Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 01-06-1955 página 157
ABC MADRID 01-06-1955 página 157
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 01-06-1955 página 157

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página157
Más información

Descripción

GLORIA Y DOLOR DE LA ETIQUETA f S de etiqueta! i i Algún miembro de la familia 1 1- tía descubierto, al pie de la cartulina de la invitación, el rengloncito de letra menuda, con la amenazadora consigna: De uniforme o etiqueta. Se han cruzado miradas de terror de la madre a la hija; de la hija al hermano. Todos recuerdan la efemérides tremenda. Hace cinco años el padre de familia se vistió, otra vez, de etiqueta Fueron dos horas de trágica recordación! la busca primero de las prendas, el punto de almidón de la camisa, las victorias sucesivas sobre los gemelos de los puños, sobre los pasadores de la pechera, sobre el del cuello, y, al fin, el coronamiento definitivo: el lazo de la corbata. Ya, esta vez, hay, por lo menos, antecedentes conocidos y cierta división de trabajo porque fue la madre la que logró, la otra vez, a pulso, la introducción de la camisa sin despeinar al padre; la hija, la que consiguió que los ojales de la pechera se pusieran de Muerdo, tarea tan ardua como la de aunar un matrimonio, y el hijo, el que quedó especializado en la empresa de hacer el lazo de la corbata. Nadie saldrá de casa aquella tarde. Todos estarán en sus cuartos esperando la llamada del timbre que les anuncie el momento de actuar. ¿Crees que podrás sentarte? -Probaré... Y es que la etiqueta lleva sobre sí el sello melancólico de una supervivencia. Las formas viven siempre más que sus contenidos y funciones. El ser humano conserva, atrofiados, órganos que le sirvieron en la vida fetal. Los arbotantes siguen siendo tín adorno arquitectónico cuando ya no sirven de apoyo físico y real. La etiqueta es un producto de los siglos diecisiete y dieciocho, cuando la clase cortesana que la usaba tenía una entidad propia. Boy es una supervivencia social, falta del correlativo apoyo económico, una casaca bordada tenía la magnificencia barroca de una oda triunfal. Ahora se ven fracs que tienen la melancolía suspirante de una elegía o de un epitafio. La etiqueta exige una naturalidad tranquila. El frac y el ayuda de cámara eran piezas de una misma etapa social. El frac sobre el que se advierte la lejanía de los años y la preocupada colaboración familiar que logró su postura, tiene aires de intruso que ha traspasado una frontera histórica. OarleMura d o. Ramón Mnéndat Mtfat, p tpltro 4 lai ittMs MpsAelas, por Manéndex ChMín (A B O, tt d Julio 4 4 M 8) Y no digamos nada del uniforme, no siendo militar o político. Cuando se descubre uno tradicional ehtre el apretado concurso de la boda o la ceremonia, nos hiere con la solemnidad de un Pero ninguno ha contado con un pa- dolmen, de una piedra romana. Tiene en y voroso elemento de novedad, que in- de sus colores la en sus oros, palideces antes de guerra En su traje troducirá el desconcierto en sus cálcu- de ordinario vestir no aceptaría nunca los de precisión. SI padre ha engorda- su (propietario el deterioro que tolera A do. Todo el que se viste de etiqueta ha su uniforme de calatravo o maltes. Hay engordado siempre. No sé si será que ya con esos ojos eruditos en el mundo únicamente engordan ya que mirarlo contempla, embellecido de con que se los que tienen frao pero el hecho es desgarrones, el pendón de Lepante o indudable. Sü padre ha engordado. de las Navas... Bordar en oro se ha ¿Cuatro, cinco, seis kilogramos? No puede cifrarse. Pero el desvio pavoro- hecho, después de la guerra, una ilusión Se consigue, ape- so de los ojales que hay que poner de ñas, quimérica. mantos de las para los acuerdo acusa síntomas de gravedad Vírgenes andaluzas a fuerza irremediable. Todas las leyes de la física y de la geometría han de ser arro- de r i f a s suscripciones y novilladas para vestir al padre. La paz de lladas. Pero a un particular no le es la familia se salva de la operación, fácil organizar una novillada o una gracias al dominio de nervios de todos, rifa para costearse su uniforme. Tiene que limita el diálogo a leves murmu- que recurrir a la emoción literaria y llos, inevitables y contenidos. El pa- convencida de lo venerable Son todos estos menudos detalles medre asegura varias veces: Déjalo: me quedaré en casa. Y la madre repite lancólicos más expresivos, a veces, que lo que loa médicos la decían a ella en muchas páginas de apretada sociología. los momentos augustos de su misión Vivimos sobre dos épocas que se unen sublime: Paciencia. Un esfuerzo más y empalman con dificultad. Lo dicen y es mío... Hasta que al fin, el padre los sociólogos; pero lo dicen, sobre todo, quedTVestido de etiqueta Sino que el los ojales de muchas camisas de brillo. precio de tanto esfuerzo es mediocre. Hay que aceptar el hecho con una sonHay como una incongruencia, como risa tolerante. La misma etiqueta lo Una superposición burlesca de imáge- acepta, blandeándose y perdiendo el nes, en la figura del padre vestido de almidón. Ya el letrerito rígido Uni frac Se ve el fantasma de un padre forme o etiqueta admite relajaciones, joven y esbelto sobre las amplias lineas sucesivas de opción: chaquet, frao o del padre rotundo de ahora. Se ha con- smoking Y luego, como un suspiro, vertido en un ser extraño, que lleva como una derrota: O traje oscuro sobre sí su historia, su arqueología. Es un portillo, nada más, que se abre. Todo parece, en él, próximo a saltar, Pero por un portillo entraron las turllegado a su último límite de estira- bas en las Tunerías, José M. PEMAN miento. Parece la imagen del capita íe la Real Academia Sgpañold, lismo amenazado. (ABC, 39 de octubre Oe 1917.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.