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ABC MADRID 11-05-1955 página 36
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ABC MADRID 11-05-1955 página 36

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. MIEKCOWES 11 DE M A T O DE 1955. EDICIÓN DE LA MAÑANA, PAG. 38 MISIONES JESUÍTAS Se celebra estos días la Serñana del Paraguay, y en. ella, como en otras celebraciones semejantes, se exalta la unión de la metrópoii con las Repúblicas que hablan el idioma de Cervantes que nosotros les dimos y al declararse independientes siguen unidas en espíritu a España, como hijas de quienes recibieron Ía fe y la civilización. El Paraguay tiene todavía otro vínculo dé adhesión a España, el dé las famosas misiones de jesuítas que allí establecieron ciudades modelos de buen gobierno. No se trata de una misión. más, como las muchas esparcidas por el continente americano, sino de una fórmula perfecta de derecho político análoga a las ciudades o polis de la antigüedad, que eran verdaderos Estados y algo así como el germen de las futuras naciones. El régimen misionero no se limita al Paraguay, aunque de esta región haya j tomado el nombre. Hay muchas misiones- -y son las principales- -cerca de Asunción, pero otras se extienden hasta muy lejos por los países limítrofes, sin exceptuar la Argentina, y a todas partes va la fe de Cristo predicada por los hijcs de San Ignacio. A estas misiones se Íes llama reducciones, debido a que los jesuítas reducen. a los indios a la ciudad y evhan la disgregación por los campos, contraria a la idea y a j a realización dé unidad. El estudio q e las reducciones del Paraguay forma todo un curso muy cuidado por les padres jesuítas de todos los tismpos, y todavía en mayor escala por los actuales. En este curso o Facultad, de muy numerosa y bien ordenada bibliografía, caben investigaciones, con el más riguroso método científico, concernientes a la geografía, a ia etnografía de las muchas razas de indios misionados, a la apologética, a la historia viva desde el siglo XVI hasta la emancipación de aquellos países, al. arte de gobernar tan cerca de las teorías del eximio Suárez t y de los padres de 3 a Compañía, que se ocuparon en menesteres de derecho natura! y político. Las reducciones del Paraguay han sido muy atacadas por los ensmigos de la Iglesia, de España y de la Compañía de Jesús. Incluso se han atrevido a decir que allí imperaba el comunismo. Las pruebas en contrario son muchas y decisivas. Las calumnias de mamelucos y encomenderos, aunque muy explotadas por la Europa de la Enciclopedia, no han podido prevalecer ante el cúmulo de verdades y argumentos esgrimidos en buena ley por quienes han estudiado a fondo el problema. El respeto a ¡a dignidad humana, la sumisión de les que gobernaban a la libertad natural con que quiso Dios dotar al hombre para que fuese responsable de sus actos y merecedor del premio o el castigo; la justicia en todas las disposiciones emanadas de un poder ejercido para el bien de la comunidad; la abolición de la esclavitud, no sin la protesta interesada de los encornudaros; el trato a los indígenas corno P. iguales. -puesto que todos fuimos redimir) -v r- cr la sangre de Cristo; el tono rie una verdadera democracia, que no hubieran desdeñado Platón y Aristóteles, rÁ los Fueros Municipales de España en la Edad Media, ni los soñadores de buena fe, como Santo Tomás Moro y el dominico fray Tomás de Gampanella, se ofrecen en las reducciones, de la compañía con un equilibrio y un profundo sentido de las cesas verdaderamente admirables. Una rápida mirada de conjunto no es bastante para darse cuenta de aquella labor que en la historia de América ocupa lugar de mucho realce como algo extraordinario en el correr de la humanidad por los siglos. LA POLÍTICA MAL V E S T I D A ¡Qué lejano parece aquel tiempo! Allí hay un rey niño, con su veste de seda amatista, con su liara de oro, sentado en un trono de cristal. Se inclina de modo imperceptible. Hace un gesto leve con la mano. La Misión Francesa puede entrar. Está compuesta de civiles y militares. Se colocan en orden. En torno al infantil monarca todo se hace con un rilo perfecto, adecuado a la majestad. Hay un oficial francés joven, espigado, elegante en el uniforme de gala, un poco estirado y demasiado bien gante Está descontento. ¿Por qué? Los franceses van haciéndose dueños de Indochina. La Tercera República se va haciendo un imperio poderoso en los cinco continentes, que el 1919 culminará con la victoria blcu liorizon Este oficial joven ha nacido en Nancy el año de Crimea. Cuando ha entrado o va a entrar en Saint Cyr y sueña con su primera espada, el