eleva, se biciones extrañas. Lo evidente es que la afina, se unlversaliza. El primer arzobis- cultura y el peder de Cluny irradiaron nimo. venturosamente sobre Compostela, prestipo de Compostela hace de la ciudad el Compostela, que bajo esa providencia primer centro de Occidente. El sepulcro giando su orto, rubricado por las donadel Apóstol Santiago es un imán para Eu- ciones a los monasterios cluniacenses, que, histórica que fue Gelmírez se transforma repa. En sus calles se hablan todas las a lo largo del camino del francés, se al- en fogosa cuna ¿el saber, como transforlenguas, se cambian todas las monedas, y zan acogedores de peregrinos, proclaman- ma a un clero y a unos canónigos torpes, enseñándoles virtud y conocimientos, canante los restos, del hijo del Zebedeo se do la excelsitud de la ruta y la sabiduría tará ya por siempre el gozo de Jacobo inclinan las frentes y se abaten todas las y santidad de su abad, al que Alfonso VI banderas. Porque toda Galicia y España se dirige con estas palabras, en las que- -apóstol, guerrero y peregrino- con el es ya la Tierra de Santiago. Jakobsland sentimos palpitar la íe y grandeza de la son barroco y románico- de sus bronces en el lenguaje de los devotos y nórdicos Edad Media: A Hugo, abad de Cluny, ecuménicos. De nada valdrán los intentos peregrinos, antorcha animada por el ardor del fue- para arrebatarle el máximo patronazgo de En el Apóstol se fundan la tierra y el go divino, río de miel y de dulzura. las Españas, de lo que queda tan sólo Gobierno de toda España dirá AlfonBajo el no menos sabic gobierno de- con la hermosísima defensa de Quevoso VI, y Dante cantará para alegrar La do- -ilas chocarrerías desafortunadas de Vita Nuova Sólo es peregrino el que ca- Gelmírez, y a través de momentos de. aquel fraile granadino de sospechoso apesingular zozobra para el reino, el culto mina hacia la Tumba de Jacobo. llido, llamado Gaspar de Santa María. De La verdad, es que este camino, que cons- y la fe en terno al hijo del trueno es de río a tituye la más pura ansia del Occidente, encendido y unánime fuego que caldea a árbol a yárbol, estrella a rio, de puente a de estrella, se engrandece bajo el palio de Diego Gel- toda Europa, a la que la rumoreante ga- puente los tiempos, a través de lava hoy, angusmírez. que sabe aprovechar, con sus estu- laxia marca la senda, a seguir, como al como en Señor Carlcmaño en el dulce sueño que tia del siglo, la peregrina ansia con el copendas condiciones de político, su influen- cía en Cluny y su prestigie con la casa de recoge el Calixtino Ante este perma- razón hasta los bordes. J. M. C. Borgoña. Solamente para efectos de gale- nente milagro, no podemos tampoco creer, ría podemos admitir la frase de Américo como afirma el señor Américo Castro 2 j, Castro (1) de que los designios france- que si junto a la tumba de Santiago huíl) A. C T- ia r e a l i d a d h i s t ó r i c a ses eran en 1100 análogos a los de 1800 biese habido en el siglo IX un fray Ade- ñ u i I- L orrfm. Ali xk- o, litñ- í, PíVer. 1.7 y que el Na peleón ce entonces era el mar o un monseñor Duchesne, la creenc- it! i Iíi, Pi ifV. ti) Oli

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