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ABC MADRID 09-04-1955 página 3
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ABC MADRID 09-04-1955 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO T i ADO D t- O R M A C G e N E R A 1 i INOM ijSS V FUNDADO EN 1805 POR DON ABC D I AR IO I L U sTR AD O D E I N N F O R I vi A G I O I G E NE R A L veniencia, para Ale manía, de asumir es papel o n e r o s o arriesgado. Es ver dad que los alemanes sé sienten profunda mente occidentales por raza y por cul tura; pero la circunstancia de ser poten cia continental el Reich y no maritim; -fracasó dos veces al intentarse convertirse en oceánica- -la crea cierta afini dad geopolítica con el espacio ruso, esen cialmente continental. Las veleidades df acercamiento que pudiera sentir por ta motivo el pueblo alemán, hubieron de verse estimuladas, en época bien recien te, por torpezas políticas, injusticias j ¡medidas crueles por parte de sus vencedores, que pudieron crear un clima propicio al salto hacia Oriente. Hay que reconocer que de tal sdto cabria esperar beneficies; las dotes de mando y de organización de los alemanes, su cultura, su disciplina y el adelanto de su técnica, podían hacerles alimentar! a ilusión de llegar a dirigir y encauzar las riquezas y las energías, hoy en parte inorgánicas, del inmenso bloque eslavosiberiano; o, a lo menos, del territorio europeo, dejando a Moscú la misión de gobernar la parte asiática. No debemos olvidar que. Alemania necesita un espacio donde íxtenderse y que la frase de Haus Grimm: Wolk oh ríe Raum tiene en Germania gran aceptación. Desde que, en plena segur. da guerra, en 1943, traté este mismo tema, en conferenc: a que presidió el Generalísimo Franxo, he estado pendiente, con esperar. Ba emoción, ce la respuesta que diera Alemania a mi interrogante, ya que. aun desarmada, es la primera potencia europea; como lo han comprendido las naciones anglosajonas, y especialmente dos buenos estadistas: Churchi! y Eiser. hower. No renegó Alemania de su historia; quiso seguir fiel a ur. a tradición gloriosa. Desdeñó desertar del puesto destacado que Dios le asigna en la defensa del Occidente. Hizo lo que su deber y su historia le mandaban. No en var. o dirige los destinos del Reich un grar. estadista, patriota e inteligente, que a la experiencia de ochenta años de vida une una mente juvenil muy ágil. Claro que a estos motivos, de orden elevado, han pedido venir a sumarse consideraciones de orden práctico al ver que de nada han servido las innegables cualidades de los germanos, a los que estar, sometidos al yugo soviético. E- e tedas formas, costituye una feliz efemérides auspicial la de la firma por el Eeidi del Tratado, que le había colocado en trance de opción. AJfredo KINDELA A CABA de suceder en Europa un acóntccimicnto transcendental, al cual no se ha dado, a mi juicio, teda la importancia que merece. En cuestiones de actualidad y resonancia, pueden tanto la Geografía como la Historia; se concede tanta más importancia a los sucesos cuanto más cercanos acaezcan, y se otorga mayor autoridad a los ocurridos en países con los que, a lo largo de los siglos, hemos sostenido mayores relaciones, amistosas o polémicas. Siempre tuvieron, por ejemplo, mayor resonancia, entre nosotros, los hechos ocurridos en Francia que ¡es de otros países. Vino a mi mente esta reflexión al observar cómo nuestra Prensa viene dedicando más interés a la discusión de estos días en el Consejo de la República Francesa (Senado) que ha tenido lugar en el Palacio de Luxemburgo, del Tratado para la Unión Occidental Europea, que a la aprobación definitiva del mismo por las Cámaras germanas y su puesta en vigor por la firma del presidente Heus, a quien parece hizo vacilar, antes de estampar su firma, un último esfuerzo del partido socialista alemán: un recurso de ir. constitucionalidad ante el Tribunal Supremo Federal del Reich. La gloriosa historia de Francia, aun la aureola de prestigio y de resonancia a cuanto en su territorio acaece, llegando a nosotros sin mengua, por la projimidad, los ecos de todo lo que sucede en la nacil vecina. No cade duda, sin embargo, de que tiene mucha más importancia, para el mundo occidental, la aprobación del Tratado por Alemania que por Francia. Vamos a probarlo. Al río caudaloso de! acontecer histórico afluyeren varios arroyos de diversas culturas, para desaguar, al fin, en una gran entidad geopolítica, conocida por el nombre de Occidente. En este inmenso risoi fundiéronse y amalgamáronse las antiguas civilizaciones: cretense, fenicia, grecorromana, gala, anglosajona, germánica, escandinava e hispana. Tal unidad geográfica englobó dentro d. ella a pueblos muy aptos para hacer progre: ar a la Cultura, que circundaban al mar de la Civilización- -el Mediterráneo- -y eran a su vez circundados por el Océano Atlántico, al fin domeñado por el genio de Colón y los Pinzones y el brazo de nuestros conquistadores. Sintéticamente y sin pretensión exaustiva, el Occidente lo constituyen hoy una gran parte de Europa, las dos Américas, el inmenso Imperio inglés y algunos territorios africanos Frente a esta unidad, cercana a ella físicamente, pero muy lejana e- r intual- la. TORCUATO LUCA DE TENA ALEMANIA EN TRANCE DE OPCIÓN rnente, existe el Oriente, constituido por Mongolia, Manchuria, China y la India, Y entre los dos grupos de países se ha formado una entidad central, que forman Rusia, con algunos países satélites y algunas naciones del Oriente Medip. Esta unidad, aun en gestación, tiene todavía imprecisas sus fronteras; y ahora, con el acercamiento, por motivos políticos circunstanciales, entre China y los soviets, está intensamente perturbada. Muchos países árabes aun no optaron. Debido a la acción política unitaria y sincrética de Roma y de la de su sucesor, el Sacro Romano Imperio, tiene Occidente mayor unidad y homogeneidad que los otros dos grandes grupos en raza, creencias y cultura. Lucha, sin embargo, con la separación en nacionalidades, con patriotismos: herméticos, exaltados y agresivos, lindantes con la xenofobia. Ello impide que el todo- -en suma homogéneo- -adquiera solidez y equilibrio estable: la frontera renana, por ejemplo, cambió tres veces en menos de un siglo; Polonia muere periódicamente y renace, como el Fénix, de sus cenizas. Alemania está plenamente inserta en la entidad Occidente; es una gran potencia occidental. Este principio está fuera de toda discusión: pero las circunstancias que modifican incidental o accidentalmente en ¡a Historia las posiciones relativas de los países, han colocado en estos días al Reich germano ante la responsabilidad de optar por su incorporación al Occidente o al grupo Centra! El Occidente, sin Alemania, queda incompleto; per su situación geográfica, por su potencial báiico. por su capacidad técnica, por sus virtudes nacionales y por su historia, le corresponde el honroso papel de ser la Marca de Europa, su Cobertura estratégica No destaca con igual claridad la con- Codo ha pojado. ten- CALMANTE Lfl TRELETR QUE DP BJEKESTRR Y TONIFICn LOS NERVIOS

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