Emperador, con todo su Ejercito, se entrega en Sedán. Se pierde Alsacia. Se pierde la mitad de, Lorena, donde él lia nacido. Desde Clodoveo a Carlomagno, desde Carlomagno a Felipe Augusto y a San Luis, de San Luis a Luis XI, a Francisco de Angulema, a Enrique de Navarra, a Luis XIV, a ía Primera República, a Napoleón I, a Luis Felipe, a Napoleón III, a la Tercera República, vigente entonces, este oficial siente unida como un todo inseparable la historia de Francia. Antes que en Maurrás o en Barres, allá en Indochina el batir del corazón le dice; Todo lo que es nacional es nuestro. En el silencio protocolario, que se alarga, frente al infantil Rey de Anam, este descontento oficial se dice a sí mismo Es preciso levantar a Francia. Mira a sus compañeros civiles. Le están pareciendo Pídalo en las buenas Papelerías Representación aún Ubre en algunas plazas nuevo, siete habitaciones, tres baños, cocina, despensa, calefacción central, agua caliente central, ascensor y montacargas, trastero en el sótano, terraza- lavadero, parquet, etc. Verlo, por la tarde. Juan Bravo, 50 (esquina a General Pp. rdiñas) Precio, 575.000 pesetas, más Banco. PEÑA MARÍN, Avenida de José Antonio, 31. 317143- 331146. (Colegiado. mal vestidos- y de una tenue deplorable. Luego su imaginación se transporta a París. Ve al Consejo de Ministros salir del Elíseo. Hay bastantes miembros del Gabinete con rodilleras. Las reflexiones de este joven oficial, ¿son banales? En verdad, cuando los españoles, los franceses o los ingleses han tenido el Imperio- -bajo el César Carlos, bajo Luis XIV o bajo la Reina Victoria- eran los hombres mejor vestidos del mundo. Cuando en los Gabinetes de Londres han empezado a turnar equipos mal vestidos, a la ves se ha revelado el ocaso del Imperio creado por el dandy Benjamín Disraeli. Pero el joven oficial piensa que no sólo es la ramplonería, indumentaria lo que hay que abolir, sino también, con ella, la ramplonería en el total estilo humano, en las jornias de vida y pensamiento. Aquella noche, el joven oficial escribe una de sus Cartas de Indochina que más tarde. publica l: La Revue des deux Mondes Como conclusión, acaba su carta con esta frase: Sólo hay una manera de andar la Historia: a caballo. En el corazón de aquel oficial joven se estaba abriendo paso un alma de Mariscal de Francia: Luis- HubertoGonzalo Lyautey, que, en Marruecos, dio un Imperio a Francia. Muchos años más tarde, en marzo de, 1923, el Duce de Italia recibía en Palazzo Chigi- -todavía no eran los tiempos de Palazzo Venczia- -a un oscuro escritor extranjero. Por los balcones abiertos a ia Roma de, las primeras violetas subían del Corso el rumor y la luz inconfundibles di la primavera romana. El Duce- apareció muy bien vestido de franela gris, con mía flor blanca cu el ojal. El escritor se atrevió a lomarse alguna confianza con el Duce, -que por- eso no se ofendía. Así, le dijo: Duce: le encuentro hoy muy elegante, muy joven, muy primaveral. Aun hubiese añadido; Enamorado. Mussolini, riendo, contestó: Dejémonos de tonterías. Ya lo sé; nunca seré precisamente un dandy Se interrumpió, volviéndose bruscamente serio, y añadió: Pero de ninguna manera creo que gusten a los pueblos los gobernantes mal vestidos. Creo que les gustan bien vestidos. Y mejor, a caballo. España, sí, está gobernada por un hombre a caballo, que con sobriedad militar lleva la mejor elegancia, que es la de los laureles ganados en las mañanas radiantes de victoria, cara al enemigo. Con esta, elegancia se sostiene la mayor seguridad frente a Moscú. Pero por toda Europa pulula hoy, bajo pretexto de antifascismo, de preocupaciones sociales o de quién sabe qué, una política de hombres mal vestidos, una política rencorosamente antiecuestre y ahistórica, elaborada por sociólogos baratos, por burocráticos mediocres, por falsos mo. destos, con eterna torticolis y con gran probabilidad de ocultar bajo todas esas grisáceas apariencias sus almitas estrechas de resentidos. Suelen ser pequeños profesores, pequeños economistas, pequeños técnicos cooperativistas, pequeños- especialistas en pequeños conocimientos, siempre, maravillados, ante los periódicos, de siibir tan inmerecidamente al poder, aunque, en secreto, adoren los aplausos hasta la locura. Se les conoce bien bajo sus pías máscaras. Entre tanto, los mariscales de la Unión Soviética se constelan el pecho de diamantes. A la verdad, de lo que se está malvistiendo cierta Europa política con esos disfraces en cuerpo y alma, es de miedo V esa siempre ha sido el más chafado, deslucido, vergonzoso y triste modo de vestir de este mundo. -4

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