ABC MADRID 21-04-1955 página 27

SOLO UN CENTENAR DE PASAJEROS N grupa de ingleses ha encontrado el medio más discreto y más eficaz para halagar a los primos norteamericanos. Se va a construir en Inglaterra un barco de vela exactamente igual al Mayflower en el que fueron al Nuevo Mundo n otoño de 1620 loa primeros colonizadores, los llamados Pilgrim Fathers El nuevo barco cruzará el gran charco el año próximo, como regalo de la Oran Bretaña a los Estados Unidos. Los doce millones de pesetas que costara la empresa serán conseguidas mediante donativos. Ya se ha recibido suficiente cantidad para iniciar la obra de construcción. En Europa no podemos imaginarnos lo que para los norteamericanos representa el Mayflower con sus ciento ochenta toneladas y su centenar de pasajeros. En la breve historia de los Estados Unidos, la fecha indicada se equipara a cualquier otra de nuestro continente en la alta Edad Media. La historia norteamericana empieza en el mismo año en que en Madrid se fundó un famoso restaurante que todavía existe. Trescientos treinta y cinco años, en el mejor de los casos, son pocos años para dejarde exaltar un acontecimiento que en el fondo no representaba nada extraordinario. Ciento ochenta toneladas... Un barco minúsculo, pero los descendientes de los cien o ciento dos pasajeros forman una especie de aristocracia, agrupada en la General U Maqueta del velero Mayflower que se encuentra en la 8 eoledad de Historia, de S u e v a York. I I primer Día de Qraolas (en 1621) en que lo colonizadores de partieron sua modestos alimentos con tribus indias amigas. Cuadro (1863- 1830) Económica Council (reside en el piso 75 del Empire State Buildingt desciende de un Hart que llegó a Nueva Inglaterra en Í 632, es decir, sólo doce años después de los primeros colonizadores. Otro amigo mío, edltorialista del Washington Post -qus se llama Roberfc Estabrook, desciende de un colono de 1660; la distancia es de cuarenta años, poco: mas de la vida de una generación. Pero este mismo Estabróck ignoraba que 1660 era en Inglaterra la fecha de la restauración de los Estuardos, tras el protectorado de Cromwell. Mayor importancia tiene para él la llegada de su antepasado, que le da motivo para sentirse superior a los americanos menos auténticos, o rancios. En este terreno Norteamérica es menos democrática que la aristocrática España. Aquí es menester que uno insista en el tema para que su interlocutor se decida a hablar de sus mayores y sus hazañas, y a menudo ignorará de verdad- -y no por falsa modestia- -aos detalles de su árbol genealógico. Por el contrario, en el Nuevo Mundo os dará a conocerlos, sin que se los hayáis pedido, acaso porque por carencia de títulos nobiliarios considere necesario exponeros que su Hart no es idéntico a miles de otres Hart. El caso demuestra que una sociedad no puede vivir sin aristocracia, en el sentido lato de la palabra, por democrática que se considere y que lo sea para los efectos prácticos. Las ciento ochenta toneladas con el centenar de pasajeros constituye una enseñanza Nueva Inglaterra oom- convincente. de lean L. o. Ferrl Andrés REVESZ Society oí Mayflower descendants Y basta pasar una semana en Norteamérica para tropezar con un número tan elevado de ciudadanos que pretenden que antepasados llegaron a Nueva Inglaterra en la primera tanda, que uno ve en la imaginación un trasatlántico de varios miles de toneladas. Resulta más interesante descender de un pasajero del Mayflower que de un campesino de Sicilia, de un picapedrero de Eslovaquia, de un minero polaco o de un habitante del ghetto de Varsovia, ello es evidente. Sin embargo, hay un pequeño inconveniente: los nombres de los pasaderos del buque son conocidos y controlados. Sin emBargo, como decimos, el inconveniente es relativamente pequeño. No es fácil ingresar en la Sociedad de los auténticos descendientes, sin presentar pruebas fehacientes, mas nada impide hacer alarde ante el extranjero que no conoce el centenar de nombres. Y aunque los conociese, como no constituyen apellidos que llaman la atención por su poca frecuencia, miles de Reeves pueden presentarse como descendientes de un auténtico Reeves de los Fathers Lo que está, vedado a los Nagy, Kucharski, Breslauer, Novak y Rossi, es hacedero para cuantos llevan ape- llidos británicos. Además, no es necesario exagerar la nota, pues con tener un antepasado que llegó al Nuevo Mundo en el siglo XVII, ya es suficiente galardón para pertenecer a la aristocracia yanqui. Sin que le preguntéis os indicará la fecha exacta, aunque ignore todas las demás de la Historia. Mi viejo amigo- -probado admirador de España- -Merwin K. Hart, presidente del National Firma d algunos pasajero del Mayflower (De Narrativo and orittcal History oí America de Winsor