ABC MADRID 26-05-1955 página 19
- EdiciónABC, MADRID
- Página19
- Fecha de publicación26/05/1955
- ID0000498391
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CORRALA STA operación municipal de trasplante de un saínete de la Latina a la Argarusuela es una novedad matritense que debemos apreciar en su Justo valor, Porque lo de menos, aun sien tío interesantísimo, es la representación E fllneon de la plazuela dt Cabestreras, en el ooratón de lo larrloe lajee. en si; lo importante es que el ambiente popular histórico de los alrededores de la Paloma se traslada por unas hora a los alrededores de ¡Embajadores y Mesón de Paredes, barrio éste que de noche y de día conserva una fisonomía tradicional, a pesar del cinemascope, de las cafeterías y de los aparatos de radio a toda potencia en las madruga das estivales, La Córrala tiene un dulce sabor escolapio que recuerda y evoca Juegos infan- tiles, y los primaros partidos de íutbol entre colegiales, con blancos delantales y cuellos azules, jr sus profesores con. las sotanas remansadas y las caras congestionadas por el esituen físico y la emoción deportiva; Desde las galerías de Lft Corrala, las mujeres y los hombres se guían siempre las incidencias del encuentro. Ellas, con chiquillos en los brazos, los moños a medio hacer y desgarros calle Jeros en los diálogos ds corredor a corre dor; ellos, en mangas de camisa, la colilla del cigarro en la boca y un gesto inconfundible de tabernaria filosofía. Han pasado muchos años desde aquellos es pectaculos y todavía me parece verlos. Después vinieron las llamas del 2 Q de julio de 1936 y el edificio frontero- -las Escuelas Pías de San Fernando- -desapareció entre ellas. La Corrala se convirtió en un vertedero marxiste. Para llegar bien ambientados al nuevo escenarlo de nuestro saínete maestro, conviene situarse en la plaza de Cascorro, junto a la cabecera del Rastro. Esta es la entrada característica de los barrios bajos madrileños, y, concretamente, del distrito de la Argarusuela (antes Inclusa) aunque no coincida la demarcación sentimental, psicológica y costumbrista con el límite municipal correspondiente. Una vez en Cascorro, con sus vendedores, sus gitanos y sus traperos- -y, en ocasiones también, con distinguidos representantes de la más ilustre picaresca a lo Oinés de Pasamonte enfilamos la calle de Embajadores, ancha en sus comienzos, donde vive Vicente Pastor, el que fue Chico de la Blusa y estrecha ante San Cayetano, el templo churrigueresco que, incendiado por los rojos, renace lentamente de sus cenizas. De aquí pasamos a Cabestreros y a la plazuela de la fuente de ese nombre, la del agua que rebautizó a generaciones de madrileños de rompe y rasga, y, bajando la cuesta de Mesón de Paredes- -ensombrecida por el caserón de Maternidad, que hay a su derecha- tenemos ya ante nuestros ojos La Corrala, transformada en campo de Talla por obra y gracia del Ayuntamiento de Madrid, Los corredores de las dos casas de vecindad que a La Corrala asoman parcialmente sus intimidades servirían de decorado a La Revoltosa La canción de la Lola y La da los claveles dobles Corredores de saínete y para el eainete. Pintoresco y alegres por fuera, pero llenos í sacrificio, trabajo y honradez, a través de las puertas de cada cuarto: es decir, mpapados de dramática humanidad. Y ésta es también otra de las novedades que La Verbena de la Paloma en XA Córrala nos ofrece. Lo que- en la Corredor de una asa que da a La Corrala. De d esta y otra galerías cien vooes cantarán la tan oonootda letrat Pop sor la Vlc peo de la Paloma